Crema de marisco con rape

Hoy te traemos lo mejor del mar a tu mesa. Una receta sabrosa y ligera de esas que  nos sirven para entonar el cuerpo, algo que nos vendrá muy bien para estos primeros días de primavera. Sabemos que las cremas y caldos pueden resultar complicadas, pero te aseguramos que esta te va a resultar más sencilla de lo que piensas.

Ingredientes para 6 personas:

500 g de rape

1 cabeza de merluza

24 gambas

12 almejas

½ cebolla

1 zanahoria

1 puerro

2 dientes de ajo

1 dl de aceite (unas 18 cucharadas)

6 cucharadas de vino blanco

8 cucharadas soperas de harina

1 cucharada sopera de pimentón

½ guindilla

Sal

Preparación:

Pelar y picar los ajos, la cebolla, la parte blanca de los puerros y la zanahoria. Mientras herviremos los tomates 2 minutos hasta que queden escalfados y podamos pelaros. Reservar.

Limpiamos las almejas y empezamos a pelar las gambas, reservaremos la cabeza y las cáscaras para utilizarlos más adelante. Trocear el rape en trozos muy pequeños.

Cogemos la parte verde del puerro y la echamos en un cazo con 2 litros de agua. Lo ponemos a hervir y cuando rompa añadiremos la cabeza de la merluza. Dejamos que hiervan juntos durante 15 minutos.

Freímos la cebolla, el ajo, la zanahoria y la parte blanca del puerro. Cuando este empezando a dorarse los trozos, echamos las cabezas y las cáscaras. Removemos durante unos minutos y añadimos un chorreón de brandy para flamear la mezcla. Después echamos la harina junto con el pimentón.

Ponemos a fuego lento y removemos unos minutos sin dejar de remover. Vertemos el tomate y vino blanco. Una vez mezclado bien añadimos la guindilla. Manteniendo el fuego lento dejamos cocer 20 minutos meneando la cacerola de vez en cuando.

Cogemos el caldo resultado de la cabeza de merluza junto a los puerros y lo añadimos a la cacerola la mitad y dejamos hervir.

Freímos los trocitos de rape durante 3 minutos y los dividimos en dos platos. Batiremos el resto del caldo que nos queda junto a los platos. Lo echamos a la cazuela y lo dejamos hervir 5 minutos. Pasándolo por un pasapurés. Sazonamos mientras hierve.

Freímos ligeramente las gambas junto a las almejas. Cuando estas últimas se abran retiraremos la sartén del fuego.

Por ultimo solo nos quedaría añadir estos dos últimos ingredientes a la mezcla final cociéndolo todo unos 5 minutos. Rectificaremos el punto de sal si lo vemos necesario.

Serviremos caliente.

Ya lo ves: sencillo y delicioso. Claro que, no te esperarías menos, ¿verdad?

Sopa de pescado y marisco, ¡qué manjar!

Para a los que el pescado nos gusta más que a un tonto un lápiz, esta receta nos gusta muchísimo. Si os hablo sinceramente, es uno de los platos que más me gustan junto con los chipirones en su tinta y las cocochas. A los carnívoros, os invitaría a probar este plato de rechupete que seguro os hará cambiar de opinión sobre los platos del mar.

Según la región de España, cada sopa tendrá una característica distinta. En el País Vasco por ejemplo se le añade pan de «sopako«. Como su nombre indica en euskera es pan para la sopa. Es una pistola de pan muy tostada que intensifica ese color amarronado que le dan otros ingredientes.

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Un comida para niños problemáticos

Hace unos días, al dar un paseo con mi perro, estuve observando la salida de los niños de un colegio cercano a mi casa. Vi la cara de desesperación de una madre dándole la merienda a su retoño. Por lo que pude ver, era un sándwich de jamón york, y no me pareció que fuera algo que a los niños no les gustase, pero pensé que posiblemente fuera un niño problemático a la hora de comer.

Hay que tener en cuenta que la comida para los niños debe ser nutritiva, sabrosa y sobre todo muy atractiva.  Es verdad que hay niños que comen hasta lo que no hay, estos niños también son problemáticos a la hora de comer ya que hay que frenarles para que no coman tanto.  Aquí os doy alguna idea para que estos problemas desaparezcan cuando vayan a comer.

