Un buen plato de verduras

Las verduras son uno de los alimentos con gran cantidad de minerales y vitaminas que nuestro organismo precisa. Si te gustan todo tipo de comidas, mejor, ya que son muy digestivas y nutritivas. En este artículo daremos algunas ideas distintas de cómo preparar algunas.

Ensalada Caliente de Coliflor con Frutos Secos

Ingredientes:

1 Coliflor mediana

15 gr. de Laminas de almendras crudas

15 gr. de Nueces

Aceite de oliva virgen

Pimienta

Sal

Preparación:

Escoge una coliflor mediana, límpiala bien y pártela en varios trozos más o menos medianos, cuécela al vapor y échale un poquito de sal (de este modo no perderá sus nutrientes), cuando ya esté hecha, resérvala en la misma vaporera, tapándola para que siga caliente.

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Coge las láminas de almendras y tuéstalas un poco en una sartén con un chorrito muy fino de aceite y cuando esté listo, reserva. Para decorar, reserva unas cuantas nueces enteras y láminas de almendras y el resto muélelo o tritúralo con una mini-pimer, pero que no quede muy fino. Cuando lo tengas listo, reserva.

Coge un bol  y coloca la coliflor y espolvoreas por encima las nueces y almendras que has molido anteriormente, remuévelo con mucho cuidado y échale un poco de pimienta y un chorrito de aceite, sírvelo en un plato llano y decóralo con las nueces y láminas de almendra que reservaste para decorar. ¡Buen provecho!

Ensalada de Lentejas

Ingredientes:

1 Tarro de lentejas cocidas

1 Cebolla

1 Zanahoria

1 Lechuga roble

½ kg. Tomates cherry

½ Limón

Aceite

Pimienta

Sal

Preparación:

Abre el tarro de lentejas y cuando estén en el escurridor pásale agua del grifo y déjalas escurrir, (si has hecho lentejas el día anterior también te pueden servir para esta ensalada).

Mientras se escurren las lentejas, puedes ir limpiando la lechuga, limpia bien las hojas que vas a utilizar para la ensalada y déjalas escurrir, el resto de la lechuga guárdala en el frigorífico para otra ocasión; limpia bien la zanahoria y la cebolla y cuando las tengas limpias córtalas muy finas, a tiras, y corta los tomates cherry en cuatro partes.

Coge un bol y echas la lechuga, la zanahoria, la cebolla y los tomates cherry y los aliñas con un poco de sal, un poco de pimienta, el ½ limón y un chorro de aceite, (en ese orden) revuélvelo bien y después le echas las lentejas, vuelves a revolver con cuidado y listo. ¡A comer!

Tomates rellenos de arroz

Aun hayamos tenido unos días en los que parece que el buen tiempo nunca va a llegar, estamos ya en Mayo y hay que prepararse con alimentos que estimulen nuestra piel y ayuden a alcanzar ese dorado o tostado que buscamos conseguir este verano.

Estos alimentos son ricos en betacoratenos y vitaminas C y E. Que encontramos en frutas y hortalizas de color naranja, amarillo o, en este caso roja. Así que te traemos una rica receta para comer tomates de forma sana y muy original.

Ingredientes para 6 personas:

1 ½ tazas de aceite de oliva

1 taza de arroz

1 taza de cebollas muy picadas

1 taza de perejil picado

1/3 tazas de pan rallado

12 tomates grandes

750 gr de patatas

Sal

Pimienta

Preparación:

Para empezar esta receta primero prepararemos los tomates. Cortaremos la parte superior de ellos, por el tallo de cada tomate, y con la ayuda de una cuchara le quitaremos las semillas y pulpa, la que reservaremos triturándola por un chino o batidora.

Salpimentamos el interior de los tomates y los colocamos en una bandeja.

Cogemos una cacerola y vertemos la mitad de aceite que hemos preparado. Una vez que este caliente echamos la taza de cebolla picada y dejamos que se poche a fuego lento, con cuidado de que no se queme.

Cuando este la cebolla bien dorada echamos el arroz. Lo salteamos y le añadimos la mitad de la pulpa triturada del tomate, que teníamos reservado desde el principio, el perejil, sal y pimienta. Cuando el arroz este bien pringado le echamos agua y dejamos cocer hasta que el arroz este a medio hacer, sobre unos 10 minutos.

