Lomos de salmón con salsa de queso a las finas hierbas

Hoy vamos a comer pescado. Que sí, hombre, que ya verás qué bueno. No me vengas con excusas de que tiene espinas, que son lomos de salmón, de modo que van a ser muy poquitas las que te encentres…

Y eso de que no te gusta el pescado es porque aún no has probado el pez que te encanta o porque no lo has cocinado de una manera que te quedes con ganas de repetir la receta. Tú, créeme: con esta receta no sólo quedarás estupendamente si tienes invitados sino que es de las que hacen afición. Al pescado y a cocinarlo. Anda, ponte el mandil y entra en la cocina.

Ingredientes:

Vas a necesitar cuatro lomos de salmón, con su piel y todo, una tarrina de queso a las finas hierbas –del tipo Philedelphia, aunque, si lo prefieres, los supermercados suelen tener marcas blancas y la diferencia no es grande-. Dispón también de un cuarto de litro de leche, eneldo, pimienta y sal.

Preparación:

Lo primero que vas a hacer es la salsa, para lo que pondrás como 200 mililitros de leche en una cazuela y los calentarás a fuego medio hasta que rompan a hervir, momento en el que bajas el fuego al mínimo y añades el queso para que se vaya fundiendo. Entretanto, añade algo de eneldo (a tu gusto) a la salsa.

Cuando haya terminado de fundirse el queso, rectifica de sal y mantén la salsa sobre el fuego al mínimo mientras preparas el salmón. En caso de que el moje te hay quedado espeso, añádele un poquito de leche para que se suelte, pero luego debes rectificar de sal otra vez para que no te quede soso.

El salmón, antes de que se me olvide: salpimienta los lomos y espolvoréalos con un poco de eneldo. Hecho esto, ponlos en un recipiente apto para el microondas. Mételos y déjalos a una potencia normal durante cinco minutos. Luego, vas a ir comprobando cuándo pierden su tono rosado característico de cuando están crudos.

En cuanto veas que el pescado está hecho, ponlo en un plato y medio cúbrelo con la salsa. Acompáñalo con la guarnición que más te apetezca –arroz, ensalada…-, pero lo ideal es que saltees un poquito de trigo tierno con mantequilla.

Rercuerda:

Cuatro lomos de salmón con su piel

Una tarrina de queso a las finas hierbas

250 mililitros leche

Eneldo

Sal

Pimienta

Ya has visto que es muy fácil, que tendrás lista la receta en un cuarto de hora y que está mejor que estupenda.

Pescados: muy rico

El mar nos da una gran variedad de alimentos muy ricos y muy saludables, pueden ser preparados de mil formas y siempre quedaran exquisitos, este artículo tratará de darte algunas ideas fáciles de preparar.

Sardinas en Vinagre

Ingredientes:

1 kg. de sardinas

1 Ajo

Perejil

Vinagre blanco

Aceite de oliva

Sal

Preparación:

Primero que nada, si lo deseas, pídele a tu pescadero que te limpie todas las sardinas quitándole la espina central, pero si quieres hacerlo tú, te indicamos como hacerlo ya que es bastante sencillo, pero un poco laborioso.

Coges una tabla de cocina y a una de las sardinas y le quitas la cabeza, a continuación utilizas un chuchillo pequeño y muy afilado y haces un corte a lo largo y un poco profundo en la parte de la barriga. Con mucho cuidado, retira las tripas y coges la espina central con los dedos y vas retirando la espina con cuidado, ayudada con el cuchillo, ten cuidado -insisto- de no cortarte.

Al no tener espina, el pez quedará aplanado. Haz el proceso igual con todas las sardinas.  Cuando las tengas limpias del todo, pásalas debajo del grifo y déjalas escurrir.Mientras escurren, coge un recipiente un poco profundo, pones las sardinas ya escurridas y le agregas un poco de sal (no mucha), 1 cucharada sopera de perejil bien picadito, el ajo picado bien pequeñito, una cucharada y media sopera de aceite y cinco cucharadas soperas de vinagre.

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Déjalas macerar durante un día y medio en el frigorífico.  Puedes acompañarlas con aceitunas como aperitivo o un bocadillo de sardinas en vinagre está exquisito.

