Lomo de cerdo a la cerveza

Es fácil… Corrijo… Basta con que sepas diferenciar un fogón de una mesilla de noche para que te salga espectacularmente esta receta de lomo de cerdo a la cerveza. Los ingredientes son de lo más habitual en cualquier cocina; la elaboración, ya lo verás, puede hacerse con los ojos cerrados.

Ingredientes:

Para empezar, asegúrate de que tienes un kilo de chuletas de cerdo, medio litro de cerveza, medio kilo de cebollitas, pimienta blanca, aceite y sal ¿Qué? ¿Son o no son de lo más habitual estos ingredientes en cualquier casa?

Preparación:

Lo primero que vas a hacer es salpimentar la carne y dorarla en una cazuela con un chorrito de aceite. Que el aceite está calentito, para que se selle el exterior sin que se haga el centro de las tajadas, de modo que luego se “beban” la cerveza, a la vez que sueltan la esencia en la salsa.

Ahora, saca la carne a un plato (fuente, bol, tazón… tú mismo, pero sácala un momentito de la cazuela). En el aceite en el que has dorado la carne, echas las cebollitas, para que se doren también (reconoce que la cocina huele como si los ángeles se echaran perfume y se hubieran pasado por la estancia).

Ya doradas las cebollitas, incorpora de nuevo la carne y añade la cerveza. Baja el fuego y tapa la cazuela. Deja que se vaya cociendo durante una horita, tiempo en el que puedes darte una vuelta, tomarte un vino, relajarte, ver la tele, leer un libro… vivir.

Pasada la hora, retira la carne, pon cada ración de en un plato, rodeada de cebollitas y reduce la cerveza que queda. Reparte la salsa que se te queda una vez reducida la cerveza. Hala. Ya ves que es materialmente imposible que sea más fácil.

Recuerda:

Un kilo de chuletas de cerdo

Medio litro de cerveza

Medio Kilo de cebollitas

Pimienta blanca

Aceite

Sal

Como ves, es una receta facilísima que te llevará apenas unos minutos preparar, si no cuentas la hora de cocción.

Un detalle: Esta misma receta puede hacerse con pollo, carne de ternera para guisar… y sustituyendo la cerveza por vino, por Coca-Cola o, yo lo he probado y está buenísimo, con refresco de limón. Se trata de la prueba evidente de que en la cocina casi todo vale, de que es la imaginación la que debe mandar. Se trata, en fin, de una invitación a la creatividad, que es lo que hace de la cocina un arte.

 

 

Otra forma de comer cordero

En muchas casa es típico comer cordero por Navidad, el problema es que ya cansa un poco y tenemos que buscar nuevas fórmulas para que nos siga pareciendo el plato más exquisito del mundo. Creo que esta vez, hasta los incondicionales del cordero al horno se planteen cambiar de receta y además se chupen los dedos y se queden con ganas de más. 

La fórmula que os propongo es la de hacerlo acompañado de rico hojaldre y alguna sorpresa que otra que os explicaré a continuación. Es verdad que en la cocina se necesita un poco de maña y fundamento, pero estoy segura de que os va a salir perfecto y que los invitados querrán repetir y te pedirán la receta.

 

cordero
Cordero

Ingredientes:

– 1 pierna de cordero

– Un huevo o leche

– 50 gr de foie gras

– Un paquete de hojaldre

– Tomillo y romero (para quien el guste)

– Aceite de oliva

– Sal y pimienta

Elaboración:

El primer paso será quitarle la mayor grasa posible a nuestra pata de cordero. Podéis hacerlo vosotros mismos o pedirle a carnicero que os haga el favor de haceros el trabajo. Después doraremos la pierna de cordero para después meterla al horno. Una vez que ya hayamos marcado el cordero, lo sazonaremos con sal y pimienta.

Mientras hacemos este proceso, tendremos que encender el horno y precaletarlo a 200 º. Es muy importante que lo calentemos previamente porque de esa manera el horno ya estará a la temperatura adecuada desde que metemos el cordero.

