Ingredientes:
5 calabacines
50 gr de manteca de cerdo
25 gr de pan rallado
3 cucharadas de aceite
200 gr de queso fundido
1 kg de tomates
1 cucharadita de azúcar
1 cebolla
Orégano
Harina
Pimienta
Sal
Preparación:
Empezamos esta rica receta limpiando los calabacines con abundante agua. Una vez limpios empezamos a cortarlos en rodajas, ponemos en un plato y comenzamos a sazonándolos con sal y pimienta al gusto.
Con los tomates que tenemos seleccionados, crearemos una salsa de tomate. La forma de hacerla será echándolos troceados en un bol y luego pasarle la batidora hasta que se quede la salsa fina. Si lo preferimos, podemos usar un bote entero de tomate triturado, así ahorraremos tiempo.
Cogemos una sartén y derretimos en ella la manteca de cerdo. Añadimos el aceite. Rallamos la cebolla y echamos para que se haga en la sartén a fuego lento. Antes que empiece a dorarse echamos el orégano
Empezamos a echar la salsa de tomate triturado corrigiendo la acidez con una cucharadita de azúcar y dos de sal. Tapamos la sartén con una tapa y dejamos cocer toda la mezcla siguiendo a fuego lento hasta que notes que la salsa resultante esta suave. Este será el momento para rectificar tanto azúcar, sal o pimienta.
Con los calabacines reservados empezamos a enharinarlos ligeramente. Los echamos en una nueva sartén con abundante sartén. Los freímos y cuando este preparados los sacamos y ponemos en un plato con papel de cocina, para escurrirlos y así quitarle el aceite restante.
Seleccionamos una bandeja para el horno que nos venga bien y empezamos a colocar y combinar capas alternativa de calabacines, la salsa de tomate creada y de láminas de queso a elegir, prefiriendo que sea mozzarella, semicurado o emmental. Incluso puedes combinar una lámina de cada uno o una mezcla de estos tres quesos.
Termina las capas echando una gran capa de salsa de tomate y queso rallado. Termina echando una capa final de pan rallado espolvoreándolo por toda la superficie. Termina metiendo la fuente en el horno a una temperatura de 180 a 190ºC, para conseguir que se derritan las capas de queso, se haga el calabacín y se gratine el pan rallado.
Sugerencias:
Este es un plato que resulta deliciosa para grandes y pequeños tanto como plato único como para combinados. Además resulta una buena manera para conseguir introducir verduras en la dieta a los más reacios. Si se prefiere se puede cambiar el calabacín por berenjenas, pues resultan también muy ricas.