Arroz con pescado

Si buscas un plato de gran presencia visual y de sabor tradicional, sin duda alguna, el arroz con pescado es la opción estrella en la cocina española. Se compone de dos elementos fundamentales como son el arroz, imprescindible en cualquier cocina, y el pescado, en concreto bacalao, si bien se puede substituir por cualquier otro en atención a los gustos personales de cada uno, siendo más favorable aquellos que pueden salarse, puesto que el sabor se impregnará mucho más.  

Se trata de un plato muy sano y fácil de realizar apto para el día a día y para todo tipo de celebraciones de cierta relevancia. Tiene un sabor extraordinario y es muy sencillo de digerir, por lo que es recomendable, incluso, para los más pequeños de la casa. No se necesita de mucho tiempo disponible para su elaboración, poco más de treinta minutos y se trata de un plato sumamente accesible.

Ingredientes necesarios para su elaboración

Serán necesarios para un total de cuatro a cinco personas dos tazas de arroz, ¼ de bacalao salado, dos tomates frescos, un pimiento verde, una cebolla pequeña, un ramito de perejil, dos dientes de ajo, azafrán, aceite de oliva y sal.  Todos ellos son productos naturales, que es recomendable tener frescos, y que son muy económicos, por lo que es mucho más apto para el día a día de numerosas familias.

Para una mayor comodidad se recomienda tener a mano cada uno de los elementos sobre un mármol o tabla para que acceder a ello resulte mucho más sencillo y no se pierda tiempo en ello. El orden en la cocina se hace siempre imprescindible para tener agilidad y libertad de movimiento durante la elaboración.

Realización del plato

Es necesario dejar a remojo el bacalao a desalar durante toda la noche previa cambiándole el agua en alguna ocasión.

Mientras tanto, en una cazuela con fondo amplio se depositan tres cucharadas de aceite de oliva.

Se sofríe en ella la cebolla, troceada previamente, los ajos pelados, y el pimiento. Para realizar los trozos es imprescindible disponer de una tabla adecuada, limpiada debidamente, y de un cuchillo muy afilado, para que el corte se haga con mayor rapidez.

Es una combinación de colores extraordinariamente vitales y de belleza innata. A los dos minutos se incorporan los tomates troceados en rodajas muy delgadas y se machacan poco a poco con un tenedor hasta que se deshagan. Para esta tarea no es necesario realizar un exceso de fuerza sino que con un poco de presión y de movimientos en la muñeca será suficiente.

Mientras la salsa se va cociendo se desmiga el bacalao, despreciando siempre las espinas, puesto que no aportan nada al plato y pueden resultar sumamente incómodas. Se une a la salsa con cuidado y se le da unas vueltas con una cuchara de madera para, posteriormente, echar el arroz.  Sobre todo ello se depositan cinco vasos llenos de agua tibia y se pone la cazuela a potencia media sobre la vitrocerámica. El tiempo necesario de cocción es de veinte minutos.

El perejil y el azafrán en el mortero, con un poco de agua caliente, se añade en la cazuela. Es importante comprobar la sal periódicamente para que se encuentre en el punto exacto antes de ser servido.

Sin duda los toques de azafrán y perejil son los que les dan ese sabor tan particular, por lo que habrá que prestar mucha atención a la mezcla realizada en el mortero, con cuidado de no pasarse para que el sabor no resulte especialmente fuerte o, por el contrario, insuficiente.

Es importante decir que el arroz en este caso al encontrarse combinado con el pescado no se mostrará totalmente seco, sino que mantendrá cierta humedad en el plato.

La consistencia del pescado se puede comprobar retirándolo aparte a un plato, con una cuchara se debe desmenuzar de manera inmediata, simplemente con una cuchara, si esto no ocurriera quiere decir que necesita de más minutos de cocción hasta que esté a punto.

Presentación

Para una correcta presentación es adecuado que se emplee un sopero o, incluso una bandeja, de cualquier tipo de diseño, pues, en este caso, la parte más importante de este plato son sus notas aromáticas y el sabor espectacular que ofrece.

