Salmón en salsa de cabrales con puerro y cebolla

Hoy toca salmón. Porque lo digo yo y porque hace tiempo que no comemos pescado, que es muy importante para mantener un dieta equilibrada. Eso sí: como sé que no te acaban de gustar los platos sencillos, hoy vamos a currarnos una receta espectacular.

Y es que la preparación del pescado va más allá del frito – a la plancha – rebozado – cocido. Un tipo de comida tan variado, la incontable cantidad de sabores provenientes del mar, tenían que poder cocinarse de una buena cantidad de formas. Ponte el mandil, que te lo voy a demostrar.

Ingredientes:

Para empezar, y como vas a cocinar para cuatro personas –si sois menos, una simple regla de tres te dará las proporciones; si sois más, usa la misma regla de tres y vete pensando en pedir las ayudas por familia numerosa- ten a mano cuatro lomos de salmón.

Dispón también de doscientos gramos de cebolla cortada en juliana, perejil picado, cincuenta gramos de pimienta negra molida, un puerro, cincuenta gramos de queso de Cabrales, cien mililitros de nata líquida, tres cucharadas de aceite de oliva y sal (si es yodada, mejor).

Preparación:

Doy por supuesto que has dejado anoche los lomos de salmón descongelándose en la nevera, en una fuente con rejilla. Si no es así, deja esta receta para mañana y fríete un huevo (o hazte cualquier otra cosa: tú mismo)

En cuanto al puerro, debes eliminar la parte verde y las raíces (esas “barbas” que tiene debajo del bulbo). Hecho esto, córtalo en rodajas muy finas. Cuidado con los dedos, que no acaban de quedar bien si los troceas en este plato. Lava el puerro ya cortado.

Ahora, vas a calentar dos cucharadas de aceite y a añadir la cebolla en juliana y el puerro. Salpimienta y deja que se vayan cocinando a fuego suave, con la sartén tapada, durante 12 minutos. Pasado este tiempo, retira la sartén del fuego y resérvala.

Por otra parte, vas a introducir el queso de Cabrales y la nata en un cazo y vas a aplastar el cabrales con furia malaya y con un tenedor. Hecho esto, calientas la mezcla hasta que te quede una salsa homogénea, que condimentarás con perejil y un poquito de pimienta.

Para terminar, unta una plancha con el aceite que te ha sobrado y cocina en ella el salmón que habrás salpimentado previamente. Dale como dos minutos por cada uno de los lados de la rodaja.

A la hora de servir, prepara en cada plato una cama de cebolla y puerro, pon el salmón encima y, sobre éste, la salsa de queso.

Recuerda:

Cuatro lomos de salmón

Doscientos gramos de cebolla cortada en juliana

Perejil troceado

Pimienta negra molida

Un puerro

Cincuenta gramos de queso de Cabrales

Cien mililitros de nata líquida

Tres cucharadas de aceite de oliva

Sal (yodada si es posible)

En menos de media hora habrás terminado un plato de salmón, por lo demás, muy fácil de cocinar.

 

Canelones rellenos

Los canelones proviene del italiano “cannelloni” y son una pasta ancha de forma rectangular que se emplea en la cocina italiana para hacer platos con carne picada, verdura o incluso pescado en su interior. Suele ir enrollado en forma de cilindro.

Tradicionalmente los canelones están cubiertos de salsa bechamel con queso rallado para gratinarlos en el horno.

Como curiosidad, os diré que no es en Italia donde más se consume esta comida. En Cataluña son típicos debido al intercambio cultural que hubo hace siglos.

Además los canelones son un plato muy popular en Argentina y Uruguay, debido a la inmigración de los italianos.

Existen diversas versiones de estos canelones y nosotros conoceremos algunas de ellas. 

A continuación os explicaré la receta de “Canelones con Queso”.

Ingredientes:

10 placas de canelones

1 pimiento verde

75 g de champiñones

1 ajo

100 g de sobrasada

150 g de mozzarella rallada

Orégano

Aceite de oliva

Sal

 

Preparación:

Primero añadimos abundante agua en una olla. Le añadimos sal y la ponemos al fuego. Cuando el agua empiece a hervir, añadimos las placas de canelones siguiendo las instrucciones del envase. El tiempo aproximado es unos 10 minutos. Una vez las placas ya estén cocinadas, las escurrimos y las metemos en agua fría 45 segundos. Secamos la pasta de los canelones con un paño de cocina.