Fishburger

Hamburguesa de Pescado

Ingredientes:

¼ de kg. de gambas cocidas pequeñitas

½ Kg. de salmón o merluza

1 huevo

Leche

Sal

Perejil

Queso para fundir

1 rebanada de pan integral de molde

Pan de hamburguesa

Preparación:

En un recipiente coloca un poco de leche e introduce la rebanada de pan integral de molde. Deja que el pan absorba la leche durante un rato y reserva. Mientras, coge un bol e introduce las gambas cocidas ya peladas, reserva.

Limpia el salmón o la merluza y quítale todas las espinas, que quede completamente limpio, desmenúzalo y agrégalo al bol donde ya están las gambas peladas. Agrégales un poco de sal y perejil, de nuevo, reserva.

A este bol donde tienes el pescado y el marisco agrégale el pan de molde y añade el huevo completo, mézclalo bien para que se unan bien todos los ingredientes, formando una masa compacta.  Coge la masa y haz una hamburguesa.

Calienta una sartén a fuego medio y échale un chorrito de aceite. Cuando esté bien caliente, agrega la hamburguesa y cuando esté medio hecha ponle una loncha de queso para fundir para que se vaya deshaciendo y retírala cuando ya esté cocinada.

Prepárala como una hamburguesa normal, añadiendo un poco de mayonesa (no mucha) y salsa de tomate (si es natural, mejor) y acompáñala con una ensalada o patatas fritas.

El pescado es unos de los alimentos que hacen poca gracias a los niños, sin olvidarnos de las verduras que también les cuesta comer.  Si les dices a tus niños que comerán hamburguesas, ya se estarán frotando las manos de la deliciosa comida que van a ingerir, la sorpresa es que no saben que es de pescado.

Fabes con angulas

Mira tú por dónde, que tengo la impresión de que no soy el único al que se le hace la boca agua sólo con mencionar el nombre de la receta. He probado las fabes (alubias, en Asturias) acompañadas de muchas cosas –muy recomendables las almejas-. Pero estoy seguro de que difícilmente voy a olvidar haberlas comido con angulas.

Se trata de un plato con ingredientes relativamente fáciles de encontrar en el que la dificultad radica en no comérselo mientras lo estamos elaborando, porque además olerá toda casa a comida deliciosa. Que no siempre iba a provenir de la casa de tu vecina ese olorcillo que despierta el apetito hasta en las estatuas del parque.

Fabes con angulas
Fabes con angulas

Ingredientes:

Vamos a la cocina, donde disponemos 6 cucharadas de oliva con un grado de acidez de 0’4º (ponlas en un cuenco, no dejes seis cucharas encima de la mesa). Coge también 6 dientes de ajo, 1 kilo de alubias blancas, 200 gramos de angulas, 50 de cebolla, una hoja de laurel, un ramito de perejil y una pizca de sal.

¿Ya? Pues vamos.

Preparación

Pon las alubias en remojo toda la noche ¿Cómo que eso se avisa antes? Cualquier legumbre debe pasarse la noche en remojo, hombre. Menos mal que traigo yo unas que ya han estado en agua. Anda. Úsalas.

Quítales el agua del remojo y échalas con el ajo, la cebolla, el perejil, la sal y un chorrito de aceite. Ponlas a cocer, tapadas, a fuego lento… Chup, chup… cuando estén cocidas, bájale aún más el fuego. Vamos con las angulas:

Echa el resto del aceite a una cazuela con 4 dientes de ajo cortados en láminas. Cuando éstos se hayan dorado (que no quemado), añadimos las angulas o, en su defecto, las gulas, ya sazonadas. Fuego medio. Cuchara de madera para revolver constantemente. Cuando las (an)gulas chisporroteen, las retiramos.

Añadimos el producto de mar (así me ahorro decir continuamente “angulas o gulas” sobre las alubias, que están ahí esperando, mirándote con carita de pena, como diciendo “echa ya las gulas porfa, porfa, porfaaaa…”. Revolvemos todo y dejamos que cueza un par de minutos más. Lo sacas, lo dejas reposar un momentito y lo sirves caliente.