En un plato pondremos el foie gras, el tomillo y el romero. Lo que tenemos que hacer en este caso es machacar el foie y mezclarlo con las hiervas. Una vez hayamos conseguido ligarlo bien, untaremos toda la pierna de cordero con esa mezcla.

Una vez hecho ese proceso, es la hora de usar el hojaldre. SI el hojaldre es congelado, se recomienda descongelarlo previamente para que después lo podamos manipular bien. Lo pondremos encima de la mesa sin quitarle el papel y envolveremos el cordero con ello. Para que las uniones nos queden bien y no se despegues es recomendable utilizar huevo o leche que podemos aplicar con una brocha.

Para que el hojaldre no se nos pegue a la fuente y lo podamos sacar sin problema, untaremos la bandeja con aceite o mantequilla y le añadiremos, sal, pimienta y un poco de tomillo. Para terminar, meteremos la pata de cordero en el horno ya caliente durante 30 minutos aproximadamente. El tiempo dependerá del tamaño de la pata. Después, solamente queda disfrutar del plato.

 

Pechugas de pollo rellenas

Las pechugas de pollo admiten muchos modos de ser cocinadas, son económicas y muy sabrosas, por eso son tan populares. Esta forma de cocinarlas admite dos versiones, la dietética, baja en calorías y la versión “Full Energy”, no apta para operación bikini. Pero de ambas formas son realmente deliciosas.

Ingredientes

Para dos personas:

Dos pechugas de pollo abiertas totalmente en un solo filete

Versión ligera:

– Una tarrina de queso para untar sin grasa

– Una manzana verde ligeramente ácida.

– Sal y especias al gusto

– Compota dietética para la guarnición

Versión “Full Energy”:

– 4 lonchas de Jamón York

– Queso de untar

– 4 lonchas de queso gruesas

– Pan rayado y huevo para rebozar

– Patatas fritas para la guarnición

Preparación

Versión ligera:

Salamos las pechugas y le ponemos sazonador para pollo. Untamos las pechugas de pollo con el queso sin grasa y sobre el queso podemos espolvorear un toque de orégano o cualquier otra especia que nos guste. Encima ponemos rodajas de manzana y la enrollamos. Una vez hecho el rollo lo envolvemos con plástico de cocina (film) muy apretado, que quede comprimido en el envoltorio y a su vez lo cubrimos nuevamente con papel de aluminio.

Colocamos las pechugas sobre una cesta para cocinar al vapor y cubrimos por encima con papel de plata para mantener mejor el calor. Lo colocamos sobre una olla con agua y dejamos que se haga en su propio jugo. Dependerá de lo que apure la cocina y lo gorda que sea la carne del pollo,  pero tardará aproximadamente 20 minutos.

Se deja enfriar y se desenvuelve. Se corta en rodajas una vez frío y se calienta un poco en el micro antes de servirse. Se le pone por encima una cucharada de compota dietética.

Versión “Full Energy”:

Salpimentamos las pechugas con las especias que más nos gusten o con un sazonador para pollo. Igual que en la primera versión untamos la carne del pollo con queso, aunque no tiene que ser dietético. El queso puede tener sabor o podemos añadirle ajo, finas hierbas etc. Colocamos dos lonchas de jamón York en cada pechuga y otras dos de queso grueso y doblamos las pechugas al medio.

Debemos de dejar el queso metido hacia el centro o al calentarse se irá por fuera. Las rebozamos en pan rayado y huevo y se fríen en aceite muy caliente y abundante hasta que estén doradas.

El botillo: para saciar al más exigente

Discutía –es un decir- no hace mucho con un amigo sobre qué es y qué lleva un botillo.  Claro que, gracias a las peripecias de la vida, yo jugaba con ventaja (mi vida es mía: no voy a contar nada más). El caso es que este producto, sólo apto para paladares duros y estómagos revestidos de amianto se hizo un hueco entre mis platos favoritos nada más probarlo.