En el caso de los platos individuales no se recomienda un plato llano, sino un con fondo para que se pueda conservar la humedad y la salsa bañando el arroz y el pescado, además, de esta manera, es mucho más sencillo de degustar.

Creaciones sencillas y rápidas de realizar que pueden disfrutar mayores y pequeños. Un plato perfecto para emplear como segundo, o para los días de mayor calor por ser muy digestivo y fácil de combinar con todo tipo de elementos; zanahorias, guisantes… Se pueden aportar aquellos elementos de que se dispongan en la cocina.

Escalopines al limón

Si quieres innovar en los platos que día a día ofreces a tu familia, o simplemente tienes un evento especial en el que quieres agradar  a tus invitados los escalopines al limón son una opción ideal por su presencia y sabor excepcional, es muy suave y pueden ser degustados por niños y ancianos gracias a su textura.

Ingredientes necesarios para su elaboración:

Es un plato que resulta muy económico para una familia por utilizar elementos que fácilmente podrás encontrar en tu nevera. Necesitarás un kilogramo de filetes de ternera, cortados en finas capas para que sea más fácil de digerir, pimienta, una cebolla de gran tamaño, concentrado de carne envasado, o bien, algún tipo de caldo que te haya sobrado de otra comida, el de pollo es perfecto, tres limones frescos, harina de trigo, aceite y sal.  Es un plato muy sencillo de realizar, sin necesidad de disponer de grandes conocimientos en la materia, en poco más de 40 minutos tendrás lista tu comida, una buena opción si dispones de poco tiempo.  

Preparación de los alimentos:

Si has comprado un trozo grande de ternera deberás proceder a su corte en finos filetes con ayuda de un cuchillo muy afilado, para mayor comodidad no dudes en solicitárselo a tu carnicería de confianza. El tamaño de cada uno deberá corresponder, aproximadamente, al tamaño de la palma de la mano.

Es importante que estén limpios, es decir, evitar todo tipo de nervios y grasas para que la presencia estética sea mucho mejor y no moleste a la persona a la hora de morderlo, en especial a los niños, a los que les incomoda especialmente esta situación. Cuando finalices esta tarea con un limón es necesario rociarlos, si te vales de un tenedor y lo pinchas te resultará más sencillo que salgan cada una de las gotas.

Por otra parte, en una sartén con un poco de aceite, apenas 2 cucharadas, se sofríen los filetes, vuelta y vuelta, para sellarlos únicamente, y se retiran a un plato cubierto de papel absorbente para deshacerse de los excesos de aceite que pudieran quedar. Aprovechando la misma sartén, previamente limpiada, se cubrirá de aceite, para pochar la cebolla, cortada en gajos finos. Esta tarea requiere de mucha atención y de fuego medio, pues es muy fácil que se puedan quemar y ello repercutiría directamente en el resultado final del plato.

Acompañamiento previo de los escalopines:

Teniendo la cebolla a punto, lo sabrás cuando el color se muestre prácticamente transparente, añade la harina de trigo con ayuda de una cuchara de madera que te ayudará a ir removiendo, poco a poco. Para la integración de los elementos vuelve a echar mano del limón y emplea unas ligeras gotas. En este punto será necesario subir la potencia de tu cocina unos minutos, tiempo en el que deberás introducir la pimienta y el concentrado de carne envasado o caldo, este último se evaporará rápidamente, cuidado con la evaporación condensada que se va a generar, hazlo poco a poco. Si la densidad fuera demasiada emplea tanta agua como sea necesaria para que resulte más diluido.

Proceso final:

Cuando la mezcla esté realizada habrá que dejarla reposar unos minutos a fuego muy lento, cinco minutos serán suficientes, transcurridos los cuales se colocarán los filetes reservados hasta que la mezcla los cubra abundantemente, si esto no sucediera, no te preocupes, utiliza el caldo restante que te haya sobrado, o bien, diluye un cubito concentrado en un vaso de agua.  

Aumenta la temperatura a fuego medio y deja que se cocine durante 15 minutos tranquilamente sin necesidad de remover o de recolocar las distintas piezas, incluso, puedes poner una tapa de cocina sin problemas. No olvides tener la sal a punto en cada momento, puedes emplearla en esta fase o colocarla en el emplatado, esta opción es especialmente recomendada para el modelo de sal escamado que se emplea en muchos tipos de carnes de gran calidad o en platos importantes.

