Recetas con alcachofas

La alcachofa es un alimento rico en fibra que ayuda a favorecer el tránsito intestinal. Es importante incluir esta clase de alimentos en la dieta. Ya que mejora el control de glucemia en personas con diabetes, reduce el colesterol y previene el cáncer de colon.

Pero también es difícil encontrar recetas ricas con las que degustar esta verdura. Aquí te proponemos dos ricas recetas ¡ricas, riquiiiiiiiiiisimas!

Alcachofas rellenas

Ingredientes:

12 alcachofas medianas y tiernas

75 gr de mantequilla

2 cucharadas de harina

½ l de leche

200 gr de jamón de serrano

2 yemas de huevo

Zumo de limón

2 cucharadas de queso rallado

Sal

Pimienta

Preparación:

Quitar las hojas duras externas, cortar las puntas e igualar los tallos de las alcachofas. Frotar con limón y cocer en agua, sal y limón. Escurrir y reservar.

Poner mantequilla en una cazuela, añadir la harina y remover hasta que coja color; mojar con la leche caliente y mover con las varillas para que no se formen grumos; dejar cocer 5 minutos. Separar del fuego y añadir el jamón picado fino y las 2 yemas de huevo.

Abrir un poco la alcachofa y rellenar con la mezcla. Engrasar una fuente, colocar las alcachofas, distribuir el queso rallado y regar con un chorreón de aceite.

Meter en el horno hasta que la superficial se haya dorado, sacar y servir en la misma fuente.

Dato útil:

Se puede utilizar jamón de york o beicon en lugar de jamón.

Alcachofas con bechamel 

Ingredientes:

6 alcachofas

6 lonchas de jamón cocido

150 gr de mantequilla

50 gr de harina

½ l de leche

6 rebanadas de pan de molde

sal

1 limón

Preparación:

Para ir empezando, pela las alcachofas y quita las hojas exteriores. Córtalas por la mitad y mételas durante 15 minutos en un cuenco con agua y zumo de limón. Pon un puchero con agua y sal en el fuego. Cuando empiece a hervir, echa las alcachofas y cuécelas 45 minutos.

Escúrrelas y rehógalas con 100 gr de mantequilla. Tuesta el pan. Derrite 50 gr de mantequilla, incorpora la harina y mezcla rápido para que no salgan grumos; dilúyela pasta con leche caliente, sazónala con sal y, si te gusta con un poco de nuez moscada.

Déjala a fuego 10 minutos removiendo a la vez, sin prisa pero sin demasiada pausa.

Pon las rebanadas de pan en una fuente para el horno, coloca encima una loncha de jamón y dos medias alcachofas. Echar la bechamel y gratinarlo al horno.

Dato útil:

Puedes echar queso encima para fundirlo.

Lentejas con verduras y chorizo

Estos días en los que el fresco (eufemismo con el que quiero decir que hace un frío que corta la piel) parce que ha llegado para quedarse apetece un montón un plato de esos llamados de cuchara. Y éste en concreto, de lentejas con verduras y chorizo, tiene todas las papeletas para convertirse un habitual durante el invierno.

Ingredientes:

Para ser, como es, un plato fácil de elaborar, lleva una buena cantidad de ingredientes, de modo que vamos a hacer una incursión en la despensa y en el frigo tal que se van a quedar ambos (ya que es invierno) tiritando.

Lentejas con pollo y chorizo

Dispón un cuarto de kilo de lenteja pardina seca, tres zanahorias, cuatro patatas pequeñas, cuatro tomates (o cuatrocientos gramos de tomate triturado, si lo prefieres), trescientos gramos de chorizo en aceite, o, si no lo encentras, usa del “de colgar”. También te va a hacer falta una hoja de laurel, una cabeza de ajos entera y sin pelar, sal y agua (¡uf!)

Preparación:

Lo primero que vas a hacer es pelar las patatas y las zanahorias. Acto seguido, las cortas en dados no demasiado grandes –del orden de centímetro y medio o dos centímetros por lado. Más o menos: guárdate la regla, anda-.

