Marrajo al estilo de Cedeira

Marrajo al estilo de Cedeira

El marrajo es una variedad de tiburón muy abundante en la costa de Galicia. Su carne es parecida a la del cazón (no son lo mismo digan lo que digan) o a la tintoreta y en muchos sitios se le conoce como la ternera del mar. Enla Villa de Cedeira, un pueblo costero de la costa Coruñesa, tienen mucha fama y tradición los platos de marrajo que cocinan en sus mesones.

Cómo suele pasar en estos casos, cada mesón presume de ser el que tiene la mejor receta. Para gustos los colores. Yo transmito una receta que a mi me encanta aunque claro está, no he comido marrajo en todos los mesones.

Ingredientes el marrajo al estilo de Cedeira.

(4 personas más o menos)

1,5 Kgde marrajo sin espina ni piel

Harina

Pimentón picante

Pimienta negra

Comino

Tomillo (mejor fresco)

Vino blanco, un vasito

Ajo

Perejil (mejor fresco)

Sal

Aceite de oliva abundante

Acompañamiento:

Salsa alioli casera

1 diente de ajo (dos si te gusta muy fuerte)

1 huevo y una yema

Sal

Vinagre (al gusto, yo le pongo una cuarta parte del vaso del aceite como mucho)

Aceite de oliva, un vaso grande

Preparación del marrajo al estilo de Cedeira

Preparación del pescado:

En el vaso de la batidora ponemos el vino blanco, el pimentón, la pimienta, un toque de comino y otro de tomillo y lo batimos hasta que todo quede deshecho. Utilizaremos esto como aliño. Cortamos el marrajo en cuadrados y lo ponemos en adobo de un día para otro.

Al día siguiente ponemos el aceite a calentar. El pescado se pasa por la harina y se fríe con el aceite muy caliente para que quede dorado y crujiente por fuera, pero no quede seco por dentro. A veces, para variar, lo rebozo también con huevo. Es conveniente dejarlo escurrir en papel de cocina para que no quede aceitoso. En el mismo aceite freímos las hojas grandes del perejil fresco y las servimos con el pescado. Se puede utilizar una ramita cruda para adornar.

Preparación del alioli

Ponemos todos los ingredientes en el vaso de la batidora y comenzamos a batir sin mover el brazo hasta que emulsione. Subimos despacio el brazo de la batidora para que no se corte. Acabamos subiendo y bajando el brazo hasta que veamos que está listo. La salsa se sirve a parte para que cada cual añada la que quiera.

Se puede acompañar el pescado con una ensalada de lechuga y tomate clásica.

Rodaballo al horno

De entre los muchos pescados que he tenido el gusto de probar, debo reconocer que este es de los mejores junto con el mero. En este caso, os voy a presentar este manjar de los mares, que se llama rodaballo.

Si no lo habéis probado y donde vivís tienen el rodaballo a buen precio, por ejemplo yo vivo en Galicia y lo encuentro a 17-18 euros el kilo, y la verdad es que está a muy buen precio pues no es de piscifactoría sino pescado en el mar, todo un lujo al alcance de cualquier gallego.

Os voy a explicar cómo hago el rodaballo el horno, y la verdad… ¡¡sale riquísimo!!

Por cierto, Cuando traigamos el rodaballo o rodaballa (como dije antes es mejor así, pues ahora llevan huevas), la pescadera/o os habrán preparado el pescado pero aún así es bueno lavarlo bien y luego dejarlo un rato escurrir. Si tiene huevas es mejor decir en la pescadería que se las saquen antes de cortas pues sino te vendrán bien cortadas y no es lo mismo.

Ingredientes

1 rodaballo (cuanto más grande mejor y si es femia (hembra) aún mejor pues en esta época de abril a mayo es cuando mas huevas llevan, y están riquísimas)

1 cebolla bien picada

1 zanahoria

Algo de sal

Aceite

Patatas cortadas en rodajas

2 ajos cortados en láminas

Preparación

Cortaremos la cebolla muy bien picada en dados, también cortaremos los ajos en láminas y la zanahoria le quitaremos con el pelador la piel y la cortaremos en 4 o 5 trozos más bien grandes, si queremos y nos gustan mucho podemos poner 2 zanahorias.

Si nuestra bandeja del horno no queremos que nada se quede pegado y pasarnos horas limpiándola, poniendo papel de horno, conseguiremos que nada se pegue y además queda mucho mejor.