El siguiente paso consiste en añadir aceite en una sartén. Cuando esté caliente, añadimos un ajo picado y el pimiento verde troceado. También añadimos sal y dejamos cocinar. Pasados 10 minutos, añadimos los champiñones bien troceados.

A continuación, pasamos a rellenar nuestros canelones. Añadimos a cada canelón una cuchara y media de relleno, un poco de sobrasada y queso mozzarella rallado. Enrollamos los canelones en forma tubular y los colocamos en una fuente. Ésta debe tener un poco de aceite en la base para que no se peguen. Precalentamos el horno y sobre los canelones rellenos, añadimos mozzarella y sobrasada. La combinación de estos ingredientes junto con la pasta al horno es espectacular.

Por último, introducimos dejamos los canelones en el horno diez minutos a fuego medio. Los últimos tres minutos, los gratinaremos.

Los canelones se sirven en un plato y podemos decorarlos como queramos, por ejemplo zanahoria y perejil.

 

Ahora veremos cómo se hacen los “Canelones de Pollo con Bechamel”:

Ingredientes para 4 personas:

16 láminas de pasta para canelones

200 g de pechuga de pollo

3 tomates

2 cebollas

4 dientes de ajo

1 pimiento verde

Aceite de oliva

Queso rallado

Mantequilla

Jamón picado

Pimienta molida

Nuez moscada

Albahaca

Sal

Para la bechamel:

2 vasos de leche

3 cucharadas de mantequilla

Queso rallado

Aceite de oliva

1 cucharada de harina

Pimienta blanca

Sal

 

Elaboración:

Primero limpiamos bien el pollo y lo troceamos. Picamos el ajo y la cebolla. Cortamos el pimiento en juliana y picamos también los tomates.

Cocemos la pasta de los canelones en agua con sal y una cucharada de aceite durante 10 minutos. Después refrescamos la pasta en agua fría y las dejamos reposar.

A continuación, calentamos el aceite en una sartén y metemos el pollo. Añadimos el ajo, la cebolla y el pimiento. Después, incorporamos el jamón con albahaca, nuez moscada y pimienta. Añadimos los tomates y cocinamos durante 8 minutos. Finalmente añadimos el queso dejando que se funda. Ya tenemos terminado el relleno de nuestros canelones.

Por otra parte, haremos una salsa bechamel. Para ello batimos la leche, mantequilla, queso rallado, aceite de oliva, harina, pimienta blanca y sal.

Después, untamos mantequilla sobre la base de la fuente y la cubrimos con la mitad de la bechamel. Colocamos los canelones ya rellenos y los bañamos con el resto de la salsa.

Finalmente, repartimos el queso rallado por encima de los canelones con bechamel, y horneamos a 200º durante 15 minutos.

 

Otra receta original que no utiliza pasta es la de “Canelones de jamón cocido, bacon y patata”.

Ingredientes para 5 personas:

5 lonchas de jamón cocido gruesas

500 g de puré de patata

10 lonchas de bacon ahumado

½ cebolla

200 g de champiñones frescos

50 g de jamón ibérico

50 g de pechuga de pavo asada

50 g de queso en dados

1 litro de bechamel

Queso rallado

300 g de tomate frito

 

Preparación:

Hacemos el puré de patata, batiendo las patatas cocidas y añadiendo nata, sal y pimienta. Lo podemos comprar ya elaborado en sobres.

Pochamos la cebolla en la sartén y añadimos los champiñones. Una vez hechos, añadimos el resto de ingredientes, excepto el queso en daditos. Lo salteamos y añadimos al puré de patata. Ahora es el momento de echar los dados de queso.

A continuación, ponemos una loncha de jamón cocido y la cruzamos con 2 lonchas de bacon. Colocamos el puré de patatas en medio, lo abrazamos con el bacon y lo enrollamos con el jamón cocido.

En una cazuela, ponemos una base de tomate casero, añadimos los 5 rollos de jamón cocido y los cubrimos con una bechamel ligera. Esta bechamel la podemos hacer con leche, mantequilla y harina. Le añadimos queso rallado por encima, lo metemos al horno y horneamos a 200º durante 20 minutos.