Presentación de tus filetes:

Que se trate de un plato sencillo y gustoso para todo tipo de públicos no quiere decir que no se pueda convertir en un plato excepcional. Elige un plato de diseño moderno, uno geométrico será perfecto, con una espumadera coloca una capa de cebolla como cama para tu carne, esto permitirá que los olores y sabores se impregnen y resulte todavía más sabroso. Si buscas elementos que complemente con tu creación la patata será tu referencia, la podrás preparar al horno con un toque de pimienta negra y sal, incluso manteniendo la piel, en puré si a quien se dirige es a personas con dificultades, o, simplemente fritas pero siendo más sofisticadas aquellas especies de menos tamaño que sólo necesitan ser peladas y que, por sí mismas sorprenden, con un poco de azafrán podrás conseguir un color muy particular.

 

Mejillones al vapor con sofrito

Una comida que destaca por componerse de uno de los mejores productos nacionales y accesibles muy apta para disfrutar en los días de calor son los mejillones. Son muy versátiles y poseen un sutil sabor y una textura única y verdaderamente especial que encandila a grandes y pequeños.  Cocinarlos es muy sencillo y no requiere de ningún tipo de cuidado o técnica especial, además si se eligen debidamente los alimentos que lo acompañan se conseguirá un plato de diez.  

Ingredientes:

Son necesarios 2 kgs de mejillones tigre, preferiblemente de origen español procedente de las Rías Baixas (Galicia) por su excelente calidad y resultado,

un poco de sal,

1 pimiento rojo,

1 pimiento verde,

1 cebolla,

30 gramos de harina de trigo,

aceite de oliva

perejil

Preparación:

Es preciso que los mejillones se encuentren debidamente lavados con agua tibia. Después en una tartera los depositaremos con una cucharada de aceite, una hoja de laurel y un gajo de ajo, apenas necesitan 10 minutos de cocción, eso sí, removidos varias veces antes de retirarlos del fuego.

Mientras tanto en una sartén podemos comenzar a realizar el sofrito, para esta tarea habrá que cortar el pimiento rojo y verde en tacos muy pequeños, lo más que se pueda. Con respecto a la cebolla es recomendable que se pase por la batidora con un chorro de aceite de oliva para evitar trozos grandes en el paladar, no obstante, esto depende del gusto del comensal.

En un bol se mezclarán los distintos picados para echar dos cucharadas de harina, un poco de sal fina y dos cucharadas de aceite. Se remueve suficientemente hasta que la mezcla se encuentre lista para ser utilizada. Cuando esté lista en una bandeja se depositan los mejillones tigres únicamente con una de sus conchas y, con ayuda de una cuchara, se va colocando el sofrito abundantemente hasta cubrirlo. Por último se pica muy fino el perejil y se utiliza una ligera capa sobre todos ellos.

La mejor presentación para los comensales 

Los mejillones están listos para ser degustados, únicamente en un plato corriente, o bien, optando por aquellos especialmente indicados para tal fin como los creados por la conocida empresa gallega Sargadelos se colocan cuatro o cinco por persona y los restantes en una bandeja en el centro de la mesa. No sólo la presentación sorprende y agrada sino que el sabor es realmente especial.

Espero que pronto probéis esta deliciosa receta tal y como os digo, que seguro que vais a triunfar en casa.

Almejas a la marinera

La almeja está presente en muchos platos tradicionales de las regiones costeras de toda la peninsula iberica. Su temporada de pesca o recolección es de enero a abril y de septiembre a diciembre.

Se consumen cocinadas como ingrediente principal, a la marinera o en salsa verde, compañando guisos de pescados, merluza o rape, o en arroces como en la  paella.

Los ejemplares más grandes se pueden comer crudos con limón, como las ostras.

La preparación es muy sencilla: abrirlas y condimentarlas con una salsa elaborada o, simplemente, con limon. Algunos consejos asegurarán el exito.