Calamares Rellenos

Ingredientes:

9 Calamares

1 Cebolla

½ Cerveza

Salsa de tomate casera

Pimienta

Perejil

Aceite y sal

Preparación:

Coge uno de los calamares, más los tentáculos y las aletas de los otro ocho y pícalos bien pequeños; agrégales un poco de perejil muy picadito, sal y pimienta y reserva. Coge la cebolla, la pelas y la cortas bien pequeño y calienta en una sartén con un poco de aceite y cuando este caliente agrega la preparación.

Cuando lo veas dorado agrégale 3 cucharadas soperas de salsa de tomate para hacer un sofrito. Cuando esté listo, apaga el fuego y deja que esté a temperatura ambiente y reserva.

Coges el resto de los calamares y los rellenas con el contenido de la sartén y os cierras con un palillo.  A un wok, le hechas un poquito de aceite y fríes los calamares rellenos. Deja que se vayan dorando y cuando estén un poco dorados échale ½ cerveza y déjalos cocinar hasta que se consuma un poco el caldo. Salpimenta a tu gusto.

Cazuela de mejillones y gambas

Los amantes del pescado y el marisco están de suerte hoy. Pues os traemos una rica receta, cazuela de mejillones y gambas, que además de ser un plato muy tradicional nos permite disfrutar de lo mejor del mar todo el año a un precio muy económico. Además de poder disfrutar de ella en cualquier época y momento del año.

Ingredientes para 4 personas:

2 kg de mejillones

500 gr de gambas peladas

2 pimientos morrones

1 cebolla

50 gr de pan rallado

3 dientes de ajo

1 cucharón de salsa de tomate o tomate triturado

1 dl de aceite de oliva

2 vasitos de vino blanco

1 hoja de laurel

Perejil

Pimienta

Sal

Preparación:

Comenzaremos limpiando los mejillones. El proceso es el siguiente: Primero se rallan con un cuchillo para quitar las barbas del mejillón, intentando quitarle todas. Se lavan con agua y sal. Y procedemos a darles un hervor en un cazo. Escurrimos los mejillones y con este caldo resultante de la cocción lo reservamos para después.

Podemos utilizar cualquier tipo de gambas. Podemos comprarlas crudas y cocerlas nosotros, o si lo preferimos comprarlas directamente y solo pelarlas para esta receta. Pudiendo utilizar, siempre que descongelemos, congeladas. Reservamos.

Mientras cuecen podemos aprovechar para trocear los pimientos morrones. Las cebollas las pelaremos y picaremos en trozos muy finos (si lo preferimos podemos rallarla), junto a los dientes de ajo bien laminados y el perejil, también muy picado.

Cogemos una sarten y vertemos algo de aceite. Cuando este este caliente rehogamos la cebolla con el ajo, hasta que se empiecen a dorar. En este momento recuperamos los mejillones que estarán ya bien escurridos, junto a un poco de su caldo. Echamos una hoja de laurel y el vino blanco. Probamos y salpimentamos con sal y pimienta a nuestro gusto.

Dejamos cocer hasta que se abran todos los mejillones. Una vez estén todos abiertos, los retiramos del caldo, quitamos la cascara superior del mejillón y los vamos colocando uno a uno en una cazuela amplia de barro.

En este caldo ahora echaremos los pimientos morrones, la salsa de tomate y algo de pan rallado, para espesar la salsa. Ponemos al fuego y sin dejar de remover dejamos cocer durante 10 minutos. Cuando pase este tiempo pasamos el resultado por la batidora hasta crear una salsa fina.

Echamos esta salsa sobre los mejillones colocados ya en la cazuela de barro, después añadiremos las gambas ya peladas, las que podemos colocar de manera decorativa a modo de presentación. Añadiendo algo de perejil picado, a nuestro gusto. Quedando la receta lista para servir y disfrutar.

 

Entremeses para cualquier ocasión

Para cuando lleguen invitados a nuestra casa, para pasar una velada agradable ponemos casi siempre para picotear gusanitos, cortezas, jamón serrano (si lo tenemos) queso y demás, pero sería muy agradable que pusiéramos algo hecho por nosotros, que sea fácil, rápido y delicioso, aquí os ofrecemos algunas ideas.

