Albóndigas con tomate y spaguettis

El que os presento hoy es un plato para chuparse los dedos literalmente. Unas buenas albóndigas con un deliciosas salsa y acompañada de spateguettis puede ser un plato fuerte para aquellos que necesitan una gran fuente de energía.

Las albóndigas son un plato muy tradicional, de los de toda la vida, de los que gustan a todo el mundo sin excepción y que nos recuerda a los viejos fogones en los que nuestras abuelas cocinaban delicias culinarias de las que siempre nos acordaremos.

Aunque apetece más en invierno, es un segundo plato del que podemos disfrutar todo el año. Es uno de esas comidas económicas, pero ricas si se sabe cocinar bien. Ya los árabes las hacían, y es que la palabra albóndiga proviene del árabe y significa «la bola».

Ingredientes:

½ kilo de carne picada de ternera y magro de cerdo mezclada

300 g de espaguetis

1 rama de perejil

1 huevo

1 diente de ajo

50 g de miga de pan

Leche

200 g de tomate natural triturado

1 cebolla

2 zanahorias

1 vaso de caldo de verduras

Queso parmesano rallado

Aceite de oliva

Sal

Elaboración:

Para preparar la carne picada para que más tarde hagamos las bolas, existen varias fórmulas. Cada uno en su casa lo hace de una manera, algunos mojando migan de pan en leche, otros con pan rallado, algunos le añaden un huevo…

En nuestro caso lo haremos de la manera que la carne quede más jugosa. Lo primero que debemos hacer es batir un huevo que añadiremos a la carne picada que hemos puesto en un bol. Después le añadiremos pan del día anterior empapado en leche. Esto le dará cremosidad y conseguiremos una textura mucho más suave.

Una vez hecho esto, le añadiremos perejil, ajo picado y una pizca de sal. Cuando terminemos, y antes de empezar a hacer las albóndigas, lo meteremos en el frigorífico durante más o menos 30 minutos para que se enfríe.

Cuando haya pasado ese tiempo, entonces con algo de paciencia haremos las bolitas de carne. En cuanto al tamaño, es muy importante no hacerlas excesivamente grandes porque a la hora de freírlas, será más fácil que se hagan bien por dentro si son relativamente pequeñas.

Una vez hemos hecho las bolitas, entonces, las pasaremos por harina y las freiremos en aceite de oliva. Con la llegada de la crisis, la gente recurre más al aceite de girasol para freír, pero la verdad es que el sabor final de la comida cambia, se consigue otro gusto. Si os lo podéis permitir, es mejor freírlas en aceite de oliva.

Cuando ya se hayan frito, las retiraremos a un plato con papel de cocina para que absorba el aceite sobrante. Utilizando la misma sartén, pero con menos aceite, sofreiremos la cebolla y la zanahoria cortadas en trozos muy pequeños.

Cuando la cebolla se poche le añadiremos el tomate triturado y si se quiere, caldo de verduras. Una vez haya adquirido cierta consistencia, añadiremos la albóndigas y dejaremos que se hagan durante 20 minutos a fuego muy suave.

Cocinando los espaguetis

Mientras que las albóndigas se terminan de hacer, podemos ir cociendo los espaguetis. Muchos de vosotros sabéis cómo podemos cocer unos buenos espaguetis, por lo tanto no me pararé a explicarlo detenidamente, sólo os ofreceré algunas pinceladas.

En un olla pondremos el agua a hervir a la que añadiremos un poco de sal y un chorritpo de aceite de oliva. En el momento que hierva, echaremos los espaguetis y contaremos unos 8 minutos. El tiempo suele variar según el gusto de cada comensal, si le gusta al dente o más blandita.

Cuando se hayan terminado de hacer y los hayamos escurrido, les añadiremos un poco de salsa de las albóndigas. para que se mezclen los sabores. Cuando hayamos hecho esto, sólo nos faltará presentarlo y degustarlo.

Podéis presentarlo en un plato hondo en el se pueden poner algunas albóndigas, por ejemplo 4, y acompañarla con un montoncito de espaguetis. Para darle un toque italiano, se le puede poner queso rallado y una ramita de albahaca para adornar.