Recuerda:

6 dientes de ajo

1 kilo de alubias blancas

6 cucharadas de aceite de oliva de 0.4º

200 gramos de angulas (o gulas)

1 hoja de laurel

50 gramos de cebolla

1 ramito de perejil

1  pizca de sal

En hora y media estará listo este plato de dificultad intermedia con el que probarán, repetirán y querrán más.

Lomos de salmón con salsa de queso a las finas hierbas

Hoy vamos a comer pescado. Que sí, hombre, que ya verás qué bueno. No me vengas con excusas de que tiene espinas, que son lomos de salmón, de modo que van a ser muy poquitas las que te encentres…

Y eso de que no te gusta el pescado es porque aún no has probado el pez que te encanta o porque no lo has cocinado de una manera que te quedes con ganas de repetir la receta. Tú, créeme: con esta receta no sólo quedarás estupendamente si tienes invitados sino que es de las que hacen afición. Al pescado y a cocinarlo. Anda, ponte el mandil y entra en la cocina.

Ingredientes:

Vas a necesitar cuatro lomos de salmón, con su piel y todo, una tarrina de queso a las finas hierbas –del tipo Philedelphia, aunque, si lo prefieres, los supermercados suelen tener marcas blancas y la diferencia no es grande-. Dispón también de un cuarto de litro de leche, eneldo, pimienta y sal.

Preparación:

Lo primero que vas a hacer es la salsa, para lo que pondrás como 200 mililitros de leche en una cazuela y los calentarás a fuego medio hasta que rompan a hervir, momento en el que bajas el fuego al mínimo y añades el queso para que se vaya fundiendo. Entretanto, añade algo de eneldo (a tu gusto) a la salsa.

Cuando haya terminado de fundirse el queso, rectifica de sal y mantén la salsa sobre el fuego al mínimo mientras preparas el salmón. En caso de que el moje te hay quedado espeso, añádele un poquito de leche para que se suelte, pero luego debes rectificar de sal otra vez para que no te quede soso.

El salmón, antes de que se me olvide: salpimienta los lomos y espolvoréalos con un poco de eneldo. Hecho esto, ponlos en un recipiente apto para el microondas. Mételos y déjalos a una potencia normal durante cinco minutos. Luego, vas a ir comprobando cuándo pierden su tono rosado característico de cuando están crudos.

En cuanto veas que el pescado está hecho, ponlo en un plato y medio cúbrelo con la salsa. Acompáñalo con la guarnición que más te apetezca –arroz, ensalada…-, pero lo ideal es que saltees un poquito de trigo tierno con mantequilla.

Rercuerda:

Cuatro lomos de salmón con su piel

Una tarrina de queso a las finas hierbas

250 mililitros leche

Eneldo

Sal

Pimienta

Ya has visto que es muy fácil, que tendrás lista la receta en un cuarto de hora y que está mejor que estupenda.

Pescados: muy rico

El mar nos da una gran variedad de alimentos muy ricos y muy saludables, pueden ser preparados de mil formas y siempre quedaran exquisitos, este artículo tratará de darte algunas ideas fáciles de preparar.

Sardinas en Vinagre

Ingredientes:

1 kg. de sardinas

1 Ajo

Perejil

Vinagre blanco

Aceite de oliva

Sal

Preparación:

Primero que nada, si lo deseas, pídele a tu pescadero que te limpie todas las sardinas quitándole la espina central, pero si quieres hacerlo tú, te indicamos como hacerlo ya que es bastante sencillo, pero un poco laborioso.

Coges una tabla de cocina y a una de las sardinas y le quitas la cabeza, a continuación utilizas un chuchillo pequeño y muy afilado y haces un corte a lo largo y un poco profundo en la parte de la barriga. Con mucho cuidado, retira las tripas y coges la espina central con los dedos y vas retirando la espina con cuidado, ayudada con el cuchillo, ten cuidado -insisto- de no cortarte.

