El pollo relleno es un plato realmente delicioso que nunca pasa de moda y con el que siempre quedarás bien si tienes invitados. Pero te aconsejo que si quieres hacerlo acudas a tu carnicero de confianza y le encargues el pollo ya deshuesado, porque hacerlo en casa además de dar mucho trabajo es fácil que acabe rompiendo y sea un desastre.
Eso si, estéticamente es mejor que el pollo conserve sus alas, para que tenga apariencia de pollo y no de botillo o algo similar. Lo más habitual es rellenar el pollo con carne y champiñones, pero aquí voy a poner otra receta que mezcla una vieja receta familiar de picadillo con la clásica del pollo relleno.
Ingredientes para el pollo relleno
Un pollo deshuesado
200 gramosde jamón bien picado (usa una picadora de carne casera)
200 gramosde ternera picada
½ pimiento picado fino
½ cebolla en tiras muy finas
5 ciruelas secas
4 orejones secos
Un puñadito de pasas
Un puñadito de alcaparras (puedes picarlas en la picadora si no te gusta encontrarlas)
Sal y pimienta. Para el exterior del pollo puedes usar un sazonador de pollos, es decir, esos botes de mezclas de especias que venden diversas marcas.
Una copa de coñac
Aceite de oliva virgen
Caldo de pollo, a poder ser casero.
Preparación de la receta
Ponemos en un cuenco las ciruelas, los orejones y las pasas picadas y cubiertas con el coñac. Es mejor dejarlo del día anterior para que macere correctamente.
En una sartén grande ponemos un poco de aceite y sofreímos la cebolla y el pimiento. Cuando ya se vea pochado añadimos la carne, el jamón y las alcaparras y dejamos que se cocine a fuego lento.
Nos aseguramos que el pollo está bien limpio y salpimentamos por dentro. Por fuera lo cubrimos con sazonador de pollo. Cuando la carne esté lista dejamos que enfríe y mezclamos las frutas bien escurridas del coñac. Rellenamos el pollo con ayuda de una cuchara.
Ponemos en pollo en una fuente honda y lo rociamos con el coñac en el que maceró la fruta. Lo metemos en el horno previamente caliente y dejamos que se haga durante hora y media aproximadamente a una temperatura de 180 grados. Para que no se seque se rocía de vez en cuando con unas cucharaditas de caldo de pollo.
Se sirve acompañado por ejemplo de unas verduras a la brasa, para equilibrar lo fuerte del plato en si.