Con este arroz iremos rellenando los tomates huecos con la ayuda de una cuchara hasta que se cubra la mitad de estos. Ahora taparemos los tomates con la parte superior que le quitamos en un principio, la parte del tallo.

Pelamos unas patatas y las cortamos en dados, gajos o panaderas, según prefiramos. Las colocamos en la bandeja entre los tomates.

Regaremos con el resto de aceite los tomates y espolvoreamos el pan rallado. Encima de las patatas echaremos el resto de la pulpa que teníamos reservada.

Cogemos la bandeja y la introducimos en el horno a una temperatura media de 180 a 190ºC durante unos 45 minutos. Serviremos el pato con dos tomates y emplatándolo con las patatas y la salsa del tomate triturado.

Tomate Resultón

El tomate es uno de los frutos más comunes en nuestra mesa, normalmente lo utilizamos para ensaladas, como complemento en un sándwich, para hacer salsa para nuestros riquísimos platos o en puré.

Sabías que…  El tomate solo tiene 20 Kcal., en 100 gr., y que hay una variedad de colores y tamaños extensa, en tamaños los hay de 1 o 2 cm., de diámetro como los tomates cherry hasta de 10 cm., de diámetro como los tomates beefsteak, en colores los hay en rojo (conocido por todos), amarillo, naranja, rosado, purpura, verde, verde muy oscuro (casi negro) blanco, multicolor o rayados.  En este post te daremos algunas ideas para hacerlos de otras maneras y que queden de lo más resultones.

Firey Tomatoes

Tomates Rellenos Fríos

Ingredientes:

4 Tomates grandes y maduros

4 Cucharadas soperas de salsa rosa

½ Kg., de Gambas cocidas peladas

2 Huevos duros

1 Zanahoria

1 Patata Grande

¼ Guisantes congelados

¼ Judías verdes congeladas

Preparación:

Pela la patata y la zanahoria, las cortas a cuadros pequeños y las pones a hervir en una cazuela más o menos honda junto con los guisantes y las judías y agregas una cucharadita de sal, que hierva durante unos 20 minutos, cuando ya esté la zanahoria, echas las gambas y cueces durante unos 10 minutos más, apagas el fuego, escurres lo hervido y dejas que se enfrié a temperatura ambiente y reservas.

Coges los huevos duros, los pelas y los cortas en cuadros pequeños, reserva.

Coges los tomates y los cortas por la parte de superior a efecto de tapa y extraes el contenido con sumo cuidado, mediante una cuchara, esta pulpa la cortas a cuadros pequeños. Deja un poco de carne (del tomate) para que no se rompa al rellenarlo.

Cuando ya esté fresco lo hervido, coge un bol y agrégalo todo con la pulpa del tomate, los huevos ya cortados y la salsa rosa y remueve para que este bien unido. Rellena con sumo cuidado cada tomate y al final ponle la tapa del tomate a modo de sombrero. ¡Exquisito, fresco y dietético!

Tomates Fritos

Ingredientes:

½ Kg. de Tomates medianos y maduros

Aceite de oliva

Sal

Pimienta

Preparación:

Limpia bien los tomates y si tienen rabo, quítaselos. Coge un cuchillo fino y afilado y corta los tomates en rodajas, más o menos gruesas, colócalos en un plato y échale un poco de sal y pimienta (a tu gusto) y reserva.

Coges una sartén no muy honda y agrega un poco de aceite y deja que esté bien caliente, cuando lo esté, ve colocando cada rodaja para que se vayan friendo, cuando esté por un lado, dale la vuelta para hacerlo por el otro lado.  Servir caliente.

Este plato puede ser una guarnición perfecta para carnes y pescados hechos a la brasa. ¡Buen apetito!

Ajoarriero de antaño

Hoy os traemos un plato también con mucha historia. Se trata de un plato que se popularizo en ventas y posadas para las personas que trabajaban como arriero (lo que se conocía entones por transportistas de mercancías), en la zona de Bilbao a Zaragoza.

