Receta de potaje de berros

Potaje de berros

¿La palabra “potaje” te provoca malos pensamientos porque te recuerda a cuando en tu casa te obligaban a comer alimentos que no te gustaban? ¡Pues ya va siendo hora de que te quites esta idea de la cabeza! Y es que los potajes son sumamente versátiles y se pueden preparar con ingredientes muy diversos.

Así que, prepárate para una comida sana elaborando esta receta de potaje de berros donde las verduras harán las delicias de los comensales más vegetarianos.

Ingredientes: 700 gramos de berros, 400 gramos de judías blancas, un quilo de patatas, 150 gramos de tocino entreverado, 3 dientes de ajo, aceite y sal.

Preparación: hay que tener en cuenta que este plato debe empezar a prepararse el día antes de consumirlo, ya que es necesario que pongamos en remojo las judías durante toda la noche.

Al empezar a elaborar esta receta de potaje de berros, escurriremos las judías blancas y las introduciremos en una olla grande para, acto seguirlo, cubrirlas con agua y cocerlas a fuego lento durante tres horas.

Para llevar a cabo el siguiente paso, eliminaremos los tallos de los berros, los limpiaremos y los cortaremos a trocitos muy pequeños. Ahora, cogeremos 50 gramos de tocino y, cuando las judías lleven cociéndose una hora y media, lo introduciremos también en su interior junto a los berros para que los tres ingredientes se vayan cociendo.

Mientras tanto, pelaremos y trocearemos las patatas para, cuando falten 20 minutos para que acabe la cocción, añadirlas a la olla y sustituirlas por el tocino, que deberemos sacar del recipiente. Tras haber hecho esto, sazonaremos los ingredientes al gusto.

Mientras los productos que se encuentran dentro de la olla terminan de hacerse, cogeremos una sartén, introduciremos el aceite y, cuando esté caliente, doraremos los ajos bien picados y freiremos también el tocino que ha sobrado. Cuando ya esté todo hecho, mezclaremos este sofrito con lo que acabamos de cocer en la olla y ya podremos servir este delicioso potaje de berros.

Calabacines a la napolitana

Ingredientes:

5 calabacines

50 gr de manteca de cerdo

25 gr de pan rallado

3 cucharadas de aceite

200 gr de queso fundido

1 kg de tomates

1 cucharadita de azúcar

1 cebolla

Orégano

Harina

Pimienta

Sal

Preparación:

Empezamos esta rica receta limpiando los calabacines con abundante agua. Una vez limpios empezamos a cortarlos en rodajas, ponemos en un plato y comenzamos a sazonándolos con sal y pimienta al gusto.

Con los tomates que tenemos seleccionados, crearemos una salsa de tomate. La forma de hacerla será echándolos troceados en un bol y luego pasarle la batidora hasta que se quede la salsa fina. Si lo preferimos, podemos usar un bote entero de tomate triturado, así ahorraremos tiempo.

Cogemos una sartén y derretimos en ella la manteca de cerdo. Añadimos el aceite. Rallamos la cebolla y echamos para que se haga en la sartén a fuego lento. Antes que empiece a dorarse echamos el orégano

Empezamos a echar la salsa de tomate triturado corrigiendo la acidez con una cucharadita de azúcar y dos de sal. Tapamos la sartén con una tapa y dejamos cocer toda la mezcla siguiendo a fuego lento hasta que notes que la salsa resultante esta suave. Este será el momento para rectificar tanto azúcar, sal o pimienta.

Con los calabacines reservados empezamos a enharinarlos ligeramente. Los echamos en una nueva sartén con abundante sartén. Los freímos y cuando este preparados los sacamos y ponemos en un plato con papel de cocina, para escurrirlos y así quitarle el aceite restante.

Seleccionamos una bandeja para el horno que nos venga bien y empezamos a colocar  y combinar capas alternativa de calabacines, la salsa de tomate creada y de láminas de queso a elegir, prefiriendo que sea mozzarella, semicurado o emmental. Incluso puedes combinar una lámina de cada uno o una mezcla de estos tres quesos.

Termina las capas echando una gran capa de salsa de tomate y queso rallado. Termina echando una capa final de pan rallado espolvoreándolo por toda la superficie. Termina metiendo la fuente en el horno a una temperatura de 180 a 190ºC, para conseguir que se derritan las capas de queso, se haga el calabacín y se gratine el pan rallado.

Sugerencias:

Este es un plato que resulta deliciosa para grandes y pequeños tanto como plato único como para combinados. Además resulta una buena manera para conseguir introducir verduras en la dieta a los más reacios. Si se prefiere se puede cambiar el calabacín por berenjenas, pues resultan también muy ricas.

