Si te encantan las kokotxas y quieres disfrutar de este plato no puedes perderte la receta que te voy a ir explicando a continuación. De verdad que no te arrepentirás,¡ están de muerte! te lo digo yo, que cada vez que las hago la cazuela queda reluciente. Si un día quiere sorprender a tus invitados con un buen plato tradicional, las kokotxas al pil pil no te fallarán nunca.
Existen dos tipos de kokotxas, las de merluza y las de bacalao. Las primeras son menos gelatinosas que las segundas, por tanto, si la gelatina no es lo vuestro, es mejor que optéis directamente por las de merluza. Es verdad que éstas suelen ser bastante más caras, pero merece la pena. En general, el coste de los dos tipos de kokotxas es bastante elevado porque hay que tener en cuenta que de cada merluza, solamente sale una. Sigue leyendo Unas kokotxas de muerte
El bacalao es uno de los platos fuertes de la gastronomía del vecino Portugal. Aunque su cocina es mucho más rica y va más allá del bacalao, el pollo y el arroz caldoso que todos conocemos, lo cierto es que es un plato delicioso que vale la pena preparar. Lo más recomendable para este plato es conseguir buenos lomos de auténtico y sabroso bacalao. Recuerda que aunque hay que desalarlo no se debe de hacer en exceso o nos quedará totalmente soso y sin gracia. Si los lomos son muy gruesos deben de estar dos días sumergidos en agua fría que debemos de cambiar a menudo. Un truco para saber si el bacalao está en su punto es pellizcar un pedacito y probarlo. Te sorprenderá descubrir que incluso crudo está bueno.
Ingredientes para cuatro personas
4 trozos grandes de lomo de bacalao 4 patatas grandes 4 cebollas 1 vaso de vino blanco Laurel Pimentón dulce Harina Aceite de oliva
Preparación
Se cortan las patatas en rodajas y las cebollas a la juliana. En una sartén freímos las patatas con aceite abundante mientras que en otra ponemos las cebollas a pochar a fuego lento. La cebolla tarda aproximadamente media hora en hacerse, con lo que nos dará tiempo de tener las patatas bien doradas y de sellar el bacalao a continuación. Cuándo la cebolla lleve diez o quince minutos al fuego añadimos el vino blanco, el pimentón y el laurel y dejamos que acabe de hacerse. Una vez patatas están listas las ponemos sobre una bandeja de horno en una capa. El bacalao se sella en una sartén con poco aceite tras enharinarlo. Se trata de que esté muy caliente y el pescado quede dorado por fuera, pero sin acabar de hacerse por dentro. Este paso nos permite que al hornea a continuación el bacalao el jugo no se pierda y quede mucho más sabroso y además no se seque. Coloca el pescado sobre las patatas y cubre todo con la cebolla. Es el momento de meterlo al horno que debemos de encender diez minutos antes para que se precaliente a 180 grados. En veinte minutos tendremos listo este fantástico plato que es muy sencillo de hacer y tremendamente sencillo de hacer.
Trucos a tener en cuenta
Cuidado con las cebollas. Si son demasiado ácidas pueden estropear el plato, es preferible escoger cebollas de una variedad dulce que darán mejor gusto a la receta. No cortes las patatas demasiado finas o se romperán o se desharán. Mejor unas rodajas algo gruesas que permitan disfrutar de las mismas en un plato bien presentado.
Mi suegro es un auténtico cocinillas. Hace la mejor tortilla de patata que he probado en mi vida, de esas gruesas pero cuajadas por dentro y que queda esponjosa y con cierta cremosidad. Mmm… La boca se hace agua ¿verdad? Pues hoy no vamos a probar esta exquisitez, pero sí que vamos a ver, paso a paso, cómo realizar un salmón marinado muy, muy rico.
Lo primero que hay que hacer es acercarse al mercado y comprar una hermosa cola de salmón. Es muy importante, para evitar el contagio con el anisakis que congelemos los lomos de salmón entre 48 y 72 horas.