Este plato se inventó ya que el País Vasco es famoso por su bacalao. Los comerciantes que llevaban este alimento en su viaje no podían tardar mucho en venderlo en verano, ya que se ponía malo y lo tenían que ir vendiendo únicamente en la zona.

Hay muchas formas de prepararlo, según las zonas. Pero la que os presentamos es común en Bilbao.

Antes era costumbre añadirle patatas a la receta. Aunque ahora no se prodiga mucho. Aunque aún se ve así en lugares como Navarra. En Tafalla también, aunque esta receta lleva también caracoles. El toque que le da la patata es darle finura al plato.

Sea como sea, es un alimento riquísimo con una gran historia en nuestro país.

Ingredientes para 4 personas:

750 gr de bacalao

4 pimientos choriceros secos

3 tomates maduros

½ cebolla

1 huevo

6 dientes de ajoarriero2 dl de aceite

1 cucharadita de pimentón

Sal

Preparación:

Esta receta hay que empezar a prepararla la noche anterior. Pondremos el bacalao en remojo en un bol grande con agua. Al día siguiente, cuando este desalado lo descamaremos y desmigaremos. Lo reservamos.

Pelaremos y picaremos tanto la cebolla como los dientes de ajo.

Batiremos el huevo y pelaremos y trituraremos los tomates.

Cogeremos los pimientos choriceros secos y los dejaremos en remojo unos 10 minutos para que se reblandezcan. Luego los cortaremos en tiras.

Calentamos aceite en una cazuela de barro y echamos en ella la cebolla, los dientes de ajos, que ya están bien picados y dejaremos que vayan friendo.

Trascurridos 5 minutos añadimos el pimiento (intentando que se le haya retirado el total del agua), el tomate triturado y la cucharadita de pimentón. Dejamos sofreír todo en la cazuela durante 5 minutos y ya le podremos añadimos el bacalao desmigado.

Dejamos cocer durante 15 minutos a fuego suave y le añadiremos el huevo batido. Comprobamos el punto de sal corrigiéndolo si hiciera falta.

Serviremos muy caliente.

Sugerencias:

Este plato mejora considerablemente acompañado de un vino blanco aromático, que suelen ser los vinos jóvenes. Nada de vinos más clásico tinto que suelen ser muy secos y con cierto sabor a barrica.

¿No tienes la sensación de que flota en el ambiente un olor como el que tenía la cocina de la abuela?

Patatas y Patatas

Como bien sabrás la patata es uno de los tubérculos más consumidos en todo el mundo, por su gran versatilidad en la gastrónoma hacen que la patata sea la líder en la mayoría de los platos.

¿Sabías que no solo la patata es un alimento mundialmente consumido, también se utiliza dentro del campo de la tecnología, en el mundo de la cosmética, en el alcohol, papel de prensa y hasta pasando por bolsas ecológicas de plástico a base de almidón de patatas?

Aquí os daremos algunas recetillas, en que la patata es y será la protagonista para que quedes como una excelente anfitriona sin mucho esfuerzo.

Pastel de Patatas

Ingredientes:

1 Kg. de patatas

½ Kg. de carne picada (mitad ternera, mitad cerdo)

2 Huevos

Mantequilla

Queso rallado (a tu gusto)

1 Cebolla

2 Dientes de ajo

½ Vaso de leche

Aceite

Sal y Pimienta

Preparación:

Lava bien las patatas para que no quede nada de tierra y ponlas a hervir enteras con su piel, échale un poco de sal.  Mientras se cocinan, limpia y pela la cebolla y rállala fina, reserva.

Coges los dientes de ajo los limpias, pélalos y córtalos muy pequeños, reserva.  Bate los huevos tipo tortilla y reserva. Si ya están las patatas, escúrrelas y deja que se enfríen un poco a temperatura ambiente, quítales la piel y en una batidora agrega las patatas con la leche, ½ cucharadita de mantequilla y 1 cucharada de queso rallado, salpimentar a tu gusto y bátelo hasta formar un puré espeso.

Sofríe en una sartén honda con 4 cucharadas de aceite la cebolla rallada y los ajos picaditos, cuando los veas dorados agrega la carne picada ya salpimentada durante unos 10 minutos revolviendo de vez en cuando para que no se pegue.

