Ajoarriero de antaño

Hoy os traemos un plato también con mucha historia. Se trata de un plato que se popularizo en ventas y posadas para las personas que trabajaban como arriero (lo que se conocía entones por transportistas de mercancías), en la zona de Bilbao a Zaragoza.

Este plato se inventó ya que el País Vasco es famoso por su bacalao. Los comerciantes que llevaban este alimento en su viaje no podían tardar mucho en venderlo en verano, ya que se ponía malo y lo tenían que ir vendiendo únicamente en la zona.

Hay muchas formas de prepararlo, según las zonas. Pero la que os presentamos es común en Bilbao.

Antes era costumbre añadirle patatas a la receta. Aunque ahora no se prodiga mucho. Aunque aún se ve así en lugares como Navarra. En Tafalla también, aunque esta receta lleva también caracoles. El toque que le da la patata es darle finura al plato.

Sea como sea, es un alimento riquísimo con una gran historia en nuestro país.

Ingredientes para 4 personas:

750 gr de bacalao

4 pimientos choriceros secos

3 tomates maduros

½ cebolla

1 huevo

6 dientes de ajoarriero2 dl de aceite

1 cucharadita de pimentón

Sal

Preparación:

Esta receta hay que empezar a prepararla la noche anterior. Pondremos el bacalao en remojo en un bol grande con agua. Al día siguiente, cuando este desalado lo descamaremos y desmigaremos. Lo reservamos.

Pelaremos y picaremos tanto la cebolla como los dientes de ajo.

Batiremos el huevo y pelaremos y trituraremos los tomates.

Cogeremos los pimientos choriceros secos y los dejaremos en remojo unos 10 minutos para que se reblandezcan. Luego los cortaremos en tiras.

Calentamos aceite en una cazuela de barro y echamos en ella la cebolla, los dientes de ajos, que ya están bien picados y dejaremos que vayan friendo.

Trascurridos 5 minutos añadimos el pimiento (intentando que se le haya retirado el total del agua), el tomate triturado y la cucharadita de pimentón. Dejamos sofreír todo en la cazuela durante 5 minutos y ya le podremos añadimos el bacalao desmigado.

Dejamos cocer durante 15 minutos a fuego suave y le añadiremos el huevo batido. Comprobamos el punto de sal corrigiéndolo si hiciera falta.

Serviremos muy caliente.

Sugerencias:

Este plato mejora considerablemente acompañado de un vino blanco aromático, que suelen ser los vinos jóvenes. Nada de vinos más clásico tinto que suelen ser muy secos y con cierto sabor a barrica.

¿No tienes la sensación de que flota en el ambiente un olor como el que tenía la cocina de la abuela?