Al no tener espina, el pez quedará aplanado. Haz el proceso igual con todas las sardinas.  Cuando las tengas limpias del todo, pásalas debajo del grifo y déjalas escurrir.Mientras escurren, coge un recipiente un poco profundo, pones las sardinas ya escurridas y le agregas un poco de sal (no mucha), 1 cucharada sopera de perejil bien picadito, el ajo picado bien pequeñito, una cucharada y media sopera de aceite y cinco cucharadas soperas de vinagre.

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Déjalas macerar durante un día y medio en el frigorífico.  Puedes acompañarlas con aceitunas como aperitivo o un bocadillo de sardinas en vinagre está exquisito.

Calamares Rellenos

Ingredientes:

9 Calamares

1 Cebolla

½ Cerveza

Salsa de tomate casera

Pimienta

Perejil

Aceite y sal

Preparación:

Coge uno de los calamares, más los tentáculos y las aletas de los otro ocho y pícalos bien pequeños; agrégales un poco de perejil muy picadito, sal y pimienta y reserva. Coge la cebolla, la pelas y la cortas bien pequeño y calienta en una sartén con un poco de aceite y cuando este caliente agrega la preparación.

Cuando lo veas dorado agrégale 3 cucharadas soperas de salsa de tomate para hacer un sofrito. Cuando esté listo, apaga el fuego y deja que esté a temperatura ambiente y reserva.

Coges el resto de los calamares y los rellenas con el contenido de la sartén y os cierras con un palillo.  A un wok, le hechas un poquito de aceite y fríes los calamares rellenos. Deja que se vayan dorando y cuando estén un poco dorados échale ½ cerveza y déjalos cocinar hasta que se consuma un poco el caldo. Salpimenta a tu gusto.

Cazuela de mejillones y gambas

Los amantes del pescado y el marisco están de suerte hoy. Pues os traemos una rica receta, cazuela de mejillones y gambas, que además de ser un plato muy tradicional nos permite disfrutar de lo mejor del mar todo el año a un precio muy económico. Además de poder disfrutar de ella en cualquier época y momento del año.

Ingredientes para 4 personas:

2 kg de mejillones

500 gr de gambas peladas

2 pimientos morrones

1 cebolla

50 gr de pan rallado

3 dientes de ajo

1 cucharón de salsa de tomate o tomate triturado

1 dl de aceite de oliva

2 vasitos de vino blanco

1 hoja de laurel

Perejil

Pimienta

Sal

Preparación:

Comenzaremos limpiando los mejillones. El proceso es el siguiente: Primero se rallan con un cuchillo para quitar las barbas del mejillón, intentando quitarle todas. Se lavan con agua y sal. Y procedemos a darles un hervor en un cazo. Escurrimos los mejillones y con este caldo resultante de la cocción lo reservamos para después.

Podemos utilizar cualquier tipo de gambas. Podemos comprarlas crudas y cocerlas nosotros, o si lo preferimos comprarlas directamente y solo pelarlas para esta receta. Pudiendo utilizar, siempre que descongelemos, congeladas. Reservamos.

Mientras cuecen podemos aprovechar para trocear los pimientos morrones. Las cebollas las pelaremos y picaremos en trozos muy finos (si lo preferimos podemos rallarla), junto a los dientes de ajo bien laminados y el perejil, también muy picado.

Cogemos una sarten y vertemos algo de aceite. Cuando este este caliente rehogamos la cebolla con el ajo, hasta que se empiecen a dorar. En este momento recuperamos los mejillones que estarán ya bien escurridos, junto a un poco de su caldo. Echamos una hoja de laurel y el vino blanco. Probamos y salpimentamos con sal y pimienta a nuestro gusto.

Dejamos cocer hasta que se abran todos los mejillones. Una vez estén todos abiertos, los retiramos del caldo, quitamos la cascara superior del mejillón y los vamos colocando uno a uno en una cazuela amplia de barro.

En este caldo ahora echaremos los pimientos morrones, la salsa de tomate y algo de pan rallado, para espesar la salsa. Ponemos al fuego y sin dejar de remover dejamos cocer durante 10 minutos. Cuando pase este tiempo pasamos el resultado por la batidora hasta crear una salsa fina.

