Ingredientes para 4 personas:
4 berenjenas pequeñas
3 cucharadas de aceite de oliva
4 cebollas pequeñas
3 dientes de ajo
5 tomates
2 cucharadas de perejil picado
1 cucharada de tomillo picado
Mantequilla
Pimienta
Sal
Preparación:
Para empezar esta berenjenas, seleccionamos 4 berenjenas de un tamaño más bien pequeño. Las lavamos y pelamos en tiras longitudinales de un centímetro aproximadamente. De esta manera le dará un aspecto de piel quebrada y además conseguiremos que los jugos, al cocinarla, lleguen a toda la berenjena por completo.
Cogemos las berenjenas y le proporcionamos a cada una una incisión lateral con un cuchillo. De esta forma podremos extraerle un cuarto de su pulpa con una cucharita, in tener que abrir del todo. Conservando así su forma.
Con la ayuda de una sartén, doramos las berenjenas en aceite caliente durante unos 3 minutos. Procurando que no se queme, pues la berenjena cogería sabor a quemado, que amargaría la receta. Retiramos del fuego.
Aprovecharemos ese mismo aceite, y la sustancia que la berenjena ha soltado, para rehogar en el la cebolla cortada al estilo juliana y los ajos, ya picados con anterioridad. Dejamos que se hagan a fuego lento hasta que se empiecen a dorar.
En ese momento será cuando incorporaremos a la sartén los tomates. La forma en la que deben estar es pelados y troceados. Además añadimos también la pulpa que hemos extraído de las berenjenas, el perejil y el tomillo. Removemos y salpimentamos a nuestro gusto. Dejaremos cocer durante unos 15 minutos a fuego lento.
Mientras tanto, podemos empezar a engrasar con un poco de mantequilla la fuente donde pondremos después las berenjenas para hacerlas al horno. También podemos ir preparando el horno precalentandolo.
Retiramos la sartén del fuego y empezamos a colocar las berenjenas en la bandeja. Con la ayuda de una cuchara, vamos incorporando el contenido de la sartén a modo de relleno para las berenjenas. Ponemos encima unas nueces de mantequilla, rociamos un poco de agua. Metemos la bandeja en el horno y dejamos que se cocine durante alrededor de 20 minutos.
Este plato es muy versátil, y permite hacer variaciones en su receta. Además puede servir como un aperitivo, primer plato y cenas ligeras. Además permite que pueda servirse y consumir tanto caliente como ya frío. Sin perder nada de su sabor y calidad.