Chipirones rellenos

Vas a quedar como un señor. O como dos. Hoy te presentamos un primer plato es-pec-ta-cu-lar ¡Chipirones rellenos! Si es que hasta el nombre sabe bien. Te lo van a agradecer todos (menos los chipirones), ya lo verás.

Además, a poco que tengas dos manos y un nivel de cocinero suficiente para diferenciar el grifo un balón de baloncesto, encontrarás que es muy fácil elaborar una receta cuya única dificultad radica en no hacerla todos los días. Así de buenos están estos chipirones rellenos.

Chipirones rellenos
Chipirones rellenos

Ingredientes:

Comienza por sacar un kilo y cuarto de chipirones de la nevera (si los guardas en otro sitio tienen la costumbre estropearse: son así de exigentes); toma también un par de cebollas, un bote de tomate triturado y media docena de dientes de ajo.

También te va a hacer falta una rebanada de pan, 100 cc de aceite de oliva (un poco más de un tercio de un vaso normal), 3 decilitros de vino blanco (lo que cabe en una lata de refresco, más o menos), tinta de calamar y 100 gramos de jamón picado.

Preparación:

Vamos a empezar preparando el relleno, para lo que, primero, limpiaremos los chipirones y reservaremos, de un lado la cabeza y de otro las patas. Aprovecha para salar ambas partes. Ahora fríe media cebolla picada muy menuda, a la que le añadirás las patas, también picadas y el jamón. Ponle un cuarto del vino blanco.

Seguimos adelante, preparando la salsa: en otra sartén, dora la rebanada de pan y los dientes de ajo. En cuanto estén doraditos –que no quemados-, añades la cebolla que te faltaba, también muy picada ¿A que huele bien?

Ahora viene la parte que distingue a los cocineros con dos manos de los que cocinan como si no las tuvieran: mete el relleno dentro de las cabezas de los chipirones, ciérralas con un palillo y ponlas en la salsa. Es el momento de añadir el resto del vino y la salsa de tomate.

Haz un poco de ejercicio: machaca los ajos, con el pan y la tinta, en el mortero, mézclalo todo bien y ponlo encima de los chipirones. Déjalo todo durante cincuenta minutos, más o menos, a fuego lento. Entretanto, si quieres hacerte una guarnición, cuécete un poco de arroz.

Recuerda:

1250 gr. de chipirones

2  cebollas

1 bote de tomate triturado

5 o 6 dientes de ajo

1 rebanada de pan

100 cl. de aceite de oliva

3 dl. de vino blanco

tinta de calamar

100 gr. jamón picado

Como ves, se trata de una receta fácil en la que apenas invertirás una hora.

Alitas de pollo agridulces

¿Te dicen que tu comida se recude tres sabores: salado, picante y dulce? ¿Te han amenazado con que, como vuelvas a poner algo frito encina de la mesa, hoy duermes en la bañera? Cada vez que te toca cocinar tu familia acaba llamando al Telechino? No te preocupes: te traigo la solución.

Si quieres cambiar un poco el sabor al que tienes a todos acostumbrados –y del que están ya muy aburridos-, sigue los pasos de esta receta de aitas de pollo agridulces. Ponte el gorro y el delantal, que nos vamos a la cocina.

Alitas de pollo agridulces
Alitas de pollo agridulces

Ingredientes:

Saca de la nevera doce alas de pollo… ¿Por qué doce? Mira, si vas a empezar a preguntarme por todo lo que hagamos, lo dejamos estar, ¿eh? Doce para que toquemos a tres cada uno ¿Contento?

También nos hará falta una zanahoria y 200 gramos de arroz inflado (no: no vale que le soples al arroz que tienes en la bolsa: ya tiene que venir inflado “de serie”). Precisamos también dos cucharadas de salsa de soja, otras dos de miel y un par de naranjas. Ten mano también aceite virgen extra, pimienta, sal y perejil.

Preparación:

Para empezar, arregla las alitas. No es que estén estropeadas, es que hay que quitarles, si les quedan, plumas o tubitos y eliminar la punta del ala. Corta cada una de ellas en tres trozos, Eso es: muy bien.

Ahora, salpimenta las alitas y ponlas en una fuente de horno. Echa por cima el aceite de oliva y ponlas en el horno precalentado a unos 200º. Si quieres que te queden crujientes, usa el gratén. Tarda entre diez y quince minutos.