Pon las hortalizas ya cortadas en una olla grande, junto con la cabeza de ajo, el laurel y las lentejas.

Ahora, si vas a usar tomates natrales, tritúralos y mételos en la olla. Si ya los has comprado triturados, mételos directamente (sé que sobra esta última frase, pero nunca está de más dejar las cosas claritas).

Siguiente paso: desmenuza los chorizos e intenta quitarle toda la piel. No es que sea imprescindible que vayan pelados por completo, pero se agradece. Ya pelados y desmenuzados, mételos también a la olla.

Con todos los ingredientes en el puchero, cubres el contenido con agua y lo pones a fuego lento sin tapar. Cada poco tiempo vas comprobando la cocción de las lentejas y las verduras, mientras rectificas de sal.

Recuerda:

Un cuarto de kilo de lenteja pardina seca

Tres zanahorias

Cuatro patatas pequeñas

Cuatro tomates o 400 gramos de tomate triturado

Trescientos gramos de chorizo en aceite o “de colgar”

Una hoja de laurel

Una cabeza de ajos entera y sin pelar

Sal

Agua

Si te apetece, puedes añadir a los ingredientes un taco de jamón y un poco de tocino, aunque las calorías de cada ración se van a disparar. Tardarás como dos horas y pico en acabar esta deliciosa y fácil receta.

Berenjenas rellenas de tomate al tomillo

Ingredientes para 4 personas:

4 berenjenas pequeñas

3 cucharadas de aceite de oliva

4 cebollas pequeñas

3 dientes de ajo

5 tomates

2 cucharadas de perejil picado

1 cucharada de tomillo picado

Mantequilla

Pimienta

Sal

Preparación:

Para empezar esta berenjenas, seleccionamos 4 berenjenas de un tamaño más bien pequeño. Las lavamos y pelamos en tiras longitudinales de un centímetro aproximadamente. De esta manera le dará un aspecto de piel quebrada y además conseguiremos que los jugos, al cocinarla, lleguen a toda la berenjena por completo.

Cogemos las berenjenas y le proporcionamos a cada una una incisión lateral con un cuchillo. De esta forma podremos extraerle un cuarto de su pulpa con una cucharita, in tener que abrir del todo. Conservando así su forma.

Con la ayuda de una sartén, doramos las berenjenas en aceite caliente durante unos 3 minutos. Procurando que no se queme, pues la berenjena cogería sabor a quemado, que amargaría la receta. Retiramos del fuego.

Aprovecharemos ese mismo aceite, y la sustancia que la berenjena ha soltado, para rehogar en el la cebolla cortada al estilo juliana y los ajos, ya picados con anterioridad. Dejamos que se hagan a fuego lento hasta que se empiecen a dorar.

En ese momento será cuando incorporaremos a la sartén los tomates. La forma en la que deben estar es pelados y troceados. Además añadimos también la pulpa que hemos extraído de las berenjenas, el perejil y el tomillo. Removemos y salpimentamos a nuestro gusto. Dejaremos cocer durante unos 15 minutos a fuego lento.

Mientras tanto, podemos empezar a engrasar con un poco de mantequilla la fuente donde pondremos después las berenjenas para hacerlas al horno. También podemos ir preparando el horno precalentandolo.

Retiramos la sartén del fuego y empezamos a colocar las berenjenas en la bandeja. Con la ayuda de una cuchara, vamos incorporando el contenido de la sartén a modo de relleno para las berenjenas. Ponemos encima unas nueces  de mantequilla, rociamos un poco de agua. Metemos la bandeja en el horno y dejamos que se cocine durante alrededor de 20 minutos.

Este plato es muy versátil, y permite hacer variaciones en su receta. Además puede servir como un aperitivo, primer plato y cenas ligeras. Además permite que pueda servirse y consumir tanto caliente como ya frío. Sin perder nada de su sabor y calidad.