Bien: la mitad de la discusión rondaba en torno a qué lleva el botillo. Y aquí la dejo zanjada tras consultar a la Indicación Geográfica Protegida (IGP) de Botillo del Bierzo: según la institución, éste ha de llevar al menos un 65% de costilla de cerdo y un 10% de rabo del mismo animal.

Queda al criterio de cada fabricante el añadirle lengua, carrilleras, paleta y espinazo en la proporción que quieran, siempre y cuando estos ingredientes no superen el 20% del producto final y ninguno de los cuatro suponga más del 50% de la “carne extra”.

Con sabor

A todos los componentes se le añade sal, pimentón, ajo, aditivos autorizados y otras especias naturales. Una vez embutido, tenemos esta bomba de sabor –y calorías-, orgullo de la comarca leonesa del Bierzo.

La segunda mitad de la discusión giraba en torno a cómo cocinar el botillo. Y, mira, ahí nos equivocábamos los dos al creernos ambos únicos poseedores de la verdad: el embutido en cuestión puede prepararse de diversas formas, aunque existe una tradicional que, por cierto, ninguno de los dos recitaba con exactitud:

Una receta de muchos siglos

Empezamos por poner a cocer el botillo, de unos 800 gramos, durante un par de horas con agua suficiente para que lo cubra. A media hora de que se cumplan las dos, agregamos cuatro patatas medianas, peladas y enteras, medio kilo de berza –puede valer repollo- y cuatro chorizos. Como se habrá evaporado buena parte del agua, añade de nuevo hasta que se cubra el embutido.

Para comprobar que está listo, pincha las patatas: si estas dejan entrar el tenedor con facilidad o se rompen casi con el roce, el plato está listo.

Existen, por lo que he podido ver, una buena cantidad de recetas, aunque, también por lo visto en mis investigaciones, esta que aquí te he dejado es la que se considera “tradicional”. En cualquier caso, se trata de un plato para satisfacer al más glotón, aunque, eso sí conviene comerlo con cuidado: ya ves que es muy fuerte.

Receta de pato a la naranja

Y ahora un pato a la naranja especial para @antoniodomingo en  #callosA pesar de que el pavo suele acaparar el protagonismo de las comidas y cenas de Navidad, el pato también es una excelente opción si quieres incluir en tu menú navideño un rico plato de carne algo más original y diferente que deleite el paladar de tus invitados.

Es por ello que queremos darte la receta del pato a la naranja, un plato exquisito y fácil de elaborar cuya carne, muy sabrosa y especialmente jugosa, hará que tu menú de Navidad sea todo un éxito.

Ingredientes: un pato limpio de alrededor de un quilo y medio, 3 naranjas, 8 chalotas o, en su defecto, varias cebollas; 3 cucharadas de salsa de soja, 2 cucharadas de miel, 4 cucharadas de refresco de cola y pimienta negra molida.

Preparación: en primer lugar, empezamos a elaborar la receta de pato a la naranja preparando la salsa, que debe estar cocinada aproximadamente dos horas antes de que el pato esté listo. Para prepararla, procederemos a mezclar en un cuenco de buen tamaño el zumo de una naranja y su piel rallada, la miel, la salsa de soja, la pimienta negra y el refresco de cola. Aunque también se puede añadir sal, la salsa de soja ya es bastante salada, por lo que podremos prescindir de ella.

Tras haber hecho esto, pasaremos a cortar otra naranja por la mitad para introducir una de las mitades en el interior del pato, mientras que la otra parte se debe reservar.

Acto seguido, introduciremos el pato en otro cuenco y verteremos la salsa que acabamos de elaborar sobre él para cubrirlo por completo y dejar que todo repose durante un total de dos horas.

Pasado este tiempo, precalentaremos el horno a 200 grados durante alrededor de diez minutos, pelaremos las chalotas y cortaremos las naranjas que han sobrado en varias rodajas.