Troncos sorpresa

Ahora que se acerca el calor, quizás estés buscando recetas ligeras ideales para mantener la línea y poder lucir ese fantástico bikini que tienes en mente. Pero es verdad que resulta un rollo siempre comer ensaladas y las mismas cosas.

Por ello, hoy te traemos una receta rica y original con puerros, de poder disfrutar de todo el sabor de una forma sana y de un alimento que no es muy consumido, pero es altamente diuréticos, para eliminar todos los líquidos a la vez que las toxinas de nuestro cuerpo. Además de los beneficios de su gran aportación de fibra.

Un alimento recurrente y gran aliado en las dietas para personas preocupadas por su peso, ya que tiene muy pocas calorías.

Ingredientes para 4 personas:

4 puerros grandes

1 cucharada de zumo de limón

2 huevos cocidos

5 filetes de anchoa

50 gr de maíz dulce

1 cucharada de perejil picado

3 cucharadas de aceite

Una cucharada de vinagre de vino

tabasco

pimienta

sal

Preparación:

Cogemos los puerros los lavamos bien, seguidamente los secamos y cortamos quitando las hojas y rebanamos por la mitad a lo largo, dividiendo el puerro en dos.

Cogemos las mitades y las cocemos en agua salpimentada durante 10 minutos. Trascurrido este tiempo, los sacamos y los escurrimos retirando todo el agua. Los dejamos enfriar.

Una vez estén preparados ponemos en una fuente a lo largo las mitades y rociamos con el zumo de limón… ¿No se te está haciendo la boca agua?

Mientras cogen el sabor, coceremos los huevos. Trascurrido el tiempo, los dejamos enfriar y los trocearemos y picaremos en trocitos.

Cogemos una lata de anchoas y las lavamos para desalarlas con abundante agua. Las secamos y después las picamos bien.

El maíz podemos comprarlo en mazorca, pero nos resultara más fácil obteniéndolo en latas ya envasadas en donde ya vienen los granos sueltos y dulces.

Cogemos un bol y echamos los huevos ya cocidos y picados, las anchoas y el perejil, el cual también picaremos bien o usaremos ya picado.

En otro bol prepararemos un aliño con el aceite, el vinagre de vino y el tabasco. Dejándolo a nuestro gusto. Añadiremos esta mezcla al anterior bol.

Rellenamos los puerros con esta mezcla. Los colocamos en una fuente preparándolos y decorando el plato con perejil, para finalmente servir.

Este plato se sirve en temperatura ambiente hasta el momento de servir. Aunque en épocas veraniegas se puede servir fresco ¿Ves por qué se te hacía la boca agua?

 

Jardinera de hortalizas

Quizás estés buscando una forma agradable y colorida de que tus hijos coman hortalizas, ya que tienen muchos nutrientes que favorecen a su crecimiento. Hoy te ofrecemos una receta que además de ser muy sana da mucho juego a la hora de servir, ya que se puede combinar con muchas salsas.

Ideal para cenas, dietas (siempre que no se utilicen salsas) o guarnición tanto para carnes como para pescados. Una forma distinta de comer un plato de verduras que no sea del típico braseado y que está igualmente riquísimo. Prepárate porque este verano está lleno de colores y sabores que encantaran a grandes y pequeños de una manera verdaderamente fácil.

Ingredientes para 6 personas:

2 berenjenas medianas

2 calabacines medianos

2 zanahorias medianas

2 nabos

2 chalotes

2 puerros

1 diente de ajo

1 pimiento rojo mediano

1 pimiento verde mediano

500 gr de patatas

1 rama de apio

Berros

Perejil

Sal

Preparación:

Para empezar comenzaremos por ir lavando, limpiando y cortando las hortalizas anteriores en trozos similares en tamaño. Esto es debido a que, puesto que tienen más o menos la misma dureza, así tardaran el mismo tiempo en hacerse y no tendremos sorpresas de llevarnos a la boca ningún trozo duro o poco hecho.

Cogemos una olla amplia y con la ayuda de un suplemento especial, empezamos a cocer al vapor las patatas, el apio, las zanahorias y los nabos, que requieren un tiempo similar de unos 20 minutos, aproximados. Añadimos sal al agua.

Mientras o después, en otra olla o en la anterior, pondremos a cocer el resto de verduras: los calabacines, los ajos, los chalotes, las berenjenas, los puerros y los pimientos. Ya que también son similares en el proceso y tiempo de cocción. Salamos también el agua al gusto.