Pondremos papel de horno que cubra toda la bandeja del horno, pondremos primero antes del papel un poco de aceite y después el papel para que quede pegado y no ande incordiándonos moviéndose o levantándose. Una vez hecho este paso, pondremos aceite por encima. Seguidamente vamos a poner la cebolla, los ajos y la zanahoria y encima de ello pondremos las patatas en rodajas, pero sobretodo la parte de abajo ha de estar llena de cebolla, puesto que así las patatas quedan mejor y no se queman.

Encima de las patatas pondremos las rodajas de rodaballo y otro poco de aceite por encima muy ligeramente. De último le vamos a echar un vaso de vino blanco.

Lo tendremos en el horno a 180 grados, durante 30 minutos, pero ya sabéis que cada horno es un mundo y que vamos a tener que vigilar y también ir echando la salsita que va haciéndose por encima del rodaballo para que no se queme y se seque, que entonces ya no estaría riquísimo.

Cuando haya pasado media hora o el tiempo que le lleve hasta hacerse bien, pues pinchamos con el tenedor o cuchillo y sale fácilmente, lo sacamos del horno lo ponemos en los platos  y a comer!!!

Ya veras como si haces este plato tu familia te lo va a agradecer de por vida

Como truco final decir, que si queréis también le podéis poner unas rodajitas de limón por encima o ya en el plato cada uno se eche limón si quiere.

Hamburguesa de arroz y lentejas

No me preguntes en qué programa, pues no estoy seguro, pero sí sé que aprendí a cocinar esta receta gracias a la televisión y tengo que reconocer que es de las pocas cosas que he de agradecerle a la “caja tonta”. Y cuando, no hace mucho, la he probado. He decidido que tenía que compartirla contigo. Vamos a ver qué necesitamos:

Ingredientes:

Para empezar, y puesto que la hamburguesa será a base de arroz (redondo) y lentejas, pesaremos doscientos gramos de cada uno. También vamos a utilizar una cebolla, un puerro, una cebolleta, una zanahoria (espera, que respiro).

Hamburguesa de arroz y lentejas
Hamburguesa de arroz y lentejas

Sigo: un diente de ajo, un vaso de salsa de tomate, una cucharada de salsa de soja y otra de salsa inglesa, agua, aceite de oliva virgen extra, sal y una hoja de laurel. Vale, sí: son muchas cosas, pero verás lo fáciles que encontrar que son todas en el súper.

Preparación

Comenzamos introduciendo en una cazuela las lentejas, la cebolla, una hoja de laurel y el puerro. Lo cubrimos todo con agua y dejamos que se cueza durante media hora, más o menos, tiempo tras el cual lo sazonaremos todo. Cuando estén blandos, retiramos la cebolla, el puerro y el laurel. Ahora, escurrimos y reservamos, por un lado, el caldo; por el otro, las lentejas.

Es el momento de pelar y picar la cebolleta y la zanahoria muy finitas y las ponemos a pochar con un poco de aceite de oliva. Sazonamos y reservamos.

Ponemos el diente de ajo machacado y pelado en una cazuela, al que también añadimos un chorro de aceite. Agregamos el arroz, lo rehogamos un poco. Vertemos el doble de agua que de arroz, más una “propinilla”. Lo dejamos cocerse durante un cuarto de hora, más o menos.

Llega el momento de mezclar lentejas, arroz y verduras pochadas. Amasamos hasta que se quede una masa homogénea (si queda muy suelta, podemos añadirle un poco de pan rallado). Ahora, nos mojamos las manos para que no se nos peque la masa y formamos 8 hamburguesas, que disponemos sobre un plato untado de aceite. Las freímos en una sartén con otro chorrito de aceite, como cuatro minutos por lado.

Para la salsa, podemos reducir en un cazo el caldo de las lentejas con la salsa de tomate, la de soja y la inglesa. La ración normal, para estas cantidades, es de dos hamburguesas por persona y lo ideal acompañarlas de salsa de tomate para decorar.

Recuerda:

Doscientos gramos de lentejas

Doscientos gramos de arroz redondo

Una cebolla

Un puerro

Una cebolleta

Una zanahoria

Un diente de ajo

Un vaso de salsa de tomate

Una cucharada de salsa de soja

Una cucharada de salsa inglesa

Agua

Aceite de oliva virgen extra

Sal

Una hoja de laurel

Se trata de una receta de dificultad media en la que emplearas sobre 45 minutos.

Aleta rellena

Este plato es de un viejo recetario de mi madre, suele ponerlo en comidas copiosas. Por lo cual es un plato fuerte. Ideal para celebraciones o fiestas varias. Acompañado con varios purés ( de patatas o zanahoria) o salsas. Es un poco elaborado, pero tiene una buena presentación y da para varios comensales. Ideal si quieres ser el anfitrión ideal de tus invitados.

