Muchas personas habrán oído hablar de la cocina o gastronomía molecular. Se define como la aplicación de la ciencia a la práctica culinaria.
Uno de los ingredientes más utilizados en este tipo de cocina es la maltodextrina, un carbohidrato que se extrae de la degradación del almidón que se encuentra en cereales como el arroz y el maíz y en vegetales almidonosos como las patatas. Químicamente, hablando, es una cadena de moléculas de dextrosa (glucosa), extraída de la hidrólisis del almidón.
La maltodextrina tiene la capacidad de transformar el líquido graso en polvo y al ser altamente soluble en agua, cuando se rehidrata con la saliva se consigue un efecto sorpresa en el paladar rompiendo los sabores del producto. El comensal no espera esa sensación de un producto de aparente consistencia seca.
Además, aunque es un producto ligeramente dulce, se puede mezclar con todo tipo de sabores tanto dulces como salados.
Suele ser uno de los ingredientes principales en la industria de comida precocinada para productos como las barritas de desayuno, espesantes para caramelos, reducciones, por sus propiedades estabilizantes y espesantes, y su capacidad para retener granas que después se liberan. También, muchos alimentos deportivos como bebidas isotónicas contienen maltodextrina por su contenido energético y su capacidad para subir el azúcar en sangre.
Ya son muchos los chefs que utilizan esta sustancia para darle un toque original a sus platos. Ferrán Adriá, uno de los chefs expertos en la práctica culinaria de la cocina molecular, utiliza la Maltodextrina para productos estrella como las migas de aceite argana y el polvorón de nueces.
Pero su aplicación no tiene por que estar enfocada únicamente a platos estrella de restaurantes de lujo. Por eso hoy os presentamos una aplicación de cocina molecular que se puede hacer de forma fácil con Maltodextrina, para que puedas sorprender a tus comensales.
Polvo de aceite de oliva
Ingredientes :
200gr de Maltodextrina
100gr de aceite de oliva
Hierbas aromáticas
Sal
Preparación:
Su elaboración es muy sencilla y el resultado no dejará indiferente a tus invitados.
Sólo tienes que mezclar la Maltodextrina con el aceite, añadir la sal y las hierbas aromáticas y remover hasta que se obtenga una textura moldeable. Una vez obtenida la pasta, tostar en la sartén o en el horno hasta obtener una textura crujiente.
Utiliza el polvo de aceite de oliva junto a carne, pescado o aderezar setas o verduras.