Hoy toca salmón. Porque lo digo yo y porque hace tiempo que no comemos pescado, que es muy importante para mantener un dieta equilibrada. Eso sí: como sé que no te acaban de gustar los platos sencillos, hoy vamos a currarnos una receta espectacular.
Y es que la preparación del pescado va más allá del frito – a la plancha – rebozado – cocido. Un tipo de comida tan variado, la incontable cantidad de sabores provenientes del mar, tenían que poder cocinarse de una buena cantidad de formas. Ponte el mandil, que te lo voy a demostrar.
Ingredientes:
Para empezar, y como vas a cocinar para cuatro personas –si sois menos, una simple regla de tres te dará las proporciones; si sois más, usa la misma regla de tres y vete pensando en pedir las ayudas por familia numerosa- ten a mano cuatro lomos de salmón.
Dispón también de doscientos gramos de cebolla cortada en juliana, perejil picado, cincuenta gramos de pimienta negra molida, un puerro, cincuenta gramos de queso de Cabrales, cien mililitros de nata líquida, tres cucharadas de aceite de oliva y sal (si es yodada, mejor).
Preparación:
Doy por supuesto que has dejado anoche los lomos de salmón descongelándose en la nevera, en una fuente con rejilla. Si no es así, deja esta receta para mañana y fríete un huevo (o hazte cualquier otra cosa: tú mismo)
En cuanto al puerro, debes eliminar la parte verde y las raíces (esas “barbas” que tiene debajo del bulbo). Hecho esto, córtalo en rodajas muy finas. Cuidado con los dedos, que no acaban de quedar bien si los troceas en este plato. Lava el puerro ya cortado.
Ahora, vas a calentar dos cucharadas de aceite y a añadir la cebolla en juliana y el puerro. Salpimienta y deja que se vayan cocinando a fuego suave, con la sartén tapada, durante 12 minutos. Pasado este tiempo, retira la sartén del fuego y resérvala.
Por otra parte, vas a introducir el queso de Cabrales y la nata en un cazo y vas a aplastar el cabrales con furia malaya y con un tenedor. Hecho esto, calientas la mezcla hasta que te quede una salsa homogénea, que condimentarás con perejil y un poquito de pimienta.
Para terminar, unta una plancha con el aceite que te ha sobrado y cocina en ella el salmón que habrás salpimentado previamente. Dale como dos minutos por cada uno de los lados de la rodaja.
A la hora de servir, prepara en cada plato una cama de cebolla y puerro, pon el salmón encima y, sobre éste, la salsa de queso.
Recuerda:
Cuatro lomos de salmón
Doscientos gramos de cebolla cortada en juliana
Perejil troceado
Pimienta negra molida
Un puerro
Cincuenta gramos de queso de Cabrales
Cien mililitros de nata líquida
Tres cucharadas de aceite de oliva
Sal (yodada si es posible)
En menos de media hora habrás terminado un plato de salmón, por lo demás, muy fácil de cocinar.