El papillote es una técnica de cocina ideal para hacer pescados y verduras, pero también carnes blandas. Esta técnica culinaria es originaria de Francia y consiste en cocinar los ingredientes envueltos para que se hagan en su jugo y con el vapor que desprenden.
Gracias a esta manera de cocinar, los alimentos quedan más blandos y suaves de sabor y a la vez conservan todo su aroma ya que se cocinan en su propio jugo. Además, es una forma de no comer absolutamente nada de grasas añadidas, por lo que es fantástico en las dietas o si se quiere comer ligero y sano.
Con el papillote podrás preparar las raciones individualmente y colocarlas para no tener que emplatarlas después. Con esto quiero decir que puedes hacer una presentación correcta y definitiva de los alimentos antes de hornearnos y, luego, sacarlos a la mesa directamente.
¿Con qué envolvemos los ingredientes?
La manera más habitual de hacer el papillote es con papel de aluminio, pues es un material que no suele faltar en ninguna casa; pero también puedes envolver la ración en papel de horno o en plásticos especiales para la cocina.
Además existen unos moldes especiales para realizar el papillote. Están hechos de un material llamado silicona platinium que es excelente por sus cualidades. Entre ellas destaca su antiadherencia, la resistencia tanto al calor como al frío y por ser un material muy fácil de limpiar.
Ojo con los tiempos…
Es muy importante que los ingredientes queden muy bien cerrados; aunque esto podría ser un inconveniente para algunos. Como no vemos los alimentos mientras se hacen, hay que asegurarse de cortar todas las verduras de la guarnición de forma similar para que se hagan a la vez.
Pasa lo mismo con el ingrediente principal, hay que tener en cuenta el tiempo que va a tardar en quedar bien hecho con respecto al resto de los ingredientes y si prevemos que algunos se van a quedar duros, siempre se pueden sofreír un poco antes de cocinarlo.
Al horno o en sartén
Lo más habitual es que una vez hechos los paquetes de papillote los horneemos, porque es lo más rápido y lo que requiere menos esfuerzo. Lo ideal es precalentar el horno primero y luego mantenerlo a unos 180º, lo normal es que las piezas se hagan entre 15 y 30 minutos.
Sin embargo, esta técnica puede ser realizada también en la sartén. Pon el paquete de aluminio en ella al fuego y cuando se hinche ya estará preparado para degustar.