Una vez precalentado el horno y justo antes de introducir el pato para que se ase, lo pincharemos varias veces con un tenedor para que saque su grasa natural y esté mucho más jugoso. Después, verteremos parte de la salsa sobre el pato y procederemos a hornearlo durante 10 minutos a 200 grados. Pasado este tiempo, verteremos el resto de la salsa sobre él para dejarlo dentro del horno durante 10 minutos más.

Transcurridos estos 20 minutos, añadiremos las chalotas y las rodajas de naranja, bajaremos la temperatura del horno hasta que esta llegue a 160 grados y dejaremos que el pato se continúe asando durante 30 o 40 minutos más dependiendo de su tamaño, ya que cuanto más grande sea mayor tiempo deberá permanecer dentro del horno.

Una vez que el pato esté hecho, lo colocaremos en una bonita fuente y acompañaremos los platos con las chalotas y las naranjas para que queden bonitos y a la vez muy ricos. ¡A disfrutar de las fechas navideñas con este excelente plato de pato a la naranja!

Cómo preparar un buen entrecot al queso azul

El entrecot al queso azul es un plato sumamente exquisito, apto para los paladares más exigentes, pues los ingredientes utilizados para su preparación le dan un sabor bien intenso, en especial el roquefort. Básicamente, la salsa de queso azul es el complemento ideal para acompañar este corte, que podemos comprar online a través del sitio online de Carnes Villa María.
Se trata de una propuesta sencilla y rápida, que no caben dudas de que les gustará a tus comensales invitados, por lo que no es necesario ser un gran cocinero para elaborar este sabroso plato. Sólo tienes que seguir los pasos que te daremos a continuación y listo, te lucirás con un sabroso entrecot con salsa de queso azul.
Ingredientes para 4 porciones
4 entrecots de ternera, 100 gramos de nata, 2 cebollas, 6 hojas de albahaca, 50 gramos de queso azul, 50 gramos de queso mascarpone, aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta negra molida a gusto.
Elaboración
Para preparar nuestro entrecot al queso azul, debemos comenzar por pelar las cebollas y cortarlas bien finitas, tipo juliana. Luego, colocamos  una sartén a fuego medio y rehogamos las cebollas con un poco de aceite de oliva virgen.
A continuación, debemos agregar a la sartén el queso azul desmenuzado, la nata y el queso mascarpone. No olvidemos de subir el fuego para que los ingredientes puedan tomar la temperatura necesaria y, por ende, facilitar que el queso se funda, mezclando la preparación con una espátula para evitar que se formen grumos. Salpimentamos a gusto y dejamos cocinar la salsa a fuego lento hasta que espese la nata, logrando así una consistencia cremosa.
Por último, picamos las hojas de albahaca y las agregamos a la preparación, procurando conservar la salsa caliente. Es sugerible probarla para corroborar que esté bien condimentada. Si cuando vayamos a servir la salsa observamos que está demasiado espesa,  entonces la podemos aligerar agregándole un poco de leche.
Para preparar el entrecot, según prefiramos, podemos optar por hacerlo a la parrilla, en una sartén o a la plancha, previamente precalentada y pintada con un poco de aceite de oliva. Lo ideal es que los trozos sean de no más de 2 centímetros,  para facilitar su cocción.
Primero, para poder marcar mejor los trozos de entrecot, debemos pasar ambas caras a fuego fuerte. Una vez hecho esto, es necesario bajar el fuego, echarles sal y pimienta negra, y dejarlos cocer hasta que estén a punto. Para verificar su cocción, antes de retirarlos del fuego es conveniente realizar un pequeño corte en el filete, siempre en la parte más gruesa.
Ahora sí, podemos servir el entrecot y bañarlo con la salsa de queso azul, bien caliente. Acompañarlo con una copa de un rico vino, es una buena opción.
Sugerencias
Para preparar la receta de entrecot al queso azul, las cantidades pueden variar de acuerdo a nuestras preferencias. De este modo, para una salsa más espesa, le podemos agregar más nata, o si nos gusta que sea más ligera sólo basta con añadirle menos nata a la preparación. Lo mismo puede aplicarse a la cantidad de queso azul, de acuerdo a si deseamos una sala de sabor más o menos fuerte.
Para la salsa, además del roquefort, pueden servir cualquiera de los quesos denominados azules, como el queso cabrales, el gorgonzola italiano, el azul danés o el queso stilton inglés. Cualquiera de ellos, puede ser usado para darle consistencia y sabor a la preparación. Por supuesto que cuánto de mejor calidad sea el queso, más intenso será el sabor que tendrá la salsa.
Para darle un toque extra a la receta, aquellos que lo prefieran, tienen la opción de agregarle champiñones. Pero como se trata de un ingrediente que no es del agrado de todos, antes de decidir incorporarlos a la comida es conveniente consultar con los comensales, para que todos puedan disfrutar de este exquisito platillo.