Con ya todas las hortalizas al dente, las colocamos en una fuente para servir. Podemos decorarla a nuestro gusto colocando las hortalizas por colores o composiciones llamativas, que hagan aun más apetitoso el plato. Enseguida espolvoreamos encima el perejil picado y los berros. Si lo precisa corregimos la sal o añadimos pimienta molida.

Ya solo tendremos que servir, la forma será aún caliente. Esta receta adquiere muchas formas de aliñarla, con aceite, vinagre de vino, manzana o molerá, o bien haciendo una vinagreta especial. Tanto con cualquier tipo de salsa, como mayonesas o salsas de tomate aromatizado, por ejemplo, con orégano.

Receta de berenjenas rellenas

 Berenjenas rellenas

Las berenjenas rellenas son un plato sano y rico que además lleva un poco de todo, ya que la carne y la verdura están presentes entre sus ingredientes.

Para elaborarlas, no es necesario poseer una gran maña en la cocina, pero sí tener algo de tiempo para que tus berenjenas rellenas queden perfectas y disfrutes de este exquisito plato.

Ingredientes: 6 berenjenas pequeñas, un quilo de carne picada, 2 dientes de ajo, una cebolla, el zumo de un limón, 2 latas de tomate triturado, 2 cucharadas de pan rallado, harina y perejil.

Preparación: para elaborar las berenjenas, en primer lugar las limpiaremos y las partiremos por la mitad. Después, las introduciremos en la olla exprés rápida, las cubriremos con agua, las taparemos y las pondremos al fuego. Cuando el agua empiece a hervir, las dejaremos dentro de la olla durante 2 minutos.

Una vez que están hechas, hay que colarlas para eliminar el exceso de agua y dejar que se enfríen.

Mientras las berenjenas reposan, procederemos a elaborar el relleno. Para ello, meteremos la carne picada en una sartén y le añadiremos el ajo y la cebolla muy picados, el perejil, la sal, la pimienta, el zumo de limón y las dos cucharadas de pan rallado. Acto seguido, dejaremos que se vaya haciendo a fuego y lento y, mientras tanto, cogeremos las berenjenas que habíamos dejado reposando hace un rato y las vaciaremos para, acto seguido, verter su contenido en la sartén donde se están haciendo la carne y el resto de ingredientes para mezclarlo todo.

Cuando el relleno ya esté hecho, volveremos a meterlo todo dentro de las berenjenas que hemos vaciado y, una vez que todas estén rellenadas, las pasaremos por harina y las comprimiremos un poco con la ayuda de las manos para que no se deshagan. Después, las freiremos en una sartén por ambos lados.

Una vez que estén hechas, las retiraremos del fuego y las dejaremos reposar en un plato sobre una servilleta de papel para que absorban el exceso de aceite.

Ahora, pasaremos a preparar el tomate. Para ello, cogeremos otra sartén, pondremos un poco de aceite y verteremos las dos latas de tomate triturado para que se vaya friendo durante unos diez o quince minutos. Una vez que esté hecho, lo untaremos por encima de las berenjenas y ¡ya tendremos el plato listo!

Ajoblanco, una receta con historia

Hoy traemos una receta que muchos conoceréis de oídas y otras habréis probado, pero quizás no sabéis de su origen. El ajoblanco es una sopa fría que se hizo muy popular en la cocina andaluza y la extremeña. Pudiéndose comer acompañado de uvas o trocitos de melón.

Esta receta podía haber tenido su origen en la gastronomía romana. Sus ingredientes son muy comunes a los que abastecían a la sociedad en la Antigüedad. Lo que explicaría también por qué se ha popularizado en estas zonas de la Península Ibérica, ya que los romanos construyeron sus posiciones más importantes en Extremadura y Andalucía.

Aunque creada en pleno resplandor romano, esta comida siempre se ha considerado un plato humilde. Tanto que sirvió de abastecimiento a las familias durante la Guerra Civil y posterior Pos-Guerra Española. Algo que no eclipsa que sea un plato rico y muy nutritivo.

Siendo platos típicos en fiestas como en Almáchar (Málaga) y Herrera del Duque (Badajoz).

Ingredientes:

150 gr de almendras crudas

3 dientes de ajo

300 g de miga de pan

¼ l de aceite de oliva refinado

Vinagre

Sal

(Estos dos últimos ingredientes variaran según si lo queremos la sopa más flojo o más fuerte)

Preparación:

Remoja la miga de pan con agua y luego ponla en el vaso de la batidora con las almendras, el aceite, vinagre y sal al gusto. Añade un poco de agua y tritúralo todo hasta conseguir una crema fina.