En esta receta se puede jugar mucho con los ingredientes  y con la salsa base. Podemos combinar nuestros sabores favoritos, de una forma muy original.

 

Ajoarriero

Ingredientes:

1 kg de bacalao remojado la víspera de antes

¼ de l. de aceite

4 dientes de ajo

½ cebolla

4 patatas

2 pimientos morrones

¼ l. de tomate triturado

Perejil

Preparación:

Esta es una receta la cual hay que empezar la noche de antes, remojando el bacalao para quitarle la sal y reblandeciéndolo. Por lo que tiene que estar un mínimo de 12 horas bajo el agua. Por eso se recomienda dejarlo pasar la noche sumergido.

Cuando haya pasado este tiempo cogemos el bacalao y lo desmigamos. Te resultara fácil por la textura laminada que tiene. Le quitamos tanto la piel como las espinas y lo vamos poniendo en una cazuela de barro junto a un chorreón generoso de aceite y 3 dientes de ajos.

Ponemos a fuego lento removiendo constantemente para que no se pegue y fijándonos que la salsa resultado del jugo del pescado y el aceite vaya engordando en la cazuela. Reservamos.

Mientras cogemos una sartén y vamos sofriendo la cebolla junto al cuarto diente de ajo, los cuales habremos picado muy bien con anterioridad. La idea es pocharlos, para que quede bien blando sin que se doren o cojan color.

En este momento será en el que añadamos las patatas, que estarán cortadas en rodajas como si fuéramos a hacer una tortilla de patatas. Dejamos que se vayan haciendo con el fuego aun lento a su amor para que se ablanden.

Ya cuando valores que queda poco tiempo, añadimos los pimientos cortados en daditos, dejamos que se terminen de hacer las patatas y retiramos. Si vemos que ha quedado mucho aceite podemos retirarlo.

Empezamos a verter en la sartén la salsa de tomate. Corrigiendo la acidez con azúcar y sal a nuestro gusto (echa poca sal, no te preocupes si queda sosa la salsa, pues el bacalao resulta muy salado y podríamos cargarnos la receta). Cuando ya esté bien frita volcamos todo el contenido de la sartén en la cazuela. Poniéndola en el fuego para darle el último hervor, salpicándolo con perejil bien picadito. Solo faltara servir.

Consejos:

Esta receta se podría hacer sin cazuela de barro, pero nunca tendría el mismo sabor que con ella. Ya que por la masa de esta resulta casi imprescindible su uso para que el bacalao deje soltar al cocinarse una gelatina especial que poseen los pescados, que es la que hace que la salsa engorde.

Marrajo al estilo de Cedeira

Marrajo al estilo de Cedeira

El marrajo es una variedad de tiburón muy abundante en la costa de Galicia. Su carne es parecida a la del cazón (no son lo mismo digan lo que digan) o a la tintoreta y en muchos sitios se le conoce como la ternera del mar. Enla Villa de Cedeira, un pueblo costero de la costa Coruñesa, tienen mucha fama y tradición los platos de marrajo que cocinan en sus mesones.

Cómo suele pasar en estos casos, cada mesón presume de ser el que tiene la mejor receta. Para gustos los colores. Yo transmito una receta que a mi me encanta aunque claro está, no he comido marrajo en todos los mesones.

Ingredientes el marrajo al estilo de Cedeira.

(4 personas más o menos)

1,5 Kgde marrajo sin espina ni piel

Harina

Pimentón picante

Pimienta negra

Comino

Tomillo (mejor fresco)

Vino blanco, un vasito

Ajo

Perejil (mejor fresco)

Sal

Aceite de oliva abundante

Acompañamiento:

Salsa alioli casera

1 diente de ajo (dos si te gusta muy fuerte)

1 huevo y una yema

Sal

Vinagre (al gusto, yo le pongo una cuarta parte del vaso del aceite como mucho)

Aceite de oliva, un vaso grande

Preparación del marrajo al estilo de Cedeira

Preparación del pescado:

En el vaso de la batidora ponemos el vino blanco, el pimentón, la pimienta, un toque de comino y otro de tomillo y lo batimos hasta que todo quede deshecho. Utilizaremos esto como aliño. Cortamos el marrajo en cuadrados y lo ponemos en adobo de un día para otro.

