La receta de hoy no resulta altamente complicada, lo que hace que aunque parezca un plato complicado se pueda realizar por cualquiera. No sé si os habéis fijado, pero la perdiz, a diferencia de otras aves, siempre se sirve cocido con algún tipo de caldo, crema o escabeche. Esto es debido a que tiene una carne muy seca. Aun así, resulta un alimento delicioso ideal para cualquier celebración.
Ingredientes:
4 perdices
1 col
100 gr de tocino
½ kg de tomates maduros
2 zanahorias
2 cebollas
1 pastilla de caldo
1 cucharada de harina
Vino de cocina
Laurel
Aceite
Sal
Preparación:
Empezaremos por limpiar las perdices, recuerda que si se lo pides al carnicero lo podrá hacer por ti. Una vez abiertas sazonaremos con sal su interior, acompañándolo con 25 gramos de tocino en un trozo dentro de cada una. Comenzamos a freírlas en aceite hasta que estén doradas por ambos lados.
Cogemos una cazuela de barro, a poder ser. Verteremos el aceite de las perdices y echaremos sobre él la cebolla y zanahorias ralladas, doramos un poco antes de añadirle también los tomates pelados y sin pepitas, el vino y una hoja de laurel. Dejamos que se haga un poco unos 15 minutos. Pasado este tiempo espesaremos la salsa con un poco de harina y una pastilla de caldo concentrado durante unos minutos más.
Ahora será el momento en el que meteremos en la cazuela las perdices y bajamos el fuego a lento. Las dejaremos ahí cociéndose durante aproximadamente una hora.
Mientras prepararemos el resto su guarnición, las coles. El modo será hirviéndolas hasta que se ablanden, unos 10, 15 minutos. Las escurrimos y separamos sus hojas en grupos de dos o tres, exprimiéndolas hasta darle forma redondeada. Las embarramos en harina y las echamos a freír en abundante aceite caliente.
Una vez fritas las escurrimos y quitamos el exceso de aceite depositándolas en un papel de cocina. El momento de añadirlas al guiso será 5 minutos antes de que se acabe el tiempo de cocción. Esto hará que el rebozado se ablande.
Sugerencias:
Esta clase de plato entra en el grupo de los estofados. Por lo cual existe una norma no escrita de que son alimentos que mejoran mucho más de un día para otro. Así que te recomendamos que lo cocines la noche anterior a servirlo