Pollo Kentucky

¿Dónde hay que firmar? ¡Pero qué buena pinta! Hoy vamos a comer un pollo al particular estilo de Kentucky. Sí, el mismo que nos sirven en famosa franquicia, pero hecho en casa. Puede que el sabor no sea idéntico al de KFC, pero, si cambia, es para mejor. Compruébalo.

Ingredientes:

Primero, vamos a comprobar que tengas todos los ingredientes: saca del armario cien centilitros de aceite de oliva (es algo menos de medio vaso, de modo que no parece te vayas a arruinar por usar aceite de calidad). Nos van a hacer falta también dos tazas de harina tamizada.

Por otra parte, dispón también dos huevos, trescientos centilitros de leche (un poquito menos de lo que cabe en una lata de refresco), dos cucharadas de mantequilla, que luego vas a fundir, tres kilos de pollo cortado en octavos y un pellizco de sal.

Preparación

¿Lo tienes todo? Pues manos a la obra. Comienza por lavar los trozos de pollo, operación que incluye quitarle restos de plumas y canutillos que se le hayan quedado incrustados en a piel. Así: bien limpio.

Ahora, vas a mezclar en un bol la sal y la harina y a añadirle los huevos ligeramente batidos, la mantequilla fundida y la leche. Remueve-remueve-remueve. En cuanto tengas una pasta homogénea puedes dejar de remover.

Toma ahora cada trozo de pollo y rebózalo en la masa. Una vez bien rebozados, ve friendo los pedazos de pollo poco a poco: no caigas en la tentación de hacerlos todos juntos o puedes acabar estropeando un plato tan bueno.

Cuando los frías, regula el fuego de modo que las tajadas queden bien hechas por dentro, pero sin cocerse: y doradas por fuera, pero sin quemarse. En cuanto tengas las tajadas listas, retíralas, escúrrelas en una servilleta de papel y guárdalas en el horno caliente para que no pierdan temperatura hasta que esté todo el mundo en la mesa y quieras desvelar qué era esa comida tan especial que ibas a preparar.

Recuerda:

Cien cl de aceite de oliva

Dos tazas de harina tamizada

Dos huevos

Trescientos cl de leche

Dos cucharadas de mantequilla, que luego vas a fundir

Tres kilos de pollo, cortado en octavos

Un pellizco de sal  (mayor o menor según tu afición a este condimento)

Ya verás cómo no tiene ninguna complicación hacer este pollo Kentucky, que además habrás terminado de elaborar en apenas cuarenta minutos y que va hacer que quieras repetir la receta muy a menudo.