Menestra ribereña

La menestra ribereña se trata de una receta de dificultad media muy agradecida en la mesa que requiere de un tiempo de elaboración de hora y media siendo una opción muy económica por lo ingredientes que se necesitan por su elaboración.

Puede hacerla uno mismo o en compañía de familiares para que resulte más divertido. Y para no perder nada de tiempo no olvides tener todo lo necesario a mano para cogerlo siempre que lo necesites, la buena organización consigue rapidez en el proceso.

Las alcachofas son conocidas por utilizarse mucho en dietas.

Ingredientes necesarios para esta receta:

Cuatro alcachofas, ¼ Kg de guisantes, preferiblemente pelados, unas puntas de espárragos, dos tallos de acelgas, dos o tres zanahorias, en atención al tamaño de las mismas, ¼ de habas, ¼ de judías verdes, una cebolla, ajo, aceite, dos lonchas de jamón serrano, sal , salsa de tomate, un huevo fresco y harina de trigo.


Preparar las alcachofas:

Las alcachofas han de ser limpiadas debidamente con un poco de agua tibia y se le ha de hacer un corte para retirar aquellas hojas que resultan más duras, además de a la punta y al rabo. Después se parten en cuatro trozos junto con los tallos de las acelgas y las zanahorias. Los trozos deben resultar de al menos 5 centímetros cada uno, que resulten más o menos similares entre todos, para luego depositarlos en una olla llena de agua con una pizca de sal. El tiempo de cocción es de 15 a 20 minutos y es necesario que los distintos elementos estén bien lavados antes de ser cocinados para evitar restos o trozos duros al paladar. Cuando estén tiesas, aunque ya cocidas, se retiran a un plato con papel absorbente para que escurran.


La cocción:

Aprovechando esa misma agua podemos proceder a hervir los guisantes, las habas y las judías, bien troceadas, durante 10 minutos aproximadamente. Mientras tanto, en un cuenco con harina de trigo podrás ir rebozando las alcachofas y las acelgas. El proceso es el siguiente; una vuelta en huevo y otra en harina para luego ir directamente a la sartén con el aceite bien caliente, no es preciso mancharse con ayuda de un tenedor y una cuchara es posible realizarlo de forma rápida y sencilla.

Tras la fritura se van retirando a un plato con papel blanco para que absorba los restos de aceite y que se mantengan en una textura y crujiente adecuado. Se reservan en ese mismo plato a la espera de volver a ser utilizadas.

En una cazuela con tres cucharadas soperas de aceite de oliva se sofríe la cebolla y el ajo, todo ello bien picadito, para que los trozos no resulten molestos, incluso se puede llegar a batir en atención a los gustos de cada persona. El fuego deberá estar a potencia alta, por lo que habrá que estar muy pendiente de que la cebolla se dore hasta quedar transparente pero sin pasarse, pues pude quemarse fácilmente.  A continuación se añadirá el jamón serrano, con trozos completos, que no sean especialmente finos, pues esta receta exige consistencia en los elementos. Tras varias vueltas sobre el sofrito se añaden, cuidadosamente, los guisantes, las habas, las judías verdes y las zanahorias para continuar removiendo durante un tiempo.

Se incorpora un vaso lleno de caldo de verduras, que puede ser casero de cualquier otro día, o bien emplear uno de los preparados que podrás encontrar en cualquier supermercado, ahorrando tiempo en ello. En pocos minutos se notará una evaporación progresiva, por lo que hay que estar pendiente de que las legumbres estén siempre cubiertas, si fuera necesario se pude rellenar con un poco de agua tibia.

En este momento habrá que añadir la salsa de tomate frito, lo habitual es que haga poso en el fondo de la tartera o cazuela en el que se está cocinando. Es el momento adecuado para remover de nuevo y probar la salsa, es importante probar todo lo que se cocina en cada fase del proceso para, por ejemplo, rectificar la sal si fuera necesario, incluso para solucionar problemas con la consistencia, más harina de trigo conseguirá espesor y el agua que resulte más líquida.

Pon tu cocina a máxima potencia durante tres minutos para luego apagarla del todo y que termine de cocinarse con el calor residual, ese último hervor conseguirá que el caldo se reduzca por completo y que el alimento se mantenga bien caliente, listo para ser servido en cualquier momento.  


La decoración:

Para adornar la mesa puedes escoger entre una fuente o una bandeja sopera pues se trata de una receta con mucho líquido que requiere de una vajilla con fondo. Para una decoración atractiva las puntas de los espárragos serán suficientes y en lo que a platos individuales se refiere puedes valerte de un molde metálico de cocina para que resulte más sencillo y estéticamente mucho más cuidado.