La almeja se tiene que consumir viva. Por su forma de vida y alimentación, vive enterrada en la arena y se alimenta filtrando el agua y la arena, es por ello que puede ser que tenga algo de arena en su interior.

Para eliminarla dejelas en remojo en agua con sal durante unas horas, si las deja mucho tiempo morirán.

Cuando las cocine, descarte las almejas que no se han abierto nada, pueden estar muertas y estar en mal estado.

Después de echar las almejas, remueva a menudo para facilitar su abertura.

Si le gustan picantes añada una pizca de pimentón picante junto con el dulce.  

Ingredientes

1 Kg de almejas

1 cebolla

1 pimiento verde

1 tomate maduro

4 dientes de ajo

3 cucharadas de aceite

1 cucharada sopera de harina

1 vaso de agua o vino blanco

Perejil

Pimentón dulce

Pimienta blanca molida

Sal

Preparación

Deja las almejas en remojo la noche anterior en agua fría con una pizca de sal para que suelten la arena que pudiesen tener.

En una cazuela se sofríe la cebolla, el ajo, el perejil y el pimiento muy picados en un poco de aceite.

Añade el tomate cortado a dados muy pequeños. Salpimienta y dejalo hacer a fuego suave hasta que pierda todo el agua.  

Cuando esté hecho el sofrito. añade la harina desleída en un poco de agua o vino blanco, con un toque de pimenton dulce. Remueve para que espese.

Incorpora las almejas crudas. Añade el resto del agua o vino, y remueve a menudo para que las almejas vayan abriendo.

Si quereis un punto picante solo teneis que añadirle como os dije antes pimenton picante cuando pongais el pimenton dulce.

En resumen…

Esta receta, es una entre las muchas que hay, para hacer unas ricas almejas, cada las hace a su manera y en esta ocasión espero que os guste esta manera y que las disfruteis solos o bien acompañados de amigos o familiares.

 

lasaña

La lasaña es un plato muy sencillo y económico, es apta para todo tipo de personas, incluso para aquellas que tienen intolerancias alimentarias modificando alguno de los ingredientes necesarios, pero de cualquier modo no supone grandes variaciones en el sabor. A los niños les encanta pes se trata de un alimento muy sabroso y fácil de digerir.

 Ingredientes necesarios:

Para su elaboración es preciso disponer de pasta para lasaña, en el mercado se presentan productos muy adecuados que sólo necesitan de unos minutos en agua tibia para estar listos para ser usado o, incluso, sólo un golpe de calor en el horno.

Carne picada mezclada de ternera y cerdo, si bien esto depende de los gustos personales, 3 huevos,  tomate frito, queso, mantequilla, harina, leche y sal.

La elaboracion mas sencilla:  

El proceso es muy fácil, de hecho para hacerlo todavía más agradable se puede compartir con los más pequeños de  la casa.  Es necesario mezclar la carne a conciencia para posteriormente depositarla en una sartén con poco aceite a fuego fuerte, habrá que remover constantemente para deshacerla y evitar que se peguen. Cuando esté a punto de acabar de cocinarse habrá que echar una pizca de sal.

Al tiempo en una bandeja especial para horno se colocan las placas de pasta cocidas previamente formando capas, entre una y otra ha de colocarse la carne y cubierta de una fina capa de tomate frito y lonchas de queso.

En las últimas capas se puede mezclar la carne con huevo cocido picado así como con un poco de bechamel.

Ésta última se consigue con harina, mantequilla y leche entera removiendo con una varilla de cocina hasta evitar cualquier tipo de grumos.

En la última capa se deposita la pasta y encima el queso. El horno ha de estar precalentado a 120 grados para posteriormente aumentar a 200 grados un período de 15 minutos, siendo los 5 últimos en el modo gratinado.

Se trata de un plato de fácil presentación que resulta muy sencillo de cortar, para que lo sea todavía más es suficiente con dejar que enfríe unos minutos para que la pasta se endurezca y no rompa al ser cortada.

Se come sola sin ningún tipo de acompañamiento, si bien para obtener una presencia estética más adecuada se pueden colocar a los lados unos pequeños tomates frescos, los llamados “cherry” cortados a la mitad, un detalle sencillo pero muy vistoso.