Imagen:

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Pavo relleno

Quien más, quien menos, ha visto en series o películas estadounidenses como en ese país, el cuarto jueves de noviembre, se celebra el día de Acción de Gracias. Y una de las comidas tradicionales de este día es el pavo relleno que, aunque en Europa no se coma para celebrar un festivo puramente americano sí puede disfrutarse como parte de un menú navideño.

Ingredientes:

Si hemos pensado invitar a la familia y algún vecino, de modo que seamos una docena de comensales, aquí van las proporciones (saca la calculadora y adáptalas a la cantidad de personas que vayáis a comer):

Para empezar, para el asado necesitas una pava de como seis kilos, dos manzanas reinetas, una cebolla, cuatro ramitas de apio, sal, pimienta y aceite. El relleno requiere cuatrocientos gramos de pan de maíz, una cebolla, cien gramos de tiras de bacon, treinta pasas de Corinto y seiscientos mililitro de cado de pollo. Finalmente, para el acompañamiento, vas a necesitar puré de patata, boniatos, mermelada de arándanos y mazorcas de maíz.

Elaboración:

Ten en cuenta que para que no se quede seca la carne es conveniente usar una bolsa de asar. Dicho esto, empezamos por untar el pavo en aceite, salpimentarlo y rellenarlo con las manzanas.

Forramos la punta de las patas con papel de aluminio (no sólo queda bonito: evita que se quemen) y metemos el pavo en la bolsa de asar. Junto con él, ponemos el apio y la cebolla picados en trozos grandes. Cerramos y ponemos la bolsa en la bandeja del horno.

Horneamos los ingredientes a ciento setenta y cinco grados un par de horas y media, aunque al alcanzar las dos horas en conveniente poner una lámina de papel de aluminio sobre la pechuga, de modo que no se queme. A las dos horas y media, apagamos el horno y dejamos el asado dentro.

Vamos con el relleno: rehogamos el bacon con la cebolla picada muy fina y, cuando esté transparente, agregamos las migas del pan de maíz y volcamos el caldo. Mezclamos bien durante un ratito, de modo que se quede una masa húmeda. El resto de guarniciones, no requiere explicación alguna.

Recuerda:

Para el asado:

Una pava de unos seis kilos

Dos manzanas reinetas

Una cebolla

Cuatro ramas de apio

Aceite de oliva

Sal

Pimienta

Para el relleno:

Cuatrocientos gramo de pan de maíz

Una cebolla

Cien gramos de bacon en tiras

Treinta pasas de Corinto

Seiscientos mililitros de caldo de pollo

Para acompañar:

Puré de patata

Boniatos

Mazorcas de maíz

Mermelada de arándanos

Reserva tres horas para elaborar esta receta, por lo demás, muy fácil.