Al día siguiente ponemos el aceite a calentar. El pescado se pasa por la harina y se fríe con el aceite muy caliente para que quede dorado y crujiente por fuera, pero no quede seco por dentro. A veces, para variar, lo rebozo también con huevo. Es conveniente dejarlo escurrir en papel de cocina para que no quede aceitoso. En el mismo aceite freímos las hojas grandes del perejil fresco y las servimos con el pescado. Se puede utilizar una ramita cruda para adornar.

Preparación del alioli

Ponemos todos los ingredientes en el vaso de la batidora y comenzamos a batir sin mover el brazo hasta que emulsione. Subimos despacio el brazo de la batidora para que no se corte. Acabamos subiendo y bajando el brazo hasta que veamos que está listo. La salsa se sirve a parte para que cada cual añada la que quiera.

Se puede acompañar el pescado con una ensalada de lechuga y tomate clásica.

Rodaballo al horno

De entre los muchos pescados que he tenido el gusto de probar, debo reconocer que este es de los mejores junto con el mero. En este caso, os voy a presentar este manjar de los mares, que se llama rodaballo.

Si no lo habéis probado y donde vivís tienen el rodaballo a buen precio, por ejemplo yo vivo en Galicia y lo encuentro a 17-18 euros el kilo, y la verdad es que está a muy buen precio pues no es de piscifactoría sino pescado en el mar, todo un lujo al alcance de cualquier gallego.

Os voy a explicar cómo hago el rodaballo el horno, y la verdad… ¡¡sale riquísimo!!

Por cierto, Cuando traigamos el rodaballo o rodaballa (como dije antes es mejor así, pues ahora llevan huevas), la pescadera/o os habrán preparado el pescado pero aún así es bueno lavarlo bien y luego dejarlo un rato escurrir. Si tiene huevas es mejor decir en la pescadería que se las saquen antes de cortas pues sino te vendrán bien cortadas y no es lo mismo.

Ingredientes

1 rodaballo (cuanto más grande mejor y si es femia (hembra) aún mejor pues en esta época de abril a mayo es cuando mas huevas llevan, y están riquísimas)

1 cebolla bien picada

1 zanahoria

Algo de sal

Aceite

Patatas cortadas en rodajas

2 ajos cortados en láminas

Preparación

Cortaremos la cebolla muy bien picada en dados, también cortaremos los ajos en láminas y la zanahoria le quitaremos con el pelador la piel y la cortaremos en 4 o 5 trozos más bien grandes, si queremos y nos gustan mucho podemos poner 2 zanahorias.

Si nuestra bandeja del horno no queremos que nada se quede pegado y pasarnos horas limpiándola, poniendo papel de horno, conseguiremos que nada se pegue y además queda mucho mejor.

Pondremos papel de horno que cubra toda la bandeja del horno, pondremos primero antes del papel un poco de aceite y después el papel para que quede pegado y no ande incordiándonos moviéndose o levantándose. Una vez hecho este paso, pondremos aceite por encima. Seguidamente vamos a poner la cebolla, los ajos y la zanahoria y encima de ello pondremos las patatas en rodajas, pero sobretodo la parte de abajo ha de estar llena de cebolla, puesto que así las patatas quedan mejor y no se queman.

Encima de las patatas pondremos las rodajas de rodaballo y otro poco de aceite por encima muy ligeramente. De último le vamos a echar un vaso de vino blanco.

Lo tendremos en el horno a 180 grados, durante 30 minutos, pero ya sabéis que cada horno es un mundo y que vamos a tener que vigilar y también ir echando la salsita que va haciéndose por encima del rodaballo para que no se queme y se seque, que entonces ya no estaría riquísimo.

Cuando haya pasado media hora o el tiempo que le lleve hasta hacerse bien, pues pinchamos con el tenedor o cuchillo y sale fácilmente, lo sacamos del horno lo ponemos en los platos  y a comer!!!

Ya veras como si haces este plato tu familia te lo va a agradecer de por vida

Como truco final decir, que si queréis también le podéis poner unas rodajitas de limón por encima o ya en el plato cada uno se eche limón si quiere.

Hamburguesa de arroz y lentejas

No me preguntes en qué programa, pues no estoy seguro, pero sí sé que aprendí a cocinar esta receta gracias a la televisión y tengo que reconocer que es de las pocas cosas que he de agradecerle a la “caja tonta”. Y cuando, no hace mucho, la he probado. He decidido que tenía que compartirla contigo. Vamos a ver qué necesitamos:

Ingredientes:

Para empezar, y puesto que la hamburguesa será a base de arroz (redondo) y lentejas, pesaremos doscientos gramos de cada uno. También vamos a utilizar una cebolla, un puerro, una cebolleta, una zanahoria (espera, que respiro).