Echamos esta salsa sobre los mejillones colocados ya en la cazuela de barro, después añadiremos las gambas ya peladas, las que podemos colocar de manera decorativa a modo de presentación. Añadiendo algo de perejil picado, a nuestro gusto. Quedando la receta lista para servir y disfrutar.

 

Buñuelos de bacalao

Aunque el bacalao es típico de Semana Santa y esta ya ha pasado, no podemos dejar de disfrutar con este pescado tan sabroso. Hoy lo traemos en una receta que encanta a los grandes y la forma más original para que tus hijos coman pescado (lucha constante de las madres). Algo que tendrán fácil con estos ricos buñuelos de bacalao.

Es muy importante ir introduciéndoles a los niños el consumo de este pescado blanco, ya que tiene una alta dosis de proteínas que consiguen el desarrollo muscular, importantes en  niños y durante la adolescencia. Además se recomienda su consumo a madres durante el embarazo, para mejorar el desarrollo del feto, por su mayor aporte de nutrientes.

Además, contiene yodo, que aporta beneficios para el metabolismo y regula los niveles de energía y el correcto desarrollo de las células.

No sólo ayuda a los niños, ya que es un alimento que ayuda a controlar el colesterol además de tener fósforo e hidratos de carbono, que nos ayuda a vernos mejor, pues favorece la piel, el pelo y las uñas.

Ingredientes para 4 personas:

150 gr de bacalao

3 huevos

250 gr de puré de patatas

2 dientes de ajo

1 cebolla pequeña

1 cucharadita de levadura

Preparación:

Esta receta no se puede hacer in situ, ya que necesita un par de días antes para preparar el bacalao. La forma de hacerlo es desalando el bacalao, poniéndolo en agua e ir cambiándola varias veces al día.

Preparamos un puré con patatas y mantequilla, echándole un poco de leche. Una vez que lo tengamos, desmenuzamos el bacalao, rallamos la cebolla y la introducimos junto al ajo picado, perejil, la levadura y la yema de 3 huevos.

Mezclamos muy bien hasta tener una pasta compacta. Ahora sólo nos queda montar las 3 claras sobrantes a punto de nieve, las cuales iremos vertiendo en la masa poco a poco. Una vez esté todo bien mezclado, comenzamos a hacer con esta masa bolitas.

Ponemos una sartén con abundante aceite, para que se bañen bien las bolas. Cuando esté ya muy caliente iremos echando los buñuelos con cuidado para que se vayan friendo.

Cuando estén ya dorados, los sacamos, dejándolos en un plato cubierto con papel de cocina o servilletas de papel. Esto absorberá todo el aceite sobrante.

Solo nos queda servirlas en una bandeja. Un secreto que mejora la receta y la hace más atractiva es decorar los buñuelos con unos hilos de miel de caña. Os encantará a los ojos y al paladar.

Truchas a la cazuela

A veces la vida es cruelmente irónica: cuando tenía tiempo de sobras para pasarme la tarde en el río, pescando, era un verdadero incapaz en la cocina. Y ahora que he aprendido la diferencia entre una lavadora y un horno, no puedo sacar un par de horas para irme a pescar.

Por suerte, conservo las amistades de aquellos tiempos (no debo ser un mal tipo del todo). Y a alguna de ellas la enseñé a pescar. Tan bien la enseñé que ha sacado cuatro truchas de buen tamaño que ahora se supone que debo cocinar yo mismo para los cuatro de la pandilla. En fin: si hay que hacerlo, hagámoslo bien. Hoy, truchas a la cazuela.

¡Aaaa la cazuela!

 

Ingredientes:

 

Para empezar, claro, las cuatro truchas, qué ricas, así, fresquitas, que no saben lo que es el pienso. Dispongo también en la mesa un vaso de vino blando (de cuya botella no me resisto a echar un traguito, ya que nadie me ve); una hoja de laurel y una cucharada de perejil picado.