 

Calabacines a la italiana

Confiésalo: has llegado hasta aquí porque no sabías qué prepararte para comer o cenar. Pues has llegado al lugar correcto. Te voy a acompañar mientras la preparas, para que veas qué facilito es preparar esta receta sana y tan sabrosa que, en cuanto anuncies que la vas a preparar, se te va a invitar un montón de gente.

¿Cómo que no sueles tener invitados? Eso vamos a comprobarlo ahora mismo. Toma el mandil y entra en la cocina.

Calabacines a la italiana
Calabacines a la italiana

Ingredientes:

Vamos a ver: dispón cuatro calabacines grandes, uno por persona; cien gramos de salami, otros tantos de queso rallado y cincuenta de mantequilla. Por ahora, ¿lo tienes todo? Bien, seguimos.

Ahora coloca sobre la mesa una cebolla, tomillo, romero y sal ¿Cómo, que no dispones de sal? Bueno, te espero, que para eso están los vecinos, y no sólo para llamar a la policía cuando pones la música algo alta a las cuatro de la mañana (“algo alta” significa que sólo reverberan los cristales). ¿Ahora lo tienes todo? Pues vamos allá.

Preparación:

Empieza por cortar los calabacines por la mitad y vaciarlos con un cuchillo largo y afilado… ¡Cuidado! La idea es comer calabacines rellenos, pero no de tus dedos. Cuando tu chica te dice que estás bueno, no lo hace para que te conviertas en comida.

Ahora, corta la pulpa en trocitos pequeños, fríe la cebolla rallada en la mantequilla y, acto seguido, añade a pulpa del calabacín y el salami también cortado en trocitos. Sí: vas a necesitar afilar los cuchillos cuando termines. Rehógalo todo junto durante unos minutos. Cuanto esté listo, lo espolvoreas con las hierbas y lo sazonas, lógicamente, con sal.

Ya tienes el relleno, que vas a poner dentro de las mitades de calabacín, lo cubres todo con una buena cantidad de queso rallado y lo metes al horno fuerte durante media hora, de las de treinta minutos. Si ves que el queso se dora demasiado, puedes cubrir con papel de aluminio.

Un pequeño “por cierto”, mientras preparas la mesa: como ves, los italianos ponen los calabacines rellenos crudos al meterlos al horno, pero si quieres que se hagan antes, puedes hervirlos un momento en agua y sal ¿Que por qué no te lo he dicho antes? Pues porque soy así de despistado y porque me gusta verte preparar las recetas de manera tradicional.

Recuerda:

Cuatro calabacines grandes

Cien gramos de salami

Cien gramosa de queso rallado

Cincuenta gramos de mantequilla

Una cebolla

Tomillo

Romero

Sal

Vas a tardar como una horita en preparar esta facilísima receta.

Entrantes de agacates

Hoy vamos a a preparar unas recetas muy fáciles elaboradas con aguacate. De por sí, el aguacate es un fruto muy versátil, que admite componer platos tanto salados, como dulces y picantes.

Esta fruta posee muchas propiedades beneficiosas para el organismo, de hecho, uno de los beneficios mas conocidos del aguacate es la regulación del colesterol gracias a ácido oleico que posee, pero también hay que tener en cuenta que tiene mayor cantidad de calorías que muchas frutas con o cual no es demasiado bueno en las dietas de adelgazamiento.

Y, en mi opinión, el aguacate no es aún muy conocido o popular en nuestro país, aunque, poco a poco, va descubriéndose. Estas recetas te permitirán dar el salto o ¡darte el gusto!.

Aguacates rellenos

Ingredientes:

–        3 aguacates

–        1 lata de atún al natural

–        1 lechuga

–        1 huevo duro

–        aceitunas negras

–        perejil picado

–        sal

 

Preparación:

Corta los aguacates por la mitad quitándoles el hueso. Separa las hojas de lechuga dejándolas enteras, lávalas y utilízalas para cubrir la fuente de servir. Desmiga el atún en un plato y añade un poquito de su jugo. Sazona con sal los aguacates y rellénalos con atún. Adórnalos con el huevo duro muy picadito mézclado con el perejil. Las aceitunas negras le ponen una nota de color.