En una fuente refractaria pon una capa generosa de puré y encima una capa generosa de carne y por ultimo otra capa generosa de puré, aplanándolo con una espátula y agrega los huevos batidos cubriéndolo todo y espolvorea un poco de queso rallado, mételo al horno a 180º durante 15 minutos, vigila y de vez en cuando pincha el pastel con un palillo, si sale seco es que ya está listo.

Patatas Inglesas

Ingredientes:

1 Kg. de Patatas pequeñas

1 Limón

3 Yogures

Perejil

Aceite y Sal

Preparación:

Lava bien las patatas y ponlas a hervir enteras con su piel y agrégales un poco de sal.  Mientras se hacen, en una batidora agrega los yogures, 1 cucharada de aceite, 1 cucharada de zumo de limón, 1 cucharadita de perejil y salar a tu gusto.  Cuando estén las patatas escúrrelas y pélalas colocándolas en una fuente y echa la salsa encima de las patatas antes de que se enfríen.

Pastel de calabaza, espinacas y queso de cabra

Este pastel es una alternativa muy nutritiva y sabrosa para los vegetarianos y para los que no lo son. Asimismo, es una práctica receta para tener congelada en la nevera.

Instrucciones de Servir

De 8 a 10 porciones.

Se necesitan 40 minutos para hacer, 1 hora y 15 minutos para cocinar, además del enfriado.

Esta maravillosa receta de la empanada vegetariana es una gran alternativa para una comida de domingo. También se puede congelar.

Se necesitarán varias bandejas de horno, un molde para horno, papel aluminio y papel film transparente. También será necesario un procesador de alimentos.

Ingredientes

2 (alrededor de 1 kg cada uno) calabaza, pelada, sin semillas y cortado en rodajas gruesas.

4 cucharadas de aceite de oliva.

2 cucharadita de semillas de comino tostado.

2 cucharadita de ras el hanout (de la sección de especias de la mayoría de los grandes supermercados)
Una pizca de hojuelas de chile.

2 o 3 cebollas rojas, en rodajas finas.

4 dientes de ajo enteros con piel.

1 kg de Espinaca.

250g de ricota.

50g de piñones tostado.

200 g de queso blando, sin corteza de cabra vegetariana, rebanado.

Para la masa

350 g de harina, y un poco más para espolvorear.

50g de   Polenta grueso (Harina de maíz).

150 g de mantequilla fría, cortada en cubos.

60 g de queso parmesano rallado.

1 huevo mediano.

Instrucciones

Comenzando por la masa, mezclar la harina, la polenta y una pizca de sal en un procesador de alimentos. Añadir la mantequilla fría y procesar hasta que la mezcla parezca pan rallado. Coger un bol y añadir 50 g de queso parmesano rallado y mezclar con un cuchillo hasta que la mezcla se unifique. Medir 4 cucharadas de agua fría y añadir un poco a la vez hasta que la masa sólo se pegue (puede que no necesite toda el agua). Amasar suavemente hasta que se forme una bola, envolver la masa en papel film y refrigerar por 20 minutos en la nevera.

Mientras tanto, precalentar el horno a 200 ° C/fan 180 ° C / gas. Colocar de modo disperso la calabaza en rodajas de 2 o 3 grandes bandejas para asar, rociar con la mitad del aceite de oliva, la dispersión sobre las semillas de comino, ras el hanout y hojuelas de chile, y sazone bien con sal y pimienta negro. Asar en el horno, revolviendo ocasionalmente, durante 40 minutos.

Durante la cocción de la calabaza, añadir las cebollas y el ajo a otra fuente de horno con el resto del aceite de oliva. A mitad de la cocción de la calabaza, añadir la cebolla al horno y hornear por 20 minutos. 

Retirar la calabaza y la cebolla del horno, exprimir el ajo de su piel, triturar el ajo asado en la cebolla y dejar enfriar un poco.

Colocar las espinacas en un colador sobre el fregadero y se vierte sobre una olla de agua hirviendo.

Agregar agua fría, luego apretarla en seco para eliminar el exceso de agua. Picar las espinacas, poner en un bol, sazonar y mezclar con la ricota, dejar a un lado.

