Hoy os traigo una receta redonda. Una forma rica y original forma de comer calamares como nunca antes lo habías hecho, en forma de albóndigas. Además de sorprender a tu invitados por su sabor, conseguirás con esta receta contentar tanto a invitados vegetarianos como a niños que no suelen comer pescado.
¡Coge papel y boli que empezamos!
Ingredientes para 4 personas:
1 kg de calamares
150 gr de harina
50 gr de cebollas 100 gr de pan rallado
1 pimiento grande
2 huevos
2 tazas de salsa de tomate
2 dl de aceite de oliva
1 copita de jerez
1 hoja de laurel
Perejil
Sal
Preparación:
Para comenzar empezaremos picando la cebollas, si lo preferimos podemos rallarlas para que su presencia sea mucho más suave. Lo que viene bien cuando tenemos a niños, ya que no suelen tolerar muy bien su textura.
Después seguiremos limpiando los calamares. Una vez limpios empezaremos a trocear, para después, con la ayuda de una trituradora o robot de cocina, conseguir hacer una carne picada de este pescado.
Llega el turno de utilizar los huevos. Lo primero que tendremos que hacer es separar las yemas de las claras. Reservando las yemas, que utilizaremos después.
Cogemos el perejil, lo lavamos y empezamos a picar fino para después incorporarlo en el recipiente donde tendremos la carne del calamar picada. Añadimos después las yemas de huevo, el pan rallado y un chorrito de jerez. Sazonamos al gusto y con la ayuda de nuestra mano, mezclamos todo el contenido del recipiente, para que se quede lo más homogéneo posible.
Cuando este bien mezclado, al igual que como cualquier otras albóndigas, vamos extrayendo trozo y amasándolos y haciendo pelotillas con las manos, donde tendremos harina y las iremos enharinando. Vamos reservando estas pelotitas en un plato hasta que acabemos con toda la mezcla.
Usamos una sartén con culo hondo para empezar a freír estas albóndigas. Sacamos antes que se doren demasiado. Y es entonces cuando las pasamos a una cazuela donde las reservaremos para después.
En esa misma sartén comenzaremos a hacer el sofrito de cebolla junto con la salsa de tomate. Espolvoreamos un poco de harina y echamos el resto de jerez que nos quedaba. Cuando el sofrito este casi hecho, lo cambiamos a la cazuela junto las albóndigas.
Removemos para que las albóndigas empapen bien, echamos una hojita de laurel y ponemos el fuego suave, hasta que la salsa espese y las albóndigas queden bien cocidas.