El verano ha llegado para quedarse y junto con los días más largos y los planes para disfrutar del buen tiempo empiezan a apetecer platos fríos, que no nos obliguen a estar mucho rato en la cocina y que sean ligeros pero sabrosos ¿verdad?
Por eso, hoy venimos con una receta súper fácil y muy ligera, pero, al mismo tiempo, nutritiva y completa que nos puede servir como primer plato o como cena rápida si la acompañamos con un yogurt de postre.
El jamón ibérico de calidad es uno de los protagonistas de este plato especialmente indicado para el verano. No sólo es una de las joyas de nuestra gastronomía, sino también un alimento muy completo y nutritivo, que nos aportará proteínas, minerales (calcio, fósforo, magnesio, cobre, hierro y zinc) y vitaminas del grupo B. Además, y contrariamente a lo que podría pensarse, su aporte en grasa no es muy elevado y no se trata de un producto muy calórico (100 gramos de jamón ibérico aportan unas 250 calorías). De hecho, recientes investigaciones médicas han confirmado que puede resultar incluso beneficioso para el control del colesterol, ya que es un alimento muy rico en ácidos grasos monoinsaturados, mientras que su proporción en grasas saturadas (perjudiciales para el cuerpo) es muy baja.
Por eso, la receta que os presentamos a continuación tiene como uno de sus ingredientes principales este producto tan propio de nuestra gastronomía. Vamos allá con la preparación:
Ingredientes para 4 personas
-. Medio melón maduro
-. El zumo de un limón (o medio, en función de cómo os guste)
-. Jamón Ibérico cortado en virutas
-. Un pellizco de cúrcuma
-. Aceite de oliva virgen extra (AOVE)
-. 125 ml de agua (medio vaso aproximadamente)
-. Sal y pimienta
Modo de preparación:
Cortamos el melón en cubos y lo ponemos en el vaso de la batidora junto con el zumo de un limón (podéis empezar con medio y luego añadir más si el melón es muy maduro o si os gusta un sabor un poco más ácido). Añadimos también un pellizco de cúrcuma en polvo, un chorrito de aceite de oliva, el agua y sal y pimienta al gusto. Lo trituramos todo durante unos minutos hasta que obtengamos una crema fina y espumosa y la reservamos en el frigorífico hasta el momento de servir. La ponemos en cuencos individuales y disponemos encima una buena cantidad de jamón ibérico cortado en virutas o en trozos pequeños. Podemos decorarlo con un poco de cebollino o unas hojitas de hierbabuena o albahaca. ¡Y listo para servir! Una versión diferente y original del clásico melón con jamón de toda la vida. Ideal para una cena ligera de verano o para un primer plato rápido y fácil de preparar.