Hamburguesa de arroz y lentejas
Hamburguesa de arroz y lentejas

Sigo: un diente de ajo, un vaso de salsa de tomate, una cucharada de salsa de soja y otra de salsa inglesa, agua, aceite de oliva virgen extra, sal y una hoja de laurel. Vale, sí: son muchas cosas, pero verás lo fáciles que encontrar que son todas en el súper.

Preparación

Comenzamos introduciendo en una cazuela las lentejas, la cebolla, una hoja de laurel y el puerro. Lo cubrimos todo con agua y dejamos que se cueza durante media hora, más o menos, tiempo tras el cual lo sazonaremos todo. Cuando estén blandos, retiramos la cebolla, el puerro y el laurel. Ahora, escurrimos y reservamos, por un lado, el caldo; por el otro, las lentejas.

Es el momento de pelar y picar la cebolleta y la zanahoria muy finitas y las ponemos a pochar con un poco de aceite de oliva. Sazonamos y reservamos.

Ponemos el diente de ajo machacado y pelado en una cazuela, al que también añadimos un chorro de aceite. Agregamos el arroz, lo rehogamos un poco. Vertemos el doble de agua que de arroz, más una “propinilla”. Lo dejamos cocerse durante un cuarto de hora, más o menos.

Llega el momento de mezclar lentejas, arroz y verduras pochadas. Amasamos hasta que se quede una masa homogénea (si queda muy suelta, podemos añadirle un poco de pan rallado). Ahora, nos mojamos las manos para que no se nos peque la masa y formamos 8 hamburguesas, que disponemos sobre un plato untado de aceite. Las freímos en una sartén con otro chorrito de aceite, como cuatro minutos por lado.

Para la salsa, podemos reducir en un cazo el caldo de las lentejas con la salsa de tomate, la de soja y la inglesa. La ración normal, para estas cantidades, es de dos hamburguesas por persona y lo ideal acompañarlas de salsa de tomate para decorar.

Recuerda:

Doscientos gramos de lentejas

Doscientos gramos de arroz redondo

Una cebolla

Un puerro

Una cebolleta

Una zanahoria

Un diente de ajo

Un vaso de salsa de tomate

Una cucharada de salsa de soja

Una cucharada de salsa inglesa

Agua

Aceite de oliva virgen extra

Sal

Una hoja de laurel

Se trata de una receta de dificultad media en la que emplearas sobre 45 minutos.

Aleta rellena

Este plato es de un viejo recetario de mi madre, suele ponerlo en comidas copiosas. Por lo cual es un plato fuerte. Ideal para celebraciones o fiestas varias. Acompañado con varios purés ( de patatas o zanahoria) o salsas. Es un poco elaborado, pero tiene una buena presentación y da para varios comensales. Ideal si quieres ser el anfitrión ideal de tus invitados.

Típica receta que puedes dejarla preparada de un día a otro, de modo que toma nota y, si lo prefieres, tómatelo también con calma..

Ingredientes:

1 kg de aleta

200 gr de carne picada

2 huevos

100 gr de tocino

1 pimiento morrón

50 gr de aceitunas deshuesadas negras

1 cebolla

2 dientes de ajo

1 copita de coñac

Un poco de  sal

Una pizca de pimienta

Preparación:

Pide al carnicero que abra la aleta si no sabes hacerlo tu mismo. Y aprovecha los recortes para el relleno que aquí no se tira nada. Extiende la aleta, salpimiéntala y pon en el centro la carne picada.

Bate con fuerza los dos huevos y prepara una tortilla francesa que quede muy cuajada o seca, que viene a ser lo mismo. Córtala por la mitad en sentido longitudinal y coloca los dos trozos a cada lado de la carne picada.

Añade tocino cortado en tiras. Lo harás mejor si calientas previamente el cuchillo. Incorpora también los pimientos morrones, trocéalos de la misma manera. Si son de lata estrujarlos antes y si son naturales debes pelarlos.