En una superficie ligeramente enharinada, extienda las dos terceras partes de la masa y usarla para cubrir la base y los lados en un molde de23cm de estaño. Añadir la mitad de la mezcla de espinacas en una capa, y luego distribuir la mitad de la calabaza asada encima de eso. Dispersar con la mitad de los piñones, luego medio queso de cabra. Repetir con el resto de la mezcla de espinaca, calabaza, piñones y queso de cabra. Por último, añadir la cebolla con ajo en una capa en la parte superior.  

En una superficie ligeramente enharinada, extender el resto de la masa, luego quedó en la parte superior de la tarta, presionando en los bordes para sellar bien. Hacer un agujero en el centro de la tarta y decorar la parte superior con las hojas hechas de cualquier masa sobrante.

Cepille la parte superior de la empanada con huevo batido, y esparcir el resto del queso parmesano por encima y refrigerar por 20 minutos.

En el caso de optar por congelar el pastel:

Cubrir con papel film y papel de aluminio y congelar, sin cocer, hasta por 1 mes.

Cuando esté listo para comer, quitar el papel de aluminio y film transparente y descongelar en el refrigerador. Precalentar el horno a 200 ° C/fan180 ° C / gas y hornear durante 30 o 35 minutos hasta que la masa esté dorada en la parte superior. Dejar enfriar en el molde durante 10 minutos antes de servir.

Información Nutricional

Por porción (basado en 10): 564kcals, 32,2 g de grasa (15,5 g saturada), 19,6 g de proteínas, hidratos de carbono 52.3g, 12,8 g de azúcar, sal 1,1 g

Garbanzos con aliño marroquí

Puedes llamar también a este plato ensalada de garbanzos o ensalada marroquí. Es muy fácil de hacer. Una manera sana de comer legumbres y, sobre todo muy barata, dentro de una dieta mediterránea.

Puedes ponerlo como un primer plato o una cena. Además es una solución ahora que estamos en época de cuaresma. No sé muy bien si la gente aún hace lo de no comer carne los viernes… Pero es una solución.

Propiedades de los garbanzos:

La gran aportación que nos dan los garbanzos y su mayor característica es su elevada lecitina, que es un tipo de grasa que controla tanto el colesterol como los triglicéridos. Digamos que lo que hace este tipo de grasa natural es poder mezclar las grasas del organismo con el agua, lo cual favorece eliminarlas.

También ayuda a prevenir enfermedades del hígado, como la hepatitis o cirrosis ya que consigue eliminar las toxinas depositadas. Esto lo consigue por ser gran aportador de vitamina B.

Ingredientes para 4 personas:

40     gr de aceitunas negras

2 ajetes

200 gr de atún en conserva

Canela molida

2 cebolletas

Cominos en grano

Guindilla de cayena

Jengibre

Laurel

Lechuga

Pimentón de la Vera

1 tomate

40 ml de vinagre

1 dl de aceite

Sal

Pimienta

Preparación:

Dejar la noche anterior los garbanzos en agua para que se ablanden en agua fría. Cocer en agua hirviendo con sal y unas hojas de laurel. Una vez que estén tiernos, sacar, escurrir en un escurridor y dejar enfriar. Recuerda que también se pueden utilizar garbanzos ya cocidos, de los que se venden en botes de cristal en cualquier supermercado De esta manera te saltas el proceso de cocerlos y harás tu plato más rápido.

Limpiar la cebolleta y el ajete, picar en juliana, esto es, de forma fina. En un tarro de cristal que tenga tapa echamos el vinagre, el aceite, el comino, el jengibre, la cayena, el pimentón, la canela, la pimienta y la sal. Añadiremos el ajete y la cebolleta y taparemos el tarro. Como una coctelera, agitaremos la mezcla para que la vinagreta emulsione.

Partirnos, lavamos y centrifugamos las hojas de lechuga, rallamos y cortamos el tomate y quitamos el aceite al atún. A continuación ponemos todo en una bandeja. Poniendo también los garbanzos y las aceitunas negras.