Carne con tomate al estilo andaluz

A fuego lento y con amor
A fuego lento y con amor

Hay platos que deben cocinarse como antaño, al abrigo de una buena lumbre: despacio, con calma, en un silencio apenas quebrado por el tic-tac del reloj de la cocina, respetando los tiempos, observando la comida que pide una pizquita más de sal, un poquito más de agua, bajar un poco el fuego. Sigue leyendo Carne con tomate al estilo andaluz

Pasta con pollo a la nata

A continuacion os detallo una receta elaborada con carne de pollo, apta para cualquier persona por sus grandes beneficios que os detallo a continuación.

Beneficios de comer pollo en la dieta

¿Por qué es beneficioso comer pollo?Si queremos llevar una dieta equilibrada debemos tomar alimentos que nos proporcionen las proteinas, vitaminas, minerales y oligoelementos esencialesa y que no tengan muchas grasas.El pollo es el alimento que nos proporciona todo esto, y sin apenas grasas.

Es una buena fuente de proteínas, con aminoácidos esenciales de fácil digestión. si ingerimos un filete pequeño de pechuga de pollo, estaremos aportando a nuestro organismo el 30% de sus necesidades medias de proteínas diarias. 

En cuanto al contenido de grasas, el pollo se caracteriza por el bajo aporte de las mismas, y como consecuencia, el pequeño riesgo de padecer colesterol. Es, por ello, que se considera una carne magra.

En el pollo predomina la “grasa buena”, con efectos positivos en la salud cardiovascular.

Por sus cualidades y los nutrientes que contiene, la carne de pollo está especialmente indicada para el tratamiento de algunas enfermedades como la obesidad, la diabetes, afecciones cardiovasculares, etc.

La característica que más colabora a su uso en estas dolencias es que se trata de un alimento hipocalórico y bajo en grasas.

En el caso de que debamos seguir una dieta blanda, el pollo es lo más indicado, por tratarse de una carne blanda y de fácil masticación. Los expertos recomiendan que se cocine con piel o en guisos no secos, para que pueda conservar su jugosidad.

Está también señalada para celíacos. En este caso, y en cualquier otro en el que se tome carne de pollo como beneficio durante alguna enfermedad, los especialistas en nutrición recuerdan que siempre se tomará un alimento fresco y no derivado. Estos últimos han sido tratados y en la mayoría de los casos han perdido todas sus propiedades y nutrientes.

Las vitaminas que aporta el pollo:

vitamina B1 para un correcto funcionamiento del sistema nervioso, del corazon y del cerebro.

Vitamina B2 que cuida aspectos como el pelo , las uñas y la piel.

Acido folico imprescindible en el embarazo o para evitar problemas cardiovasculares.

Tambien contiene minerales , entre ellos el fósforo que nos ayuda a mantener  sanos los tejidos cerebrales, y nos ayudará a mantener al mismo tiempo unos huesos y dientes sanos.

Otra de las ventajas es que es una carne muy facil de digerir, ni siquiera la carne de pavo, utilizada en dietas, es de tan facil digestión como la de pollo.

En resumen, decir que es una excelente carne al alcance de cualquiera y que tiene unas maravillosas cualidades que van a hacer que dispongamos de muy buena salud.

A continuación os voy a dar una receta que se la podeis hacer a vuestra pareja/marido pero tambien para una ocasión que vengan familiares o amigos.

Ingredientes para dos personas:

Dos pechugas de pollo (o cortes tiernos)

2-3 dientes de ajo

Aceite de oliva (virgen extra)

Perejil italiano (fresco)

5 porciones de espinaca descongelada (hoja entera – el tipo congelado (por supuesto se puede utilizar fresca)

Nata (las botellas más pequeñas que se obtiene de la súper)

Caldo de Pollo o de verduras en polvo

Un puñado de queso parmesano rallado (el mejor es el mejor)

Tomates cherry – dos grandes puñados

Sal y pimienta negro

400gr Fettuccine fresco

Instrucciones

Preparar los dientes de ajo y picar finamente. Cortar dados de pollo en trozos pequeños sobre una pulgada de largo.

En una sartén, colocar a temperatura de baja a medio el pollo. Dorar el pollo a un nivel seguro en un poco de aceite de oliva.