Por ultimo, incorpora las aceitunas. Trocéalas para que el relleno quede más fino y procura que estén bien distribuidas. Si están rellenas de anchoas mucho mejor.

Empieza a enrollar la carne. Apretando fuerte con las manos y cuida que no se desprenda el relleno.

Ata el rollo con hilo de cocina, sujetando bien la pieza para que quede con buena forma.

Pon la carne y la cebolla en una cazuela, 6 cucharadas de aceite; dora los ajos pelados y vierte el conjunto sobre la carne.

Enciende el horno, mete la cazuela, dora la carne y déjala durante 2 horas. A media cocción baña la carne con coñac. No olvides rociarla de vez en cuando con el jugo.

Recuerda:

Te conviene dejar reposar la carne antes de trinchar. Pasa la salsa de la bandeja por el pasapurés o chino. Puedes adornarlo con puré de patatas y/o verduras salteadas.

Cantidad:

Una paleta suele dar para 4 Raciones

Tiempo de preparación:

25 minutos

Tiempo de cocción:

50 minutos

Listo en :

1 hora y 15 minutos

 

 

 

Merluza al horno, un plato sano y fácil de cocinar

el pescado es un alimento son que debemos comer varias veces a la semana, según nos recomiendan los médico. Pero hay muchas personas a las que el pescado propiamente dicho no les apasiona demasiado, sobre todo cuando se cocina sin ningún tipo de aliño o condimento.

Pero tranquilos, que para todo hay solución. Hoy os traemos una rica receta para cocinar uno de los pescados más populares en la mayoría de nuestras casas, la merluza, que preparada al horno se convierte en un plato exquisito. Así podremos disfrutar de todas las propiedades del pescado sin renunciar a un rico sabor.

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Acelgas en blanqueta

Las acelgas, al igual que las espinacas (a su vez como el resto de verduras de color verde oscuro) son muy ricas en betacarotenos. Unos componentes que puede que no te suenen mucho, pero que dentro de tu organismo se trasforman en vitaminas A.

Hace poco me entere que estas verduras verde oscuras son grandes aliadas para el hígado. Por lo cual favorecen y son muy recomendables para las personas que padezcan alguna dolencia o alguna clase de infección puntual. Ya que ayudan a depurar y limpiarlo de toxinas.

No os voy a mentir, no conozco a muchas personas que las acelgas les pirren. Pero si es verdad que hay truquitos para que nos resulten más atractivas a la vista y al gusto. Como la receta de hoy, la que le gustara a grandes y pequeños. Espero que os resulte de gran utilidad.

Ingredientes para 4 personas:

1 kg de acelgas

½ l de aceite

2 cucharadas de mantequilla

2 cucharadas de harina

1 cucharadita de nuez moscada

Queso rallado

Sal

Preparación:

Empezamos esta receta limpiando bien las acelgas. El modo más sencillo de hacerlo es poniendo las acelgas debajo del chorro de agua del grifo. Escurrirlas bien y a continuación trocearlas. Una vez cortada las acelgas, es conveniente cocinarlas enseguida, para que no pierdan ninguna de su propiedades.

De tal forma, las coceremos en una olla con agua, sal y un chorrito de aceite. Más o menos lo que sería en su propio jugo.

Mientras que se hace las acelgas, vamos preparando en otro cazo lo que será la salsa que envuelva las acelgas, lo que llamamos blanqueta. Para ello calentaremos este segundo cazo la leche con mantequilla.

Cuando se empiece a mezclar este segundo contenido del cazo, sin dejar de remover una cuchara de madera, espolvoreamos en su interior la harina. Seguimos removiendo sin bajar el ritmo constante. Esto evitara que se formen grumos y la salsa se quede suave. Sazonamos a neutro gusto y le damos un toque con la nuez moscada.

Escurrimos las acelgas, que las teníamos reservada tras su cocción. Retirado el máximo posible de agua, colocamos en una cazuela de barro. Retiramos la salsa del fuego y recubrimos toda la cazuela y las acelgas con esta salsa blanca fina. Terminamos cubriendo todo con una capa de queso rallado.

Para finalizar, metemos la cazuela al horno, lo que conseguirá que el queso se gratine y le dé un toque más cremoso y crujiente. Este tiempo suele ser de 5 minutos. Una vez que este gratinado a nuestro gusto, sacamos la cazuela  y lo servimos a una temperatura moderada.