Canelones

Aunque de origen italiano, es en Cataluña donde se consumen más canelones.

Las relaciones e intercambios comerciales entre estas 2 regiones dieron lugar a un intercambio cultural y gastronómico entre el sur de Italia y Cataluña. Cuando más se consumen es para Navidad, pues es una tradición comer canelones en Navidad.

Los canelones admiten cualquier tipo de ingredientes en su relleno, se puede utilizar carne de ternera, de cerdo, de pollo, espinacas, o pescado. Al igual que esta receta serán de carne picada de ternera y de cerdo, pues son los que hacia mi abuela puedes hacerlo de cualquier ingrediente que puse anteriormente o también inventar algo nuevo.

Si quieres que te queden los canelones más jugosos, entonces le pones una capa de salsa de tomate y por encima la bechamel y el queso.

Es importante cuando hayamos cocido la pasta que la escurramos y refresquemos con agua fría para para la cocción.

Luego se secaran con un paño seco extendiendo la pasta del canelon y secando con el trapo por los dos lados, y luego las pondremos en el trapo limpio todos estirados. 

Ingredientes

2 paquetes de canelones

250 g de carne picada de ternera

250 g de carne picada de cerdo

1/2 l de leche

50 g de harina

1/2 cebolla

1 diente de ajo

Aceite, sal, pimienta y nuez moscada

Queso rallado

Preparación

Pon la pasta en un cazo con abundante agua hirviendo con sal, cuando esté hecha retírala con cuidado de no romperla, colócala en un bol y secala con un paño de cocina limpio.

En una cazuela, haz un sofrito con la carne picada, la cebolla picada, el ajo picado, la sal y la pimienta. Con la ayuda de una cuchara, rellena los canelones con el sofrito de la carne, enrollalos y ponlos en la bandeja, previamente engrasada con aceite o mantequilla. 

En un cazo hay que tostar ligeramente y a fuego suave la harina y luego ir echando la leche poco a poco, subir un poco el fuego e ir removiendo con una varilla para que no se hagan grumos hasta que arranque el hervor. Sazona con sal y una pizca de nuez moscada.

Echa la salsa por encima de los canelones, espolvorear el queso rallado y lo pondremos en el horno a 200ºC hasta que estén gratinados. Lo sacamos del horno y ya podemos servirlo en la mesa. 

Espero que os guste esta receta, entre italiana y catalana, y que la hagáis en casa para vuestra familia.

 

Recetas con Caracoles

Hay personas que solo en pensar que se pueden comer un caracol ya les da un poco de reparo, pero os informo que bien preparado son exquisitos. Aquí os informo sobre algunas recetas para chuparse los dedos.

Caracoles en su Salsa

Ingredientes:

1 Bolsa de caracoles de 400 gr. ya limpios

2 Dientes de ajos

2 Biscotes de pan

1 Tomate

1 Cebolla

2 cucharadas de pistachos naturales sin cascara

½ Vaso de vino tinto

½ Vaso de caldo de pollo

Tomillo, romero y laurel

Preparación:

Coge una sartén amplia y échale un chorrito de aceite, cuando este caliente agrega con sumo cuidado los dientes de ajo ya pelados, los pistachos, los biscotes y un poco de sal, fríelos hasta que estén dorados y después retíralos (sin tirar el aceite), coge el vaso de la batidora y agrega estos ingredientes fritos junto con el vaso de vino, ½ vaso de agua templada y ½ cubito de caldo de pollo, reserva.

En el mismo aceite agrega la cebolla previamente picada muy pequeñito, déjala que se fría durante unos cinco minutos o cuando veas que se transparenta, cuando llegue a ese punto agrégale el tomate previamente picado muy pequeño, una hoja de laurel, unas hojas de tomillo y dos ramitas de romero, remueve bien hasta que veas que se esta dorando y en ese momento agrega los caracoles, ve dándoles vuelta y agregas la mezcla de la batidora, deja que cocinen durante unos 25 o 30 minutos, que queden con salsa.

Arroz con Caracoles

Ingredientes:

1 Bolsa de caracoles de 300 gr. ya limpios

2 Tazas de arroz largo (por cada medida de arroz, 2 de agua)

1 Tomate

½ Cebolla

1 Ajo

1 Guindilla

½ Vaso de vino tinto

Preparación:

Primero que nada pelas la cebolla y la cortas en tacos muy pequeños, haces lo mismo con el ajo, el tomate y la guindilla, reserva. Llena una cazuela grande y agrega más o menos 1 litro de agua y añade sal, laurel, romero, tomillo, 3 granos de pimienta y un poco de albahaca y deja que hierva, cuando termine de hervir apágalo y deja reposar.

Coges una sartén un poco honda y agregas un chorrito generoso de aceite, cuando este caliente agregas la cebolla, el ajo, el tomate y la guindilla y deja sofreír, cuando lo veas dorado añade el vino y revuelve unos minutos, agrega los caracoles, revuelve y déjalo durante unos 5 minutos, al cabo de este tiempo agrega el arroz, revuelve otra vez y agrega el agua (colada) hervida con las hierbas y deja cocinar 20 a 25 minutos, prueba el arroz, si ya está listo apágalo y deja reposar unos 10 minutos.