Trucos, recomendaciones y salsas

En el caso de que utilicemos la salsa que he propuesto anteriormente, es muy importante eliminar ese punto de acidez que le da el tomate. Para solucionar eso, sólo tendremos que echarle un poco de azúcar.

Como veis, cocinas una albóndigas es relativamente fácil, y además, esta salsa nos aporta pocas calorías, y muchas vitaminas que repercuten directamente en nuestra salud, como los antioxidantes. Si las albóndigas son ricas en proteínas y bajas en grasas; los espaguetis nos aportarán la energía de los hidratos de carbono.

Salsa de almendras

Aunque la salsa que he propuesto arriba es una de las más tradicionales, también existen otras que podemos ir intercambiando. Si la carne que hemos utilizado es  de pollo o cerdo, le puede venir bien una rica salsa de almendras. Para quien no sepa como hacerla, en las siguientes líneas os explicaré cómo.

Ingredientes:

5 albóndigas de cerdo o pollo por persona

10 almendras crudas

1 cebolla

1 vaso de vino

Media pastilla de caldo

Aceite de oliva

Elaboración:

El proceso de freír las albóndigas es el mismo, no cambia nada, sólo cambia la salsa.

Para hacer la salsa pondremos aceite en una cazuela y echaremos la cebolla cuando el aceite esté bien caliente. Más tarde añadiremos el vino, las almendras y la media pastilla de caldo.

Cuando ya esté todo sofreído, lo trituraremos con la batidora o lo pasaremos por el pasapurés. Es entonces cuando añadiremos la salsa a la cazuela donde tenemos las albóndigas y dejaremos que ligue hasta que coja cierta consistencia.

Lomos de salmón con salsa de queso a las finas hierbas

Hoy vamos a comer pescado. Que sí, hombre, que ya verás qué bueno. No me vengas con excusas de que tiene espinas, que son lomos de salmón, de modo que van a ser muy poquitas las que te encentres…

Y eso de que no te gusta el pescado es porque aún no has probado el pez que te encanta o porque no lo has cocinado de una manera que te quedes con ganas de repetir la receta. Tú, créeme: con esta receta no sólo quedarás estupendamente si tienes invitados sino que es de las que hacen afición. Al pescado y a cocinarlo. Anda, ponte el mandil y entra en la cocina.

Ingredientes:

Vas a necesitar cuatro lomos de salmón, con su piel y todo, una tarrina de queso a las finas hierbas –del tipo Philedelphia, aunque, si lo prefieres, los supermercados suelen tener marcas blancas y la diferencia no es grande-. Dispón también de un cuarto de litro de leche, eneldo, pimienta y sal.

Preparación:

Lo primero que vas a hacer es la salsa, para lo que pondrás como 200 mililitros de leche en una cazuela y los calentarás a fuego medio hasta que rompan a hervir, momento en el que bajas el fuego al mínimo y añades el queso para que se vaya fundiendo. Entretanto, añade algo de eneldo (a tu gusto) a la salsa.

Cuando haya terminado de fundirse el queso, rectifica de sal y mantén la salsa sobre el fuego al mínimo mientras preparas el salmón. En caso de que el moje te hay quedado espeso, añádele un poquito de leche para que se suelte, pero luego debes rectificar de sal otra vez para que no te quede soso.

El salmón, antes de que se me olvide: salpimienta los lomos y espolvoréalos con un poco de eneldo. Hecho esto, ponlos en un recipiente apto para el microondas. Mételos y déjalos a una potencia normal durante cinco minutos. Luego, vas a ir comprobando cuándo pierden su tono rosado característico de cuando están crudos.

En cuanto veas que el pescado está hecho, ponlo en un plato y medio cúbrelo con la salsa. Acompáñalo con la guarnición que más te apetezca –arroz, ensalada…-, pero lo ideal es que saltees un poquito de trigo tierno con mantequilla.

Rercuerda:

Cuatro lomos de salmón con su piel

Una tarrina de queso a las finas hierbas

250 mililitros leche

Eneldo

Sal

Pimienta

Ya has visto que es muy fácil, que tendrás lista la receta en un cuarto de hora y que está mejor que estupenda.

