El bizcocho de limón es uno de los postres más clásicos del repertorio de la cocina occidental. Los limones son una fruta que aporta un toque fresco y delicioso a cualquier plato y que en España goza de una gran tradición. Son además una fuente de vitamina C, esencial durante todo el año pero especialmente como refuerzo en el invierno.
Pero no nos vamos a conformar con una receta básica, sino que vamos a realizar un postre algo más especial, con un sabor mucho más intenso y también con todas las propiedades de los mejores limones del país.
Ingredientes para el bizcocho borracho de limón
Para el Bizcocho
250 gr. de mantequilla en pomada
250 gr. de azúcar
4 huevos
250 gr. de harina
La ralladura de 2 limones
1 cucharadita de levadura en polvo
1 pellizco de sal
Un molde alargado de unos 30 cm.
Para el emborrachar el pastel
100 gr. de azúcar molido
El zumo de 4 limones
Elaboración paso a paso
Se trata de un bizcocho muy sabroso, pero totalmente apto para principiantes. En un cuenco se mezcla la mantequilla, previamente ablandada en el microondas con el azúcar, revolviendo enérgicamente. Se añaden los huevos uno a uno, mezclando de cada vez hasta conseguir un resultado muy espumoso. Se mezcla la harina con la levadura y se añade al cuenco. Un truco que no suele fallar es el de tamizar la harina, ya que hará que el resultado sea mucho más esponjoso y mucho más agradable al paladar y a la vista.
Como siempre que se realiza un postre con levadura, se debe de añadir un pellizquito de sal (aproximadamente media cucharadita rasa de café) a la mezcla. Se bate todo a mano hasta que la masa resultante no tiene ningún tipo de grumos y se vierte en el molde. Es recomendable utilizar un molde de silicona, pero aun siendo de este material se puede pincelar con un poco de mantequilla para retirar el bizcocho con mayor facilidad.
Este bizcocho pide una cocción larga a una temperatura moderada. Se aconsejan 180 grados y el tiempo de cocción va a depender de cada aparato, aunque lo habitual en hornos convencionales es que ronde los 60 minutos. Si es necesario se abrirá el horno para comprobar que esté hecho pinchándolo con un palillo, pero es preferible evitar la entrada de aire frío. Una vez cocinado se apaga el horno y se deja enfriar el bizcocho en su interior.
En un cuenco pequeño se mezcla el zumo de limón con el azúcar y al retirar el bizcocho del horno lo pincharemos varias veces antes de verter sobre el mismo el zumo azucarado de una forma homogénea. El resultado es un bizcocho delicioso, ideal para las meriendas y desayunos que encantará a los más amantes del limón. Pero para aquellos que no quieran un sabor tan intenso, se puede omitir el emborrachado, quedándose con el bizcocho clásico. Para decorarlo se pueden espolvorear con azúcar glasé y colocarle unas rodajas de limón confitado.