Típica receta que puedes dejarla preparada de un día a otro, de modo que toma nota y, si lo prefieres, tómatelo también con calma..

Ingredientes:

1 kg de aleta

200 gr de carne picada

2 huevos

100 gr de tocino

1 pimiento morrón

50 gr de aceitunas deshuesadas negras

1 cebolla

2 dientes de ajo

1 copita de coñac

Un poco de  sal

Una pizca de pimienta

Preparación:

Pide al carnicero que abra la aleta si no sabes hacerlo tu mismo. Y aprovecha los recortes para el relleno que aquí no se tira nada. Extiende la aleta, salpimiéntala y pon en el centro la carne picada.

Bate con fuerza los dos huevos y prepara una tortilla francesa que quede muy cuajada o seca, que viene a ser lo mismo. Córtala por la mitad en sentido longitudinal y coloca los dos trozos a cada lado de la carne picada.

Añade tocino cortado en tiras. Lo harás mejor si calientas previamente el cuchillo. Incorpora también los pimientos morrones, trocéalos de la misma manera. Si son de lata estrujarlos antes y si son naturales debes pelarlos.

Por ultimo, incorpora las aceitunas. Trocéalas para que el relleno quede más fino y procura que estén bien distribuidas. Si están rellenas de anchoas mucho mejor.

Empieza a enrollar la carne. Apretando fuerte con las manos y cuida que no se desprenda el relleno.

Ata el rollo con hilo de cocina, sujetando bien la pieza para que quede con buena forma.

Pon la carne y la cebolla en una cazuela, 6 cucharadas de aceite; dora los ajos pelados y vierte el conjunto sobre la carne.

Enciende el horno, mete la cazuela, dora la carne y déjala durante 2 horas. A media cocción baña la carne con coñac. No olvides rociarla de vez en cuando con el jugo.

Recuerda:

Te conviene dejar reposar la carne antes de trinchar. Pasa la salsa de la bandeja por el pasapurés o chino. Puedes adornarlo con puré de patatas y/o verduras salteadas.

Cantidad:

Una paleta suele dar para 4 Raciones

Tiempo de preparación:

25 minutos

Tiempo de cocción:

50 minutos

Listo en :

1 hora y 15 minutos

 

 

 

Merluza al horno, un plato sano y fácil de cocinar

el pescado es un alimento son que debemos comer varias veces a la semana, según nos recomiendan los médico. Pero hay muchas personas a las que el pescado propiamente dicho no les apasiona demasiado, sobre todo cuando se cocina sin ningún tipo de aliño o condimento.

Pero tranquilos, que para todo hay solución. Hoy os traemos una rica receta para cocinar uno de los pescados más populares en la mayoría de nuestras casas, la merluza, que preparada al horno se convierte en un plato exquisito. Así podremos disfrutar de todas las propiedades del pescado sin renunciar a un rico sabor.

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Acelgas en blanqueta

Las acelgas, al igual que las espinacas (a su vez como el resto de verduras de color verde oscuro) son muy ricas en betacarotenos. Unos componentes que puede que no te suenen mucho, pero que dentro de tu organismo se trasforman en vitaminas A.

Hace poco me entere que estas verduras verde oscuras son grandes aliadas para el hígado. Por lo cual favorecen y son muy recomendables para las personas que padezcan alguna dolencia o alguna clase de infección puntual. Ya que ayudan a depurar y limpiarlo de toxinas.

No os voy a mentir, no conozco a muchas personas que las acelgas les pirren. Pero si es verdad que hay truquitos para que nos resulten más atractivas a la vista y al gusto. Como la receta de hoy, la que le gustara a grandes y pequeños. Espero que os resulte de gran utilidad.

Ingredientes para 4 personas:

1 kg de acelgas

½ l de aceite

2 cucharadas de mantequilla

2 cucharadas de harina

1 cucharadita de nuez moscada

Queso rallado

Sal

Preparación:

Empezamos esta receta limpiando bien las acelgas. El modo más sencillo de hacerlo es poniendo las acelgas debajo del chorro de agua del grifo. Escurrirlas bien y a continuación trocearlas. Una vez cortada las acelgas, es conveniente cocinarlas enseguida, para que no pierdan ninguna de su propiedades.

De tal forma, las coceremos en una olla con agua, sal y un chorrito de aceite. Más o menos lo que sería en su propio jugo.