Cuélalo, añádele hielo y mételo en la nevera varias horas para que se ponga bien frio.

Acompañarlo:

Siendo una receta que se toma en tantos lugares, cada sitio tiene sus costumbres para comerlo.

Por ejemplo en Málaga se toma añadiendo pequeños cuadradillos de pan tostado y con uvas de moscatel peladas. Ambas cosas se sirven aparte y lo cierto es que así resulta delicioso.

Si tienes prisa y no te da tiempo de enfriarlo en la nevera, puedes añadirle hielos. Poniendo menos agua al hacerlo. Cuidado con este punto, ya que es muy fácil que por este resultado el plato de quede aguado o, como se dice “como aguachirle”.

Estos son los típicos platos que cuanto más veces se hagan mejoraran especialmente. Dándole cada tú propio gusto personal. Como ya le pasa a platos parecidos, como el gazpacho o salmorejo.

Recuerda que:

No debe quedar muy espeso, para que no resulte muy pesado, pero tampoco muy líquido.

Receta de arroz tropical

Arroz Cremoso con Verduras y BacalaoEl otro día escuché por la radio que el arroz es un alimento buenísimo para prevenir las arrugas y gozar de una piel envidiable. Así que me he animado a publicar una receta hecha a base de este cereal tan sano y nutritivo.

Además, el plato de arroz tropical combina estos pequeños granos con varias verduras y algo de fruta, por lo que es un plato de lo más sano y equilibrado buenísimo para la salud y para cuidar el organismo. ¡Veamos cómo se preparara!

Ingredientes: 2 tazas de arroz, un puerro, un pimiento rojo, una cebolla, 2 rodajas de piña, colorante para paellas, aceite, sal y perejil.

Preparación: para elaborar este sano y sabroso plato, lo primero que haremos será limpiar el puerro y cortarlo en varios trozos. Después, cogeremos el pimiento rojo y haremos lo mismo sin olvidarnos de retirar las semillas. Acto seguido, lavaremos y cortaremos la cebolla y la piña en varias porciones.

Cuando ya tengamos todos estos ingredientes bien limpios y cortados a trocitos, cogeremos una paellera e introduciremos en ella tres cucharadas de aceite de oliva para, acto seguido, rehogar el pimiento, la cebolla y el puerro. Cuando ya estén fritos, los sacaremos de la paellera y los dejaremos reposar en un plato sobre una servilleta de papel para que eliminen el exceso de aceite.

Para llevar a cabo el siguiente paso, volveremos a la paellera que acabamos de emplear y meteremos en su interior el arroz, la sal y el colorante. Tras darles unas cuantas vueltas a todos estos alimentos, verteremos en el interior del recipiente cuatro tazas de agua. Cuando esta empiece a hervir, lo dejaremos todo en el fuego durante unos diez minutos e iremos removiéndolo todo de vez en cuando.

Una vez que haya pasado el tiempo estimado, cogeremos los ingredientes fritos que hemos apartado hace un rato y los introduciremos dentro de la paellera junto al resto de ingredientes para dejar que todo se cueza durante unos 10 minutos más hasta que se termine de hacer el arroz.

Una vez que esté hecho, dejaremos que repose durante un rato para que coja todo el sabor de los ingredientes y ya estará listo para servir. ¡Esperamos que disfrutes de este plato de arroz tropical!

Fabes con angulas

Mira tú por dónde, que tengo la impresión de que no soy el único al que se le hace la boca agua sólo con mencionar el nombre de la receta. He probado las fabes (alubias, en Asturias) acompañadas de muchas cosas –muy recomendables las almejas-. Pero estoy seguro de que difícilmente voy a olvidar haberlas comido con angulas.

Se trata de un plato con ingredientes relativamente fáciles de encontrar en el que la dificultad radica en no comérselo mientras lo estamos elaborando, porque además olerá toda casa a comida deliciosa. Que no siempre iba a provenir de la casa de tu vecina ese olorcillo que despierta el apetito hasta en las estatuas del parque.

Fabes con angulas
Fabes con angulas

Ingredientes:

Vamos a la cocina, donde disponemos 6 cucharadas de oliva con un grado de acidez de 0’4º (ponlas en un cuenco, no dejes seis cucharas encima de la mesa). Coge también 6 dientes de ajo, 1 kilo de alubias blancas, 200 gramos de angulas, 50 de cebolla, una hoja de laurel, un ramito de perejil y una pizca de sal.

¿Ya? Pues vamos.