Recuerda que…

Este entremés se toma en frió y estará mucho mejor dejando los aguacates en la nevera un rato antes de servir. Mejora la receta con hielo picado fino encima, el efecto es impecable.

Aguacates flameados

Ingredientes:

–        3 aguacates grandes

–        150 gr de almendras crudas peladas

–        5 cucharadas de azúcar

–        6 cucharadas de coñac,ron o cualquier licor aromático

Preparación:

Picar las almendras y mezclarlas  con el azúcar. Luego, corta los aguacates por la mitad a lo largo y sacar el hueso y rellena en el centro con la mezcla de almendras y azúcar. En el momento de servir , calienta el coñac, ron o cualquier licor aromático con bastante alcohol, y viértelo sobre los aguacates y préndelos.

Tienen un efecto muy bonito si los sacas ardiendo a la mesa. Aunque los aguacates se sirven como entrantes, en este caso, al tener un sabor bastante dulce, puedes servirlos de postre. Resultan deliciosos. No regatees esfuerzos en la presentación de este plato.

Recuerda que…

Si no dispones de platos hondos, se mantendrán mejor en equilibrio si les quitas una rebanada fina en la parte de abajo. Eso evitara que se muevan y los hará más estables. Sobre todo porque se sirven prendidos en fuego.

 

Verduras al vapor con salsa de naranja

Las comidas cocinadas al vapor además de ser deliciosas, sanas y están llenas de nutrientes. Y son ideales para gente que desee perder peso o estén a dieta. Normalmente se utilizan utensilios específicos para cocinar al vapor como carnes, pescados o verduras. Las llamadas vaporeras.

En este caso haremos esta receta, que es de origen oriental.

Ingredientes 4 personas:

2 dl de caldo de verduras

8 espárragos trigueros

1 cucharadita de harina de maíz

2 naranjas

120 gr de maíz en conserva

40 gr de mantequilla

1 nabo

1 puerro

Setas enoki

100 gr de setas shiitake

4 zanahorias enanas

Aceite de oliva

150 gr de calabaza

Preparación:

Empieza por pelar el puerro y cortar en tiras largas y finas. Mientras poner una sartén con aceite de oliva en el fuego, esperar que este muy caliente, bajar el fuego y echar las tiras hasta que se frían hasta que tengan aspecto de crujientes. Preparar un plato y poner papel absorbente o de cocina, para depositar el puerro y quitarle el máximo de aceite posible.

Poner otra sartén al fuego, pero esta vez con la mantequilla. Cuando esta empiece a fundirse, añadir la harina de maíz y remover unos segundos.

Añadir mientras removemos,  poco a poco el zumo de naranja y el caldo de verduras. Seguir removiendo hasta que notemos que espesa un poco la salda. Retiramos del fuego y la reservamos hasta más tarde,

Una vez peladas todas las verduras y troceadas, las lavamos y dejamos escurrir en un escurridor. Cogeremos una olla con agua y la pondremos al fuego. Echaremos las verduras a la vez en una vaporera y dejaremos que se hagan al vapor entre cinco y diez minutos.

Volver a escurrir hasta retirar toda el agua.

Para servir pondremos las verduras al vapor como base poniendo encima el puerro crujiente. Terminar vertiendo la salsa reducida regando las verduras.

Recuerda que…

Si no poseéis una vaporera, te damos otra idea para poder vaporizar las verduras, o otras recetas para hacer al vapor. Colocamos una olla de agua y colocamos un colador metálico, con cuidado que no toque el agua. Colocamos la comida dentro del colador que deseamos cocinar. Y tapamos la olla con una tapa.

Para sazonar la comida, esta la opción de echar en el agua la sal y si queremos hierbas aromáticas como tomillo, laurel, etc.

Calorías: 160

Dificultad: Baja

Tiempo: 10 a 20 minutos

Ya veis que realmente os va a llevar muy poco tiempo preparar esta sencilla receta, que es, además, muy sana.