Mientras que se hace las acelgas, vamos preparando en otro cazo lo que será la salsa que envuelva las acelgas, lo que llamamos blanqueta. Para ello calentaremos este segundo cazo la leche con mantequilla.

Cuando se empiece a mezclar este segundo contenido del cazo, sin dejar de remover una cuchara de madera, espolvoreamos en su interior la harina. Seguimos removiendo sin bajar el ritmo constante. Esto evitara que se formen grumos y la salsa se quede suave. Sazonamos a neutro gusto y le damos un toque con la nuez moscada.

Escurrimos las acelgas, que las teníamos reservada tras su cocción. Retirado el máximo posible de agua, colocamos en una cazuela de barro. Retiramos la salsa del fuego y recubrimos toda la cazuela y las acelgas con esta salsa blanca fina. Terminamos cubriendo todo con una capa de queso rallado.

Para finalizar, metemos la cazuela al horno, lo que conseguirá que el queso se gratine y le dé un toque más cremoso y crujiente. Este tiempo suele ser de 5 minutos. Una vez que este gratinado a nuestro gusto, sacamos la cazuela  y lo servimos a una temperatura moderada.

Civet de jabalí

Como alguno tiene pensado pasar las Navidades en la nieve, y como entre quienes lo van a hacer, más de uno se va a escapar al Valle de Arán, hoy vamos a cocinar un plato típico de tales pagos. Y no: no es necesario que vayas allí para conseguir los ingredientes, aunque en algún caso ayudaría. Vamos a ver qué necesitamos:

Ingredientes:

Para empezar, vamos a utilizar de tres a cuatro kilos de carne de jabalí. Si crees que es demasiado, reduce las cantidades en proporción. También necesitaremos vino negro, dos o tres cabezas de ajo y zanahorias.

Intenta conseguir “semolets”, aunque si no das con ellos, pueden valernos unas cebollas. Además, utilizaremos un cuadrado de chocolate negro, una ramita de tomillo, laurel, perejil y un puñadito (remarco el diminutivo) de mojardón, una pequeña seta de sabor y olor bastante intensos.

civet de jabalí
Civet de jabalí

Preparación:

Antes de nada, te diré que lo ideal es que cocines este plato en una cazuela de barro, ya que deja un sabor espectacular a todo y, claro, la carne de caza no iba a ser una excepción. Si no tienes una ni alguien que te la preste… en fin, qué le vamos a hacer. Con lo que tengas, vamos a cocinar.

Empezamos por sofreír la carne de jabalí, pero no demasiado, para que no se nos quede seca ni dura (la carne de caza, al no tener prácticamente grasa, puede presentar este problema). Hecho esto, pon en la cazuela un litro de agua y uno de vino negro y coloca la carne, las zanahorias, las cabezas de ajo, los “semolets” y las hierbas en la olla.

Deja macerar la mezcla un par de días (no pensarías que ibas a comértelo hoy, ¿verdad?). Pasadas las cuarenta y ocho horas, le añadimos a la cazuela el chocolate rallado y la dejamos en el fuego hasta que rompa  hervir.

Una vez que el guiso hierve, lo ideal es ponerle una tapa de estraza con un plato encima, de modo que no salte –en todo caso, si no disponemos de esta tapa, podemos colocar encima la tapa antisalpicaduras de un sartén. No es lo mismo, pero, a falta de pan…-

Reducimos el fuego al mínimo y lo dejamos a fuego leeennnto un mínimo se 4 horas, aunque lo ideal es que sean entre 7 y 8. La sal la añadiremos en el último momento. Según quieras la carne más o menos tierna, así será el tiempo de cocción.

Recuerda:

De tres a cuatro kilos de carne de jabalí

Vino negro

Dos o tres cabezas de ajo

Zanahorias

“Semolets” (cebollas, en su defecto)

Un cuadrado de chocolate negro

Una ramita de tomillo

Laurel

Perejil

Un poco de mojardón

Es cierto que tardarás más de dos días en tener lista esta receta, también es verdad que la elaboración correcta es difícil, pero el resultado es espectacular.

 

Hojas de col rellenas

La col es una de las hortalizas más ricas en fósforo, que es una sustancia imprescindible en nuestro día a día. Hay muchas personas que no consumen este alimento por no saber cómo o por no gustarles el sabor.

Con la receta de hoy proponemos una forma rica, original y fácil de cocinar un rico plato, que  seguro que le gusta a grandes y pequeños.