Aprovecha el tiempo: mientras la carne está en el horno, pon un cazo a fuego lento con un poco de aceite, soja, el zumo de las naranjas y la miel. Déjalo cocer hasta que reduzca un poco que será cuando añadas la zanahoria, pelada y rallada.

En una sartén aparte (quien venga detrás fregando los cacharros se va a mosquear un poquito, si no limpias un poco mientras cocinas), con unas gotitas de aceite pon a tostar el arroz inflado.

Cuando vayas a servirlo, echa la salsa a las alitas  y colócalas sobre el arroz Si quieres “vestir” un poquito más el plato, échale perejil picado por encima.

Receta de rollo de tortilla

En esta ocasión, os proponemos que preparéis una receta que mezcla lo más típico de la gastronomía española con algunos elementos originales que la convierten en un plato diferente pero, a la vez, exquisito.

Os hablamos del rollo de tortilla, una comida donde abunda la variedad de ingredientes que seguro que os encanta, ya que puede presumir de tener un excelente sabor fruto del uso de los productos más típicos de estas tierras.

Ingredientes: 6 huevos, 150 gramos de jamón serrano cortado en finas lonchas, 3 quesitos, una docena de aceitunas negras, 2 cucharadas de pasta de anchoas, berros, perejil, sal, aceite y pimienta.

Preparación: para empezar a preparar esta receta, cogeremos un bol en el que batiremos los huevos. Una vez que estén perfectamente batidos, les echaremos una pizca de sal.

A continuación, calentaremos aceite en una sartén y le añadiremos los huevos que acabamos de batir para hacer una tortilla.

Una vez que esté lista, la apartaremos y empezaremos a lavar y a picar el perejil para, acto seguido, cortar el jamón serrano en pequeños tacos. Ahora, pelaremos los quesitos y los machacaremos con un tenedor y verteremos todos estos ingredientes dentro de otro bol al que añadiremos la pasta de anchoas para, después, proceder a mezclar todos estos productos.

Para llevar a cabo el siguiente paso, recuperaremos la tortilla que hemos preparado hace un rato y verteremos esta mezcla sobre ella, de tal modo que quede extendida uniformemente. Cuando hayamos terminado de aplicar esta capa sobre la tortilla, la enrollaremos sobre ella misma y la cubriremos con un papel de aluminio para introducirla en el frigorífico, donde deberá permanecer durante unas dos horas.

Finalmente, la cortaremos en rodajas y la colocaremos sobre varios platos que adornaremos con las ramitas de berro. ¡A disfrutar de la buena gastronomía!

Receta de patatas rellenas

 

 ¿Eres un gran amante de los tubérculos y disfrutas degustando unas ricas patatas? ¡Entonces esta receta te va a encantar!, ya que en ella se mezclan estos ricos ingredientes de la tierra con embutidos tales como el queso y el jamón para crear unas riquísimas patatas rellenas.

Así que, aunque no nos encontramos ante un plato apto para aquellos que están siguiendo una dieta especial para perder algunos quilitos, no es malo darse un caprichito de vez en cuando, por lo que te animo a que disfrutes al máximo de la cocina preparando esta deliciosa receta. ¿Te apetece?

Ingredientes: 4 patatas medianas, 100 gramos de queso cremoso, 100 gramos de jamón york, 60 gramos de mantequilla, sal y pimienta.

Preparación: lo primero que haremos será lavar las patatas y, sin pelarlas, envolverlas en papel de aluminio para meterlas en el horno, donde deberán permanecer hasta que se reblandezcan un poco.

Una vez que estén hechas, retiraremos el papel de plata y las cortaremos por la mitad a lo largo, no a lo ancho.

A continuación, sacaremos la pulpa de estos tubérculos y guardaremos las cáscaras para poder utilizarlas más tarde.

Acto seguido, mezclaremos la pulpa que acabamos de retirar con la mantequilla hasta que ambos ingredientes se fusionen.

Después, cortaremos el queso y el jamón en trocitos muy pequeños y los mezclaremos con la pulpa de las patatas.

Para llevar a cabo el siguiente paso, sazonaremos la mezcla con la sal y la pimienta y rellenaremos las cáscaras que hemos dejado apartadas previamente con esta mezcla.

Ahora que ya tenemos las patatas rellenas, volveremos a juntarlas uniendo ambas mitades y las envolveremos de nuevo en papel de aluminio para volver a introducirlas en el horno, donde deberán permanecer unos minutos más.

Finalmente, una vez que estén hechas las retiraremos del horno y serviremos el plato bien caliente. ¡Para chuparse los dedos!