Sopa de naranja con helado

¿Quién ha dicho que el helado es solo para el verano? En invierno también es un placer disfrutar de un sabroso y cremoso helado, sobre todo tras una comida abundante. El invierno es tiempo de naranjas, así que podemos aprovechar para mezclar ambas cosas en una original, fresca y cítrica sopa.

Hacer helado es muy sencillo, pero si no se tiene una heladera se hace necesario sacar del congelador la crema cada poco tiempo y batirla para evitar que se formen cristales. Aunque no es difícil se trata de un proceso laborioso que nos obliga a estar pendientes cada pocas horas para conseguir un resultado cremoso. Para simplificar la receta vamos a usar un helado comprado de una marca que nos guste.

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Platos de cordero para el frío

Con este frío seguro que te apetece sentarte a la mesa y comer algo con un buen vino y una chimenea calentando la sala. No se vosotros, pero yo cada vez que estoy frente a una chimenea salivo pensando en un buen cordero.

Pero no os preocupéis, aquí os traigo receta fácil y también igual de apetitosas en estos días con el cordero como protagonista.

Cordero a la griega

Ingredientes:

Vas a necesitar una serie de ingredientes muy comunes en cualquier casa o muy fáciles de encontrar:

1 kg de cordero deshuesado

200 gr de arroz

50 gr de mantequilla

10 cebollitas

1 de caldo de carne (pueden ser los precocinados)

4 o 5 tomates

El zumo de un limón

Laurel

Sal

Pimienta

Preparación:

Calienta el caldo. Corta la carne en trozos y pela las cebollitas. Rehoga durante 15 minutos ambos ingredientes sobre la mantequilla a fuego vivo. Vierte el caldo y déjalo cocer 5 minutos más.

Añade los tomates pelados y sin pepitas, el laurel, la sal y la pimienta. Cuécelo otros diez minutos.

Vierte el arroz y remuévelo bien para que se pringue. Una vez lo veas teñido del color del caldo añade agua hasta que cubra toda la carne.

Cuando empiece a hervir tapa la cazuela y déjala 15 minutos al fuego.

Quítalo del fuego y deja posar 10 minutos. Antes de servir echar el zumo de limón.

Recuerda que:

La carne de cordero lechal es sonrosada y pálida, mientras la de pascual es roja clara. Si utilizas este último alarga los tiempos de cocción para que la carne quede más blanda.

Cordero a las hierbas

Ingredientes:

De nuevo, podrás encontrar los componentes con gran facilidad:

1´200kg de silla de cordero en lonchas gruesas

2 cucharadas de aceite

200g nata liquida

1 cucharada de perejil picado

1 cucharadita de estragón

Sal

Pimienta

Preparación:

Calienta el aceite en una sartén grande y dora la carne por ambos lados. Salpimiéntala y ve sacándolas en un plato.

Calienta la nata y añade un vaso de agua. Rascando el fondo con una cuchara de madera para mezclar los jugos.

Agrega el perejil y la carne. Déjalo cocer a fuego a fuego lento hasta que la carne este hecha y la salsa reducida y espesa.

Añade por último el resto de las hierbas, sal y pimienta y sírvelo.

Recuerda que:

La silla de cordero son las chuletas dobles de riñonada. Puedes sustituirlo por filetes gruesos.

Si la salsa queda muy liquida puedes espesar con alguna clase de queso en lonchas.

Un rico Sándwich

Cada vez que preparamos un sándwich queremos hacerlo lo más rápido posible y tener la menor complicación para hacerlo, no siempre debemos prepararlo de jamón y queso (¡Qué aburrimiento!), hay más opciones y puedes hacerlo igual de rápido y sin dificultad, eso sí, si puede tomarse un poquito más de tiempo e imaginación saldrá estupendo.

La gran ventaja de los sándwiches es que pueden hacerse tanto fríos como calientes, a gusto del consumidor –y al tuyo-. En este post te daré algunas versiones para degustar el que se desee.