Calentar el agua para la pasta fresca, agregar una cuchara de aceite de oliva al agua y un poco de sal.

Añadir los dientes de ajo picado a la sartén cuando el pollo esté casi cocido. No dejar que el ajo tome color marrón.

Añadir un frasco de nata y una pizca de pimienta de gran tamaño o negro. Más de lo que normalmente pondría ya que la nata suaviza.

Cocinar a fuego lento esta justo por debajo del punto de ebullición de la nata mientras se agregan los próximos ingredientes.

Con las porciones de espinacas descongeladas y romper por arriba un poco, luego tirarlas a la preparación.

Comienza con la cocción de la pasta (sólo debe tomar 3 o 4 minutos). Ahora se puede agregar el queso parmesano.

La salsa debe espesar. Cuando la pasta esté casi hecha, se apaga el fuego para el pollo y la salsa y añadir los tomates cherry (estos son los mejores caliente, pero no cocidos).

Probar la salsa de sal (generalmente no necesita añadir ningún pero dependiendo del queso y de los valores que se ha utilizado, es posible que tenga que añadir un toque)

Escurrir la pasta una vez que esté al dente y en dos platos, verter el contenido de la sartén sobre la pasta.
Terminar con un poco de queso parmesano, una rutina de pimienta molida y una ramita de perejil italiano.

 

Solomillo con hojaldre

Ingredientes

1 solomillo de ternera

½ kg de hojaldre

2 higadillos de pollo

50 gr de foie-gras

1 pastilla de caldo

1 cebolla

1 zanahoria

1 cucharada de mantequilla

1 copa de Jerez seco

1 huevo

Perejil

Sal

Pimienta

Preparación:

Salpimentar el solomillo con sal y pimienta (es recomendable prepararlo el día anterior para que coja bien la sustancias) y meterlo al horno a una temperatura media de 180-190ºC hasta que veamos que se ha hecho, pero procurando que no quede muy seco.

Mientras, picamos a estilo juliana tanto la cebolla como la zanahoria. Picamos el perejil y troceamos los higadillos en dados pequeños y reservamos todo.

Cogemos una sartén profunda y fundimos la mantequilla a fuego lento. Una vez que esté fundida rehogaremos las verduras que hemos picado. Junto a ellas el perejil. Poco a poco vamos añadiendo el resto de elementos, primero los trocitos de higadillo, friéndolos durante  unos minutos.

Una vez estén sellados, los rehogamos en la sartén con el jerez que tenemos preparado y desmenuzamos en su interior la pastilla de caldo. Tas unos minutos, retiramos del fuego.

Ahora llegara el turno de verter el foie-gras y el huevo, que lo echaremos batido. Ponemos en el fuego unos minutos para que reduzca un poco y espese.

Extendemos la masa de hojaldre encima de nuestra superficie plana de trabajo, intentando que se quede una lámina no muy gruesa. Cogemos la sartén y volcamos en el centro de forma alargada el contenido realizado. Encima de ello colocaremos el solomillo.

Ahora será el momento de enrollarlo. Primero en las partes del ancho y después cubriremos con un lateral y luego con el otro hasta que quede similar a un rollito de primavera, pero muchísimo más grande.

Pintaremos la superficie superior con huevo batido. Pincharemos después varias veces la superficie con un tenedor de tal forma que se haga bien por dentro pero también salga el calor al cocer.

Lo metemos al horno y dejamos cocer durante 30 minutos a una temperatura media, 180-190º. Esta receta es deliciosa tanto en caliente como en frío.

Sugerencias:

Se puede realizar el hojaldre, aunque te parecerá mucho más rápida y fácil si lo compras ya hecho en grandes superficies.

Con las partes sobrantes de la masa del hojaldre puedes decorar la superficie de este, en forma de rejado, flores o escribiendo algo. Todo lo que puedas imaginar. Lo que lo hará visualmente más bonito y elegante.