¡La sal! ¿Dónde he puesto la sal? ¡Ah! Aquí estaba. Si es que no pierdo la cabeza porque el pegamento que me pusieron en el cuello es del bueno ¿Qué más? Tres dientes de ajo, dos patatas, una cebolla y una pizca de azafrán.

Preparación:

Venga: manos a la obra: comienzo por limpiar y sazonar las truchas. Hecho esto, corto los ajos en láminas y los doro en una sartén. Así, sin que se quemen. Muy bien. Los paso a una cazuela. Acto seguido, corto y frío las patatas en la misma sartén. A la cazuela, a hacerles compañía a los ajos. Que se entiendan entre tubérculos.

Sin cambiar de sartén, frío la cebolla picada, la hoja de laurel y el azafrán… ¿Adivinas? ¡Aaaa la cazuela! Que es a donde van a ir a parar las truchas, ya troceadas y fritas (creo que empiezo a entender por qué se le llama trucha a la cazuela.

Con todos los ingredientes en la cazuela, dejo caer el vaso de vino blanco sobre ellos y permito que hiervan durante cinco minutos. Rectifico de sal, espolvoreo con el perejil y por fin dejo que mis amigos descubran qué es eso que huele tan bien.

Recuerda:

Cuatro truchas

Un vaso de vino blanco

Un chorrito de aceite

Una hoja de laurel

Una cucharada de perejil picado

Una pizca de sal

Tres dientes de ajo

Dos patatas

Una cebolla

Una pizca de azafrán

En poco más de media hora, estará lista esta sencilla receta.

Langostinos dos salsas

Un plato ideal como aperitivo, para festivos o simplemente para darle el gusto un día a familiares, amigos o, por qué no, a ti mismo. Puede hacerse en cualquier época del año siendo una receta  riquísima y muy práctica para hacer en épocas como la navidad, donde los mariscos nunca faltan.  O en épocas como en verano, siendo muy apetecible por ser un aperitivo fresquito y ligero.

Ingredientes para 4 personas:

1 kg de langostinos

½ l de aceite de oliva

2 huevos

1 limón

Sal

Vinagre

1 cebolla

1 cucharada de tomate concentrado

Una copita de brandy

1 copita de jerez

Pimienta negra recién molida

Pimienta verde

1 hoja de laurel

Preparación:

Cocer los langostinos en una olla con abundante agua, la cebolla pelada y cortada en rodajas, el laurel, los granos de pimienta verde, chorrito de vinagre y sal. Dejar enfriar los langostinos en la misma agua donde ya se han cocido.

Una vez que ya tenemos los langostinos cocidos, prepararemos las salsas.

Salsa de mayonesa al jerez: En un recipiente para batidora vertemos el huevo, el zumo de medio limón, un chorrillo de jerez, sal y pimienta al gusto. Iremos añadiendo el aceite mientras removemos hasta montar la mayonesa. Colocaremos en una salsera hasta dejar enfriar en la nevera.

Salsa de mayonesa al brandy: De la misma forma que la anterior pero cambiando el jerez por el brandy y añadiéndole el tomate concentrado. Lo colocaremos en otra salsera y dejaremos enfriar también en el frigorífico espolvoreándole pimienta negra al gusto.

Por último colocaremos lechuga en una bandeja, cortada previamente al estilo juliana. Pondremos encima los langostinos y al lado de la bandeja las dos salseras.

Consejos:

Los langostinos puedes comprarlos ya cocidos y así ahorrar tiempo. O si bien lo prefieres, en vez de ser cocidos también quedan riquísimos a la plancha, en ese caso solo tendrás que echar aceite sobre la plancha y una vez depositados los langostinos sazonarlos con sal o escamas de sal. Primero pasándolos por un lado y después sobre el otro. Se hacen en unos 5 minutos.

Conservación:

Los langostinos cocidos suelen aguantar no más de 2 días en la nevera, en un recipiente térmico bien cerrado.

Las salsas aguantan el mismo número de días que una mayonesa normal. Preferiblemente es preferible consumir en un máximo de 4 días.

Si ya sólo con decir «voy a preparar unos langostinos dos salsas» vasa quedar como un rey, imagínate lo que puede pasar cuando tus invitados prueben este plato.