Vertemos encima el aliño que hemos creado, dejamos que se macere unos minutos y servimos. Vas a ver qué buenos están estos garbanzos con aliño marroquí.

Precio: 3,5€

Calorías: 500

Dificultad: baja

Ajoarriero

Ingredientes:

1 kg de bacalao remojado la víspera de antes

¼ de l. de aceite

4 dientes de ajo

½ cebolla

4 patatas

2 pimientos morrones

¼ l. de tomate triturado

Perejil

Preparación:

Esta es una receta la cual hay que empezar la noche de antes, remojando el bacalao para quitarle la sal y reblandeciéndolo. Por lo que tiene que estar un mínimo de 12 horas bajo el agua. Por eso se recomienda dejarlo pasar la noche sumergido.

Cuando haya pasado este tiempo cogemos el bacalao y lo desmigamos. Te resultara fácil por la textura laminada que tiene. Le quitamos tanto la piel como las espinas y lo vamos poniendo en una cazuela de barro junto a un chorreón generoso de aceite y 3 dientes de ajos.

Ponemos a fuego lento removiendo constantemente para que no se pegue y fijándonos que la salsa resultado del jugo del pescado y el aceite vaya engordando en la cazuela. Reservamos.

Mientras cogemos una sartén y vamos sofriendo la cebolla junto al cuarto diente de ajo, los cuales habremos picado muy bien con anterioridad. La idea es pocharlos, para que quede bien blando sin que se doren o cojan color.

En este momento será en el que añadamos las patatas, que estarán cortadas en rodajas como si fuéramos a hacer una tortilla de patatas. Dejamos que se vayan haciendo con el fuego aun lento a su amor para que se ablanden.

Ya cuando valores que queda poco tiempo, añadimos los pimientos cortados en daditos, dejamos que se terminen de hacer las patatas y retiramos. Si vemos que ha quedado mucho aceite podemos retirarlo.

Empezamos a verter en la sartén la salsa de tomate. Corrigiendo la acidez con azúcar y sal a nuestro gusto (echa poca sal, no te preocupes si queda sosa la salsa, pues el bacalao resulta muy salado y podríamos cargarnos la receta). Cuando ya esté bien frita volcamos todo el contenido de la sartén en la cazuela. Poniéndola en el fuego para darle el último hervor, salpicándolo con perejil bien picadito. Solo faltara servir.

Consejos:

Esta receta se podría hacer sin cazuela de barro, pero nunca tendría el mismo sabor que con ella. Ya que por la masa de esta resulta casi imprescindible su uso para que el bacalao deje soltar al cocinarse una gelatina especial que poseen los pescados, que es la que hace que la salsa engorde.

Hamburguesa de arroz y lentejas

No me preguntes en qué programa, pues no estoy seguro, pero sí sé que aprendí a cocinar esta receta gracias a la televisión y tengo que reconocer que es de las pocas cosas que he de agradecerle a la “caja tonta”. Y cuando, no hace mucho, la he probado. He decidido que tenía que compartirla contigo. Vamos a ver qué necesitamos:

Ingredientes:

Para empezar, y puesto que la hamburguesa será a base de arroz (redondo) y lentejas, pesaremos doscientos gramos de cada uno. También vamos a utilizar una cebolla, un puerro, una cebolleta, una zanahoria (espera, que respiro).

Hamburguesa de arroz y lentejas
Hamburguesa de arroz y lentejas

Sigo: un diente de ajo, un vaso de salsa de tomate, una cucharada de salsa de soja y otra de salsa inglesa, agua, aceite de oliva virgen extra, sal y una hoja de laurel. Vale, sí: son muchas cosas, pero verás lo fáciles que encontrar que son todas en el súper.

Preparación

Comenzamos introduciendo en una cazuela las lentejas, la cebolla, una hoja de laurel y el puerro. Lo cubrimos todo con agua y dejamos que se cueza durante media hora, más o menos, tiempo tras el cual lo sazonaremos todo. Cuando estén blandos, retiramos la cebolla, el puerro y el laurel. Ahora, escurrimos y reservamos, por un lado, el caldo; por el otro, las lentejas.

Es el momento de pelar y picar la cebolleta y la zanahoria muy finitas y las ponemos a pochar con un poco de aceite de oliva. Sazonamos y reservamos.