 

Guisantes con jamón

Los guisantes con jamón son un plato sencillo y muy completo. A las proteínasminerales y fibra de los guisantes, el jamón aporta proteína animal y grasa, si bien ésta tiene una composición saludable, por su elevada proporción de ácidos grasos insaturados.

La cebolla y los ajos enriquecen el plato con sus reconocidos efectos beneficiosos sobre la circulación sanguínea.

Si te gusta encontrar los trocitos de cebolla en el plato, puedes pasarla por el rallador, quedará mucho más fina. En este caso, escúrrela bien una vez rallada y elimina toda el agua que suelte.  

Es muy importante que no dejes que los tacos de jamón se doren demasiado sino los guisantes tendrán un sabor demasiado fuerte. Puedes sustituir los tacos de jamón por tacos de bacón o panceta.

Ten en cuenta que el jamón durante la cocción salará los guisantes, no añadas sal casi hasta el final después de probar los guisantes.

El único inconveniente de los guisantes como legumbre, es que pueden resultar indigestos para algunas personas, por su elevado contenido de fibra. La digestión mejora si le añadimos hiervas como el tomillo, el anís o el hinojo.

Ingredientes

1 Kg de guisantes congelados

4 cucharadas de aceite de oliva

1 cebolla mediana

2 dientes de ajo

1/2 taza de caldo

200 g de jamón serrano en taquitos

sal

Preparación

Primero pela y pica bien la cebolla, o si quieres como dije antes, también la puedes rallar la cebolla. También picas los dientes de ajo muy finos.

Echa el aceite en una cazuela, cuando esté bien caliente, echa la cebolla y los ajos y sofríelos a fuego lento y removiendo de vez en cuando.

Cuando la cebolla y el ajo adquieran color, echa los tacos de jamón y remueve por la cazuela. Saltéalos un poco sin que se doren demasiado por lo que ya comenté antes de que darían un sabor muy fuerte en los guisantes.

Echa los guisantes, sube el fuego al máximo y añade el caldo. Tapa y baja el fuego al mínimo, que se haga muy poco a poco. Continúa la cocción durante 10 minutos más. Remueve de vez en cuando con una cuchara de madera. Mantén la cocción hasta que los guisantes estén blandos. Prueba y rectifica de sal si hace falta, siempre es mejor mirar esto hacia el final pues los tacos de jamón sueltan mucha sal.  

Espero que la receta os guste a todos, y que os sienta bien pues tiene mucha fibra este plato!!!

 

Canelones

Aunque de origen italiano, es en Cataluña donde se consumen más canelones.

Las relaciones e intercambios comerciales entre estas 2 regiones dieron lugar a un intercambio cultural y gastronómico entre el sur de Italia y Cataluña. Cuando más se consumen es para Navidad, pues es una tradición comer canelones en Navidad.

Los canelones admiten cualquier tipo de ingredientes en su relleno, se puede utilizar carne de ternera, de cerdo, de pollo, espinacas, o pescado. Al igual que esta receta serán de carne picada de ternera y de cerdo, pues son los que hacia mi abuela puedes hacerlo de cualquier ingrediente que puse anteriormente o también inventar algo nuevo.

Si quieres que te queden los canelones más jugosos, entonces le pones una capa de salsa de tomate y por encima la bechamel y el queso.

Es importante cuando hayamos cocido la pasta que la escurramos y refresquemos con agua fría para para la cocción.

Luego se secaran con un paño seco extendiendo la pasta del canelon y secando con el trapo por los dos lados, y luego las pondremos en el trapo limpio todos estirados. 

Ingredientes

2 paquetes de canelones

250 g de carne picada de ternera

250 g de carne picada de cerdo

1/2 l de leche

50 g de harina

1/2 cebolla

1 diente de ajo

Aceite, sal, pimienta y nuez moscada

Queso rallado

Preparación

Pon la pasta en un cazo con abundante agua hirviendo con sal, cuando esté hecha retírala con cuidado de no romperla, colócala en un bol y secala con un paño de cocina limpio.

En una cazuela, haz un sofrito con la carne picada, la cebolla picada, el ajo picado, la sal y la pimienta. Con la ayuda de una cuchara, rellena los canelones con el sofrito de la carne, enrollalos y ponlos en la bandeja, previamente engrasada con aceite o mantequilla. 

En un cazo hay que tostar ligeramente y a fuego suave la harina y luego ir echando la leche poco a poco, subir un poco el fuego e ir removiendo con una varilla para que no se hagan grumos hasta que arranque el hervor. Sazona con sal y una pizca de nuez moscada.

Echa la salsa por encima de los canelones, espolvorear el queso rallado y lo pondremos en el horno a 200ºC hasta que estén gratinados. Lo sacamos del horno y ya podemos servirlo en la mesa. 

Espero que os guste esta receta, entre italiana y catalana, y que la hagáis en casa para vuestra familia.