Aguacates en ensalada

Ingredientes:

3 aguacates

5 ramas de apio blanco

1 cogollo de lechuga

3 huevos duros

100 gr de almendras crudas y peladas

3 cucharadas de nata liquida

Limón

Aceite

Pimienta

Sal

Preparación:

Para empezar esta exótica receta procederemos a preparar los aguacates. La forma es pelándolos y cortándoles la pulpa en dados de tamaños lo más similares posibles, reservamos en un recipiente. De la misma forma, separamos las ramas de la lechuga, las limpiamos con agua, cortamos en trozos y vamos colocando sus trozos en  los extremos de una bandeja amplia, que será donde sirvamos la ensalada.

Te recomendamos que metas la fuente en el frigorífico para que este más fresca a la hora de comer. De esta forma, además, la lechuga no pierde frescura y ni se pone fea, siguiendo estando crujiente. Que es lo que con el calor les suele suceder, que se mustia.

Ponemos los huevos a cocer en un cazo al fuego. Mientras iremos preparando el resto de ingredientes, en este caso el apio. Para ello tienes que quitar las partes duras, así como las hebras y cortarlo en bastoncillos. Echamos en el mismo recipiente que el guacamole.

Añadiéndole después el aceite, el limón, la pimienta y por último la sal, estos dos al gusto. De esta forma, si ponemos la tapa al recipiente, podemos gracias a sacudidas enérgicas de arriba y abajo, hacer que se mezcle a la perfección nuestros ingredientes, sin necesidad de darle vueltas en la bandeja y estropear la presentación.

Abrimos y con la ayuda de una cuchara extendemos su interior por la bandeja, que ya habremos sacado del frigorífico, sin tapar la lechuga, por el centro. Con los huevos ya cocidos los pelamos y cortamos. Una vez listo los ponemos encima del resto de esta ensalada y adornamos su presentación.

Solo nos queda servir en la mesa y esperar el entusiasmo de los comensales, ya que es un plato fresco, cómodo y muy rico. Seguro que les encantara.

Consejo:

Cuando cortes aguacates y tengas que conservarlos un tiempo, echarlos en un recipiente junto a su hueso. El ayudara a que no se estropee y se conserve fresco hasta que lo necesitemos.

Si tienes montada la ensalada con anticipación o tienes que esperar para servirla. Puedes guardarla en el frigorífico. Al estar ya aliñada no olvides taparla con papel de aluminio o trasparente. Así no se estropeara.

 

Cazuela de Arroz al Horno

Cazuelita de Arroz al Horno de la yaya,

Ingredientes:
Unos trozos de costilla de cerdo
Dos cortes de lomo
1 cabeza de ajos
1 patata
unas verduras crudas: Fabes (Judías blancas) y alcachofas o garrofón (judiones), gisantes y judía verde.
Panceta ibérica curada
Tomates
Pimiento
Arroz
Agua (si puede ser de la font del avellano mejor que de la font del garrofer aunque puedes usar cualquier otra agua tienes que asumir que no quedará igual del todo :D)
Picada de ajo y perejil
Aceite

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Cazuela de arroz al horno

Freír en una sartén y reservar:
– Tocino en trozos pequeños y patatas
– Costilla de cerdo
– Lomo cortado en tiras no demasiado largas.
– Freír también la cabeza de ajos con un corte por medio

Después freír todas las verduras. El tomate también un poco antes de ponerse a la cazuela.

Cuando la verdura esté casi hecha, freír el arroz un poco con la verdura y la picada de ajo y perejil. Así quedará más «suelto».

Pasar todo a la cazuela que irá al horno. Por cada taza de arroz, el doble de agua, menos un poco al final, para que quede el arroz más seco.

Ponerlo todo a la cazuela con gracia.

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Así queda antes de meter la cazuela al horno

 

El horno debe estar precalentado a unos 225 a 230 grados o máximo posible. Primero pondremos el horno sólo por debajo, y cuando ya esté casi hecho, encenderemos también por arriba para tostarlo un poco. Debe estar aproximadamente unos 30 minutos. Hay que ir vigilando que no se seque antes de hora.