Ingredientes para 6 personas:

1 col blanca mediana

400 gr de carne picada

1 huevo

100 gr de cebollas

30 gr de manteca de cerdo

200 gr de tomates triturados

1 vasito de caldo de verduras

50 gr de queso rallado (de la clase que se prefiera)

Perejil

Pimienta

Sal

Preparación:

Se prepara la col, separando hoja a hoja del tronco, sin llegar a romperlas o quitarlas. Relajando los nervios con un cuchillo con cuidado de no partir la col, de manera que se quede abierta.

Se mete la col unos minutos en un cazo de agua hirviendo al toque de sal, para que se ablanden y sean más fáciles de enrollar.

Sobre una superficie limpia y lisa, como puede ser una mesa, encimera o tabla de cortar, extendemos las hojas y espolvoreamos el queso rallado.

Las hojas interiores que no se hayan separado del nervio, las quitaremos y picaremos  muy finas.

En una sartén echamos un poco de aceite y la manteca de cerdo. Rehogaremos la cebolla y la col bien picada. Taparemos con una tapa unos minutos para que se haga mejor y quede bien blanda.

En un bol prepararemos la carne picada. Para eso echaremos encima el huevo, la col y cebolla ya cocinadas, la sal, la pimienta y el perejil (al gusto). Trabajamos bien la mezcla con las manos, amasándolo todo bien.

Ahora colocaremos esta carne sin cocinar encima de casa de cada una de las hojas de col que tenemos colocadas en la superficie plana. Se enrolla y se ata con un hilo o atravesamos con un palillo de madera para que se quede fijado el rollito.

Ponemos un poco de aceite en un cazo o cazuela de barro y doramos estos rollitos por ambos lados. En esta misma cazuela se le añade el tomate triturado y el caldo de verduras y se deja cocer a fuego lento.

Si vemos que el líquido pronto se consume o se queda corto, podemos añadir un poco más de caldo o agua. A la hora de servir, retiraremos el hilo o el palillo y se mantendrá aun enrollado.

 

Cremas muy fresquitas

Como dentro de poco tendremos un clima más cálido, ya dejara de apetecernos las sopas y cremas calentitas de estos meses de atrás.  $En este post os presentaremos unas cremas muy, pero muy fresquitas que apetecerán cuando ya entremos en calor y seguirán siendo tan ricas como nutritivas.

Crema Fría de Aguacate

Ingredientes:

1 ½ Aguacate

1 kg. de tomates raf

1 Diente de ajo

2 Cucharadas soperas de aceite de oliva

1 Cucharada sopera de vinagre

Sal

Pimienta en polvo

Preparación:

Coges los tomates raf (son aquellos de color verde muy oscuro) y los introduces unos segundos en agua muy caliente para escaldarlos. Cuando los retires del agua ten cuidado de no quemarte y pélalos, después de pelados déjalos que se enfríen a temperatura ambiente.

Pela el aguacate y pártelos en tacos, reserva.  Cuando los tomates estén fríos córtalos en tacos, reserva.  Pela el diente de ajo, córtalo en cuatro partes, reserva.  Coge el vaso de la batidora y echa los tacos del aguacate, los tacos del tomate, el ajo partido, el aceite, el vinagre, un poquito de sal y un poquito de pimienta, bate todos los ingredientes a velocidad rápida hasta que esté bien unido y triturado.

Tiene que quedar una crema suave y un poquito espesa. Cuando hayas acabado pasa esta crema por un chino y lo metes en el frigorífico durante 2 ½ horas como mínimo.  Prueba antes como esta de sal y pimienta y si lo necesita salpimentar a tu gusto. ¡Fresquita y muy nutritiva!

Gazpacho Tradicional

Ingredientes:

6 Tomates

1 Pepino mediano

1 Pimiento verde

1 Cebolla pequeña

1 Diente de ajo

1 Rebanada de pan de molde

Agua

Aceite de oliva

Vinagre y sal

Preparación:

Coge un bol llénalo de agua e introduce la rebanada de pan, reserva.  Lava bien los tomates y el pimiento, después de lavados córtalos en tacos, reserva.  Pela el pepino y la cebolla y córtalos en tacos, reserva.

De todos los ingredientes cortados en tacos reserva un poco de cada uno de ellos como guarnición (córtalos un poco más pequeños). Coges el vaso de la batidora y echa todos los ingredientes (menos lo reservados para la guarnición) y bátelos, mientras se baten añade el ajo y la rebanada de pan, deja que se trituren bien y añade ½ vaso de agua fría, el aceite, el vinagre y sal a tu gusto.

Cuando termines pasa la mezcla por un chino y mételo en el frigorífico una ½ hora como mínimo. ¡Riquísimo!