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Sándwich Clubhouse :

Ingredientes: 4 rodajas de pan blanco o integral de molde sin corteza, 2 lonchas de bacón, 2 lonchas de pavo, 1 huevo duro, 1 tomate, lechuga, mayonesa, kétchup y dos lonchas de queso cheddar.

Preparación: Hierve 1 huevo hasta que esté duro y déjalo enfriar.  En una sartén bien caliente y con un poquito de aceite fríe el bacón, deja que se dore y retíralo.  En la misma sartén, calienta el pavo.  Corta el tomate y el huevo en rodajas y la lechuga en tiras finas (en Juliana, que le dicen). Tuesta ligeramente las rodajas de pan en la sandwichera.

Montar el Clubhouse: Untamos la primera rebanada de pan con mayonesa, colocamos una rodaja de tomate y una loncha de queso, cogemos la segunda rebanada de pan y untamos con kétchup, colocamos una loncha de bacón y otra de huevo, otra rebanada de pan untada con mayonesa, colocamos una loncha de pavo, la lechuga y el tomate y ya por último se coloca la última rebanada de pan untada con kétchup, atravesamos con unos palillos para que al cortarlo en triangulo no se desarme.

Relleno para sándwiches fríos:

Para los rellenos ponemos los ingredientes de cada relleno en el vaso de la batidora hasta que quede una pasta para untar con facilidad.

Relleno de cangrejo: 1 huevo duro (trocear), 1 tetrabrick de nata de 200 gr., 6 o 7 palitos de cangrejo (trocear) y 1 cucharada sopera de mayonesa.

Relleno de paté: 2 huevos duros (trocear), 1 lata pequeña de paté y un tarro pequeño de mayonesa, utilizar medio bote.

Sándwiches calientes:

Sándwich de pollo a las finas hierbas con pepinillo:

Ingredientes: 1 panecillo Kaiser, 1 Pechuga de pollo, 1 tomate, mayonesa, ajo, sal, 1 frasco de pepinillos fileteados y 1 frasco de finas hierbas preparadas.

Preparación: La pechuga de pollo tiene que estar fileteada fina, adóbala con sal, ajo y finas hierbas, deja reposar un rato para que absorba los condimentos. Cuando consideres conveniente, fríe la pechuga en una sartén bien caliente y con poco aceite durante unos 8 minutos, retira y tapa.

Luego, lava el tomate y córtalo en rodajas finas, abre el frasco de pepinillo, saca la cantidad que desees (más el que e vas a comer según lo saques) y escúrrelo.

Ahora, abre el panecillo Kaiser por la mitad y tuéstalo un poco, retira, untar ambas caras del panecillo con mayonesa, coloca la pechuga, el tomate en rodajas y los pepinillos.  ¡Sabrosísimo!

Lo que esta hecho en casa es más sabroso y saludable, solo hay que ponerle cariño, entusiasmo e imaginación.

Ensalada con mucho color

Es verdad que con el frío que pela, las ensaladas no entran muy bien en nuestra boca. Solemos preferir algo más calentito, o al menos tempado, pero como todo en la vida, existe gente diferente, que le gusta comer sano en todas las estaciones del año, que le gusta cuidar su cuerpo y que además le da igual si es un plato frío o caliente.

Incluso, me atrevería a decir que esta ensalada que os propongo podría ser hasta templada, porque la base es la patata cocida. Aunque le añadamos otros ingredientes para completarla, quizás podríamos optar por dejarla enfriar del todo, comerla templada.

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Croquetas de espinacas y gambas.

Es una de los elementos más característicos de la cocina nacional, y aunque originaria de Francia, ya no se entienda la cultura culinaria de España sin las croquetas. Lo bueno de éstas, es su flexibilidad a la hora de integrar nuevos elementos.

La receta que os proponemos hoy, son las croquetas de espinacas y gambas, una receta sencilla que puedes usar, bien como plato principal acompañado por una ensalada, o como un entrante para una cena especial.

Ingredientes:

150 gr. de gambas.

150 gr. de hojas de espinaca, o bien un cubo de espinacas congeladas.

1 cebolla mediana.

200 gr. mantequilla.

