el pescado es un alimento son que debemos comer varias veces a la semana, según nos recomiendan los médico. Pero hay muchas personas a las que el pescado propiamente dicho no les apasiona demasiado, sobre todo cuando se cocina sin ningún tipo de aliño o condimento.
Pero tranquilos, que para todo hay solución. Hoy os traemos una rica receta para cocinar uno de los pescados más populares en la mayoría de nuestras casas, la merluza, que preparada al horno se convierte en un plato exquisito. Así podremos disfrutar de todas las propiedades del pescado sin renunciar a un rico sabor.
Ingredientes fáciles de conseguir y preparar
Para este rico plato necesitaremos, como no podía ser de otra manera, la merluza. Podemos encontrarla en cualquier supermercado o pescadería cercana a casa. Para dar sabor necesitaremos aceite de oliva, ajo y cebolla en polvo, perejil, orégano y un poco de sal. En cuanto a la guarnición, en este caso necesitaremos tomate natural, patatas y una cebolla.
La preparación previa, la clave para el sabor final.
Empecemos con la preparación del plato para cuatro personas. Lo primero que debemos hacer es preparar la base. Para ello en la bandeja especial para el horno rociaremos un poco de aceite de oliva. Tiene que cubrir toda la bandeja pero sin excedernos en la cantidad.
Una vez echada el aceite, empezaremos con las especias. Espolvoreamos el ajo y la cebolla en polvo, así como el perejil y el orégano y un poco de sal.
Tras esto, ponemos los ingredientes de la guarnición. Cortamos los tomates a gajos, pero no demasiado finos para que no se deshagan en el horno. Las patatas las partimos a rebanadas, y la cebolla en trozos grandes. Echamos los tres ingredientes en la bandeja.
Una vez que tenemos todo esto hecho, nos falta lo principal, la merluza. Incorporamos el pescado a la bandeja y les echamos un poco de aceite junto con el resto de las especias. Esto servirá para que la parte superior del pescado coja el mismo sabor que la inferior.
Ya solo nos faltará meterlo en el horno, previamente precalentado, y esperar durante 10 o 15 minutos para que esté en su punto perfecto. La temperatura del horno puede estar entre los 180º y los 200º.
Una vez que pase el tiempo y que vemos que está a nuestro gusto, lo ponemos todo en una bandeja para servirlo en la mesa. y listo, ya estará todo preparado para disfrutar de un sabroso y sano plato.