Banderillas con Langostino

Ingredientes:

30 Langostinos medianos

15 aceitunas deshuesadas

2 Huevos duros

4 Cucharadas soperas de Mayonesa

2 Cucharadas soperas de Mostaza

Pinchos medianos

Laurel

Sal

Preparación:

Coge una olla y llénala de agua con dos hojas de laurel, un poco de sal y ponla a hervir a fuego fuerte. Cuando hierva, agrégale los langostinos durante 5 o 6 minutos (sin son langostinos congelados, no los descongeles, hiérvelos durante unos 8 o 9 minutos).

Langostinos gigantes...mmm

Cuando estén hechos pásalos a una escurridera, déjalos que se enfríen un poco y pélalos. Coge un bol y agrégale las 4 cucharadas de mayonesa, las 2 de mostaza y los huevos duros bien picaditos, bátelo con fuerza para que se unan bien y deja reposar en el frigorífico, si quieres que la salsa sea un poco más vistosa agrégale perejil muy picadito por encima.

Coge un pincho e inserta un langostino, más una aceituna, más otro langostino y así sucesivamente hasta que se acaben los langostinos. Coge una fuente plana y pon en el centro el bol con la salsa y coloca los pinchos ya insertados alrededor procurando que quede el palillo del pincho hacia afuera para poder cogerlo con comodidad ¡De rechupete!

Pasta para untar a los tres quesos

Ingredientes:

50 gr. de Mantequilla

50 gr. de Queso roquefort

50 gr. de Queso crema

50 gr. de Queso camembert

1 Paquete de biscotes medianos

½ Cebolla

Perejil

Preparación:

Coge la cebolla, pélala y rállala finamente, coge un poco de perejil y córtalo muy pequeñito. Coge los tres quesos, la mantequilla y échalos en la batidora para que se mezcle bien y quede una pasta fina.

Añade a esta pasta 2 cucharadas soperas de cebolla ya rallada y 1 cucharada sopera de perejil y revuelve bien para que se una perfectamente. Coge un bol y agrega la pasta escurriendo todo el contenido que hay en el vaso de la batidora, coges una fuente plana y colocas en el centro el bol con la pasta y alrededor los biscotes, coloca cucharas planas que sean pequeñas y sirve inmediatamente este entremés para que no pierda el rico aroma que desprende.

Cada uno de los comensales podrá coger los biscotes y untarlos con esta deliciosa pasta.

Buñuelos de bacalao

Aunque el bacalao es típico de Semana Santa y esta ya ha pasado, no podemos dejar de disfrutar con este pescado tan sabroso. Hoy lo traemos en una receta que encanta a los grandes y la forma más original para que tus hijos coman pescado (lucha constante de las madres). Algo que tendrán fácil con estos ricos buñuelos de bacalao.

Es muy importante ir introduciéndoles a los niños el consumo de este pescado blanco, ya que tiene una alta dosis de proteínas que consiguen el desarrollo muscular, importantes en  niños y durante la adolescencia. Además se recomienda su consumo a madres durante el embarazo, para mejorar el desarrollo del feto, por su mayor aporte de nutrientes.

Además, contiene yodo, que aporta beneficios para el metabolismo y regula los niveles de energía y el correcto desarrollo de las células.

No sólo ayuda a los niños, ya que es un alimento que ayuda a controlar el colesterol además de tener fósforo e hidratos de carbono, que nos ayuda a vernos mejor, pues favorece la piel, el pelo y las uñas.

Ingredientes para 4 personas:

150 gr de bacalao

3 huevos

250 gr de puré de patatas

2 dientes de ajo

1 cebolla pequeña

1 cucharadita de levadura

Preparación:

Esta receta no se puede hacer in situ, ya que necesita un par de días antes para preparar el bacalao. La forma de hacerlo es desalando el bacalao, poniéndolo en agua e ir cambiándola varias veces al día.

Preparamos un puré con patatas y mantequilla, echándole un poco de leche. Una vez