Ponemos el diente de ajo machacado y pelado en una cazuela, al que también añadimos un chorro de aceite. Agregamos el arroz, lo rehogamos un poco. Vertemos el doble de agua que de arroz, más una “propinilla”. Lo dejamos cocerse durante un cuarto de hora, más o menos.

Llega el momento de mezclar lentejas, arroz y verduras pochadas. Amasamos hasta que se quede una masa homogénea (si queda muy suelta, podemos añadirle un poco de pan rallado). Ahora, nos mojamos las manos para que no se nos peque la masa y formamos 8 hamburguesas, que disponemos sobre un plato untado de aceite. Las freímos en una sartén con otro chorrito de aceite, como cuatro minutos por lado.

Para la salsa, podemos reducir en un cazo el caldo de las lentejas con la salsa de tomate, la de soja y la inglesa. La ración normal, para estas cantidades, es de dos hamburguesas por persona y lo ideal acompañarlas de salsa de tomate para decorar.

Recuerda:

Doscientos gramos de lentejas

Doscientos gramos de arroz redondo

Una cebolla

Un puerro

Una cebolleta

Una zanahoria

Un diente de ajo

Un vaso de salsa de tomate

Una cucharada de salsa de soja

Una cucharada de salsa inglesa

Agua

Aceite de oliva virgen extra

Sal

Una hoja de laurel

Se trata de una receta de dificultad media en la que emplearas sobre 45 minutos.

Acelgas en blanqueta

Las acelgas, al igual que las espinacas (a su vez como el resto de verduras de color verde oscuro) son muy ricas en betacarotenos. Unos componentes que puede que no te suenen mucho, pero que dentro de tu organismo se trasforman en vitaminas A.

Hace poco me entere que estas verduras verde oscuras son grandes aliadas para el hígado. Por lo cual favorecen y son muy recomendables para las personas que padezcan alguna dolencia o alguna clase de infección puntual. Ya que ayudan a depurar y limpiarlo de toxinas.

No os voy a mentir, no conozco a muchas personas que las acelgas les pirren. Pero si es verdad que hay truquitos para que nos resulten más atractivas a la vista y al gusto. Como la receta de hoy, la que le gustara a grandes y pequeños. Espero que os resulte de gran utilidad.

Ingredientes para 4 personas:

1 kg de acelgas

½ l de aceite

2 cucharadas de mantequilla

2 cucharadas de harina

1 cucharadita de nuez moscada

Queso rallado

Sal

Preparación:

Empezamos esta receta limpiando bien las acelgas. El modo más sencillo de hacerlo es poniendo las acelgas debajo del chorro de agua del grifo. Escurrirlas bien y a continuación trocearlas. Una vez cortada las acelgas, es conveniente cocinarlas enseguida, para que no pierdan ninguna de su propiedades.

De tal forma, las coceremos en una olla con agua, sal y un chorrito de aceite. Más o menos lo que sería en su propio jugo.

Mientras que se hace las acelgas, vamos preparando en otro cazo lo que será la salsa que envuelva las acelgas, lo que llamamos blanqueta. Para ello calentaremos este segundo cazo la leche con mantequilla.

Cuando se empiece a mezclar este segundo contenido del cazo, sin dejar de remover una cuchara de madera, espolvoreamos en su interior la harina. Seguimos removiendo sin bajar el ritmo constante. Esto evitara que se formen grumos y la salsa se quede suave. Sazonamos a neutro gusto y le damos un toque con la nuez moscada.

Escurrimos las acelgas, que las teníamos reservada tras su cocción. Retirado el máximo posible de agua, colocamos en una cazuela de barro. Retiramos la salsa del fuego y recubrimos toda la cazuela y las acelgas con esta salsa blanca fina. Terminamos cubriendo todo con una capa de queso rallado.

Para finalizar, metemos la cazuela al horno, lo que conseguirá que el queso se gratine y le dé un toque más cremoso y crujiente. Este tiempo suele ser de 5 minutos. Una vez que este gratinado a nuestro gusto, sacamos la cazuela  y lo servimos a una temperatura moderada.