Cómo hacer adobo

Imagina lo difícil que era antiguamente llevar o conservar carnes o pescados a cualquier lugar. Sin cámaras frigoríficas o vehículos motorizados y rápidos. Este problema ha estado siempre, durante siglos, y los adobos se han utilizado para hacer que los productos aguantaran más en su conservación. Hoy en día, sin estos problemas, los adobos se utilizan para sazonar y dotar de más sabor a nuestros alimentos.

Aquí te indicamos dos maneras distintas para ayudarte a adobar tanto carnes, pescados como aves.

1ª Receta

Ingredientes:

1 cebolla

2 dientes de ajo

Pimienta en grano

Perejil

Hoja de laurel

Albahaca

1 l. de vino blanco

¼ de vinagre

Aceite

Sal

Preparación:

Freímos la cebolla picada con un poco de aceite en una cacerola grande; añadimos los dientes de ajo pelados y cortados por la mitad. Echamos el resto de ingredientes, menos los líquidos. Cuidando de que no se queme nada, ya que le dará mal sabor.

Cuando la cebolla esté bien blanda y se empiece a dorar, le añadiremos el vino y el vinagre, dejando que cueza a fuego lento media hora.

Una vez frío, pasamos el contenido a una fuente de barro o cerámica y pon los pescados, carnes o aves en el adobo, dejándolo así toda la noche (nunca mas de 12 horas).

Este adobo esta especialmente hecho para posteriormente hacer las carnes o pescados braseados o al horno.

2ª Receta

Ingredientes:

1 cebolla

2 dientes de ajo

1 rama de perejil

1 hoja de laurel

1 rama de tomillo

1 l. de vino blanco

¼ l. de vinagre

Sal

Aceite

Preparación:

Pon un poco de aceite en una cazuela y fríe a fuego lento la cebolla cortada de forma juliana, los ajos ligeramente aplastados y los demás ingredientes excepto el vino y el vinagre. Sazónalo con sal y deja que hierva despacio 30 minutos.

Cuando esté frío pon las carnes, aves o pescados en este adobo, en un cacharro que no sea metálico, y déjalo en un sitio fresco de 6 a 12 horas.

Cuida de darle vueltas para que se empape todo el alimento que hemos echado, para que se quede bien aromatizado con el adobo.

Recuerda que:

Este mismo adobo puede servir para pescados, carnes o aves para asar al horno, brasear con un poco del líquido del adobo, o incluso para freírlo, si lo secas bien antes y lo rebozas en harina.

A estos adobos se les llama también “marinadas” en el lenguaje más técnico de la cocina.

Pan casero

Todavía recuerdo, y mira que han pasado años, la nostalgia en la voz de mi abuela cuando hablaba de que se hacían el pan en casa, de cómo lo amasaban y luego lo cocinaban en un horno comunal. Es por eso que, escribiendo esta receta, miro hacia arriba y guiño un ojo. Estoy seguro de que le hubiera encantado.

Ingredientes:

Para empezar, nos van a hacer falta 600 gramos de harina, cincuenta de levadura, 350 mililitros de agua (la que cabe en una lata de refresco y dos cucharadas soperas más). Hablando de cucharadas: usaremos dos de aceite, media de azúcar y una cucharadita de sal.

Preparación:

Lo primero que vamos a hacer es colocar la harina en un recipiente del tamaño que mejor nos convenga. En mi caso uso una ensaladera, pero dejo el tipo y forma del contenedor a tu entendimiento y comodidad.

Pues eso: harina. Hacemos un hueco en el centro del montón. Por otro lado, desmenuzamos la levadura en el recipiente del agua. Ahora, ponemos el huevo en el centro del montón de harina y le incorporamos el azúcar disuelto en una pequeña cantidad de agua tibia.

Luego, vamos amasando la haría de los lados hacia el centro a la vez que vertemos más agua con levadura según vaya siendo necesaria, poco a poco. A mitad del amasado, añadiremos la sal, eso sí: es muy importante agregarla disuelta en agua y con la levadura ya completamente mezclada. Ya tenemos la mezcla que va a constituir la masa. Ahora la dejamos reposar, para que crezca, durante 20 minutos, más o menos.

Cuando vaya quedando poco, enharinamos la placa del horno y lo precalentamos a 180º.

Amasamos de nuevo la mezcla y a separamos en flautas pequeñas, que colocamos sobre la placa, dejando una separación considerable entre una y otra, puesto que la masa va a crecer al cocinarse y podrían acabar nuestros pegados entre sí.

El tiempo que el pan precisará en el horno va a oscilar de los 25 a los 30 minutos. En todo caso, para saber si ya está listo, introduce un cuchillo en la parte más ancha del pan. Si la herramienta sale seca quiere decir que el pan está cocido.

Recuerda:

600 gramos de harina

50 gramos de levadura

350 mililitros de agua

Dos cucharadas de aceite

Media cucharada de azúcar

Una cucharadita de sal

En una hora, tendrás lista esta receta de dificultad media y de sabor y recuerdos supremos.