Es increíble la cantidad de versiones que hay de una misma receta. En este caso, la receta que os dejo esta sacada del recetario de mi madre. Recuerdo que la hacía en esta época, los viernes de cuaresma cuando nos cambiaban los bocadillos de chorizo por los de nocilla.
Ya que era pecado comer carne. Recuerdo la cazuela de barro, el azafrán típico de La Solana (Ciudad Real), llegar del cole y el olor en toda la cocina. Y es que casi todos nuestros recuerdos se componen en una parte importante por el olor.
Aquí os dejo la receta, que en este caso no lleva carne, pero podréis ver en la red como hay un sin fin de versiones. Muchas de ellas incorporan carne picada, chorizo hecho dados y / o trocitos de jamón. Sea como sea, es un plato muy completo para degustar en la mejor compañía. Quien esa esa mejor compañía, es algo que sólo tú puedes decidir.
Ingredientes:
400 gr de arroz
¼ kg de guisantes (sin vaina)
6 alcachofas
2 pimientos morrones
1 cebolla
2 dientes de ajo
Azafrán
1 pastilla de caldo
50 ml de aceite
Sal
Pimienta
Preparación:
Prepara un caldo disolviendo la pastilla en 800 ml de agua punto de hervir. Resérvalo.
Poner aceite en una paellera o cazuela de barro y calentarlo. Rehogar la cebolla y el ajo picados muy finos y, cuando tomen color, añadir el arroz y rehogarlo unos minutos, hasta que se pringue bien el arroz y se tiña con el color dorado.
Preparar las alcachofas cortando los tallos, las puntas y las hojas duras. Córtalas en cuartos y añadirlas al guiso.
Añadir los guisantes y los pimientos cortados en tiras. Rehogar todo unos minutos y verter con cuidado el caldo hirviendo.
Sazonar con sal y pimienta. Machacar el azafrán en el mortero, desleirlo con una cucharada de agua y verterlo sobre el arroz. Cuando rompa el hervor, introducirlo al horno, previamente calentado, de 45 minutos a 1 hora. Decorar y servir con perejil picado.
Valor calorífico:
Medio.
Tiempo:
1 hora y 15 minutos
Coste:
Barato
Dificultad:
Fácil
Dato útil:
Para evitar que lloren los ojos con la cebolla, una vez pelada poner bajo un chorro de agua fría. Otro método consiste en escaldarla durante unos minutos en agua hirviendo, antes de pelarla.
Se puede servir el arroz adoptándolo con la forma de un molde, de forma que sirva de guarnición a una carne o como plato único a elegir según la ocasión.