200 gr. harina.

1 litro de leche templada.

Pimienta blanca.

Sal.

1 huevo.

Pan rallado.

Aceite vegetal.

Preparación:

Lo primero que tienes que ir haciendo, es cortar la cebolla de forma que luego no se haga presente, por lo que la tienes que picar muy bien. Mientras, ve echando la mantequilla a una sartén, ten cuidado de que la sartén no esté muy caliente, y añade la cebolla picada. Es importante que el fuego esté a medio gas, ya que lo que se quiere conseguir es pochar la cebolla. 

Una vez este la cebolla bien pochada, es el momento de verter sobre la sartén la harina, y ve removiendo con cuidado para que no queden grumos. Cuando veas que está bien integrada la harina, agrega el litro de leche (previamente calentado), y no te apartes del fuego, ya que en este paso es muy importante remover bien el contenido.

Echa un poco de sal a la bechamel y ve removiendo hasta que veas que la masa no se queda pegada a la sartén, es opcional, pero siempre le da muy buen gusto, incorporar un poco de nuez moscada. Cuando esté lista, ya puedes añadir las gambas peladas y un poco troceadas, y las espinacas previamente pasadas por la sartén salteadas con ajo.

Engrasa una fuente con un poco de mantequilla, y vierte el contenido anterior, deja reposar hasta que enfríe por completo. Una vez esté la masa fría, llega la hora de ir moldeando las croquetas, puedes ayudarte con una cuchara, luego pásalas por harina, huevo batido  y el pan rallado, y a la sartén.

Trucos

Es muy importante que el aceite esté lo suficientemente caliente, para que no se beban las croquetas todo el aceite y queden poco doradas.

Si quieres unas croquetas con más sabor, puedes hervir las cabezas de las gambas, para mezclar este caldo una vez estés calentando la leche.

Los múltiples usos del pollo

Como bien sabemos, el pollo es uno de los alimentos más versátiles que existen, ya que todas sus partes se utilizan en la gastronomía de todo el mundo. Hoy os daremos unas recetas con pollo, claro, unas de las tantas recetas que hay tanto en libros, revistas de cocina o en internet, espero que os guste, son fáciles y muy sanas.

Pollo Encebollado

Ingredientes:

1 Pollo a trozos

2 Cebollas grandes

½ Lata de cerveza (la que más guste)

1 Cucharadita de perejil

1 Cucharadita de hierbabuena o menta

Sal

Aceite

Preparación:

El pollo debe estar limpio de piel y de vísceras, pásalo bajo el grifo del agua y escúrrelo, cuando lo veas bien escurrido échale un poco de sal, espolvorea la cucharadita de perejil y la cucharadita de hierbabuena o menta por todas partes para que vaya adquiriendo sabor, pínchalo con un tenedor o cuchillo para que cuando se vaya haciendo no quede crudo por dentro, reserva.

 

Pela las dos cebollas y córtalas lo más finas posible en rebanadas, reserva. Escoge una sartén profunda o si deseas una cazuela pero que sea honda. Echa 2 o 3 cucharadas soperas y colmadas de aceite y cuando esté bien caliente y con mucho cuidado de que no te salpique el aceite ve introduciendo las piezas del pollo y deja freír, dándole vueltas para que se vaya dorando y no se queme.

Cuando veas el pollo bien dorado, echa las dos cebollas ya rebanadas y remuévelo con cuidado.  Cuando la cebolla está un poco pocha, vierte ½ cerveza y deja hervir a fuego moderado hasta que quede una salsa.  ¡Sabrosísimo!

Higaditos de Pollo Encebollados

Ingredientes:

¾ kg. de Hígados de pollo

1 Cebolla grande

Pimienta

Sal

Aceite

Preparación:

Los hígados de pollo deben estar limpios, pásalos bajo el grifo del agua y escúrrelos, cuando los veas bien escurridos échale sal y pimienta a tu gusto, reserva.  Limpia la cebolla y pártela en rebanadas finas.