Preparación

Pon las alubias en remojo toda la noche ¿Cómo que eso se avisa antes? Cualquier legumbre debe pasarse la noche en remojo, hombre. Menos mal que traigo yo unas que ya han estado en agua. Anda. Úsalas.

Quítales el agua del remojo y échalas con el ajo, la cebolla, el perejil, la sal y un chorrito de aceite. Ponlas a cocer, tapadas, a fuego lento… Chup, chup… cuando estén cocidas, bájale aún más el fuego. Vamos con las angulas:

Echa el resto del aceite a una cazuela con 4 dientes de ajo cortados en láminas. Cuando éstos se hayan dorado (que no quemado), añadimos las angulas o, en su defecto, las gulas, ya sazonadas. Fuego medio. Cuchara de madera para revolver constantemente. Cuando las (an)gulas chisporroteen, las retiramos.

Añadimos el producto de mar (así me ahorro decir continuamente “angulas o gulas” sobre las alubias, que están ahí esperando, mirándote con carita de pena, como diciendo “echa ya las gulas porfa, porfa, porfaaaa…”. Revolvemos todo y dejamos que cueza un par de minutos más. Lo sacas, lo dejas reposar un momentito y lo sirves caliente.

Recuerda:

6 dientes de ajo

1 kilo de alubias blancas

6 cucharadas de aceite de oliva de 0.4º

200 gramos de angulas (o gulas)

1 hoja de laurel

50 gramos de cebolla

1 ramito de perejil

1  pizca de sal

En hora y media estará listo este plato de dificultad intermedia con el que probarán, repetirán y querrán más.

Ensalada con mucho color

Es verdad que con el frío que pela, las ensaladas no entran muy bien en nuestra boca. Solemos preferir algo más calentito, o al menos tempado, pero como todo en la vida, existe gente diferente, que le gusta comer sano en todas las estaciones del año, que le gusta cuidar su cuerpo y que además le da igual si es un plato frío o caliente.

Incluso, me atrevería a decir que esta ensalada que os propongo podría ser hasta templada, porque la base es la patata cocida. Aunque le añadamos otros ingredientes para completarla, quizás podríamos optar por dejarla enfriar del todo, comerla templada.

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Croquetas de espinacas y gambas.

Es una de los elementos más característicos de la cocina nacional, y aunque originaria de Francia, ya no se entienda la cultura culinaria de España sin las croquetas. Lo bueno de éstas, es su flexibilidad a la hora de integrar nuevos elementos.

La receta que os proponemos hoy, son las croquetas de espinacas y gambas, una receta sencilla que puedes usar, bien como plato principal acompañado por una ensalada, o como un entrante para una cena especial.

Ingredientes:

150 gr. de gambas.

150 gr. de hojas de espinaca, o bien un cubo de espinacas congeladas.

1 cebolla mediana.

200 gr. mantequilla.

200 gr. harina.

1 litro de leche templada.

Pimienta blanca.

Sal.

1 huevo.

Pan rallado.

Aceite vegetal.

Preparación:

Lo primero que tienes que ir haciendo, es cortar la cebolla de forma que luego no se haga presente, por lo que la tienes que picar muy bien. Mientras, ve echando la mantequilla a una sartén, ten cuidado de que la sartén no esté muy caliente, y añade la cebolla picada. Es importante que el fuego esté a medio gas, ya que lo que se quiere conseguir es pochar la cebolla. 

Una vez este la cebolla bien pochada, es el momento de verter sobre la sartén la harina, y ve removiendo con cuidado para que no queden grumos. Cuando veas que está bien integrada la harina, agrega el litro de leche (previamente calentado), y no te apartes del fuego, ya que en este paso es muy importante remover bien el contenido.

Echa un poco de sal a la bechamel y ve removiendo hasta que veas que la masa no se queda pegada a la sartén, es opcional, pero siempre le da muy buen gusto, incorporar un poco de nuez moscada. Cuando esté lista, ya puedes añadir las gambas peladas y un poco troceadas, y las espinacas previamente pasadas por la sartén salteadas con ajo.

Engrasa una fuente con un poco de mantequilla, y vierte el contenido anterior, deja reposar hasta que enfríe por completo. Una vez esté la masa fría, llega la hora de ir moldeando las croquetas, puedes ayudarte con una cuchara, luego pásalas por harina, huevo batido  y el pan rallado, y a la sartén.

Trucos

Es muy importante que el aceite esté lo suficientemente caliente, para que no se beban las croquetas todo el aceite y queden poco doradas.

Si quieres unas croquetas con más sabor, puedes hervir las cabezas de las gambas, para mezclar este caldo una vez estés calentando la leche.