Coge una sartén un poco profunda y vierte 2 o 3 cucharadas soperas y colmadas de aceite, cuando esté bien caliente echa los hígados removiendo de vez en cuando durante unos 15 o 20 minutos a fuego moderado, después de este tiempo echa la cebolla remueve un poco y tápalo bajando un poco el fuego. Deja pasar otros 15 o 20 minutos y observa si la cebolla ya está hecha. Si es así, apágalo y listo. Si te queda un poco seco, échale un poquito más de aceite.

Estas dos comidas puedes acompañarlas con puré de patatas, arroz o con la guarnición que desees, al quedar un poco de salsa la puedes echar por encima de la guarnición… ¡De Rechupete!

Pescados: muy rico

El mar nos da una gran variedad de alimentos muy ricos y muy saludables, pueden ser preparados de mil formas y siempre quedaran exquisitos, este artículo tratará de darte algunas ideas fáciles de preparar.

Sardinas en Vinagre

Ingredientes:

1 kg. de sardinas

1 Ajo

Perejil

Vinagre blanco

Aceite de oliva

Sal

Preparación:

Primero que nada, si lo deseas, pídele a tu pescadero que te limpie todas las sardinas quitándole la espina central, pero si quieres hacerlo tú, te indicamos como hacerlo ya que es bastante sencillo, pero un poco laborioso.

Coges una tabla de cocina y a una de las sardinas y le quitas la cabeza, a continuación utilizas un chuchillo pequeño y muy afilado y haces un corte a lo largo y un poco profundo en la parte de la barriga. Con mucho cuidado, retira las tripas y coges la espina central con los dedos y vas retirando la espina con cuidado, ayudada con el cuchillo, ten cuidado -insisto- de no cortarte.

Al no tener espina, el pez quedará aplanado. Haz el proceso igual con todas las sardinas.  Cuando las tengas limpias del todo, pásalas debajo del grifo y déjalas escurrir.Mientras escurren, coge un recipiente un poco profundo, pones las sardinas ya escurridas y le agregas un poco de sal (no mucha), 1 cucharada sopera de perejil bien picadito, el ajo picado bien pequeñito, una cucharada y media sopera de aceite y cinco cucharadas soperas de vinagre.

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Déjalas macerar durante un día y medio en el frigorífico.  Puedes acompañarlas con aceitunas como aperitivo o un bocadillo de sardinas en vinagre está exquisito.

Calamares Rellenos

Ingredientes:

9 Calamares

1 Cebolla

½ Cerveza

Salsa de tomate casera

Pimienta

Perejil

Aceite y sal

Preparación:

Coge uno de los calamares, más los tentáculos y las aletas de los otro ocho y pícalos bien pequeños; agrégales un poco de perejil muy picadito, sal y pimienta y reserva. Coge la cebolla, la pelas y la cortas bien pequeño y calienta en una sartén con un poco de aceite y cuando este caliente agrega la preparación.

Cuando lo veas dorado agrégale 3 cucharadas soperas de salsa de tomate para hacer un sofrito. Cuando esté listo, apaga el fuego y deja que esté a temperatura ambiente y reserva.

Coges el resto de los calamares y los rellenas con el contenido de la sartén y os cierras con un palillo.  A un wok, le hechas un poquito de aceite y fríes los calamares rellenos. Deja que se vayan dorando y cuando estén un poco dorados échale ½ cerveza y déjalos cocinar hasta que se consuma un poco el caldo. Salpimenta a tu gusto.

Una ensalada con mucho fundamento

Después de un fin de semana de compromisos y comilonas a mansalva, seguro que te apetece una ensalada fresquita, con mucho alimento, pero no muy pesada. Al contrario les puede ocurrir a ejecutivos y viajantes cuando llegan a casa el fin de semana después de comidas de empresa y menús de restaurante, preferirán seguro un plato sano.

La ensalada que os voy a proponer tiene muchos ingredientes, por eso, si alguno de ellos no os gusta, sois alérgicos o prefieres no sentirlo en tu paladar por distintas razones, puedes eliminarlo o intercambiarlo por otro ingrediente que más te apetezca. Lo bueno de las ensaladas es eso, que acepta muchos tipos de ingredientes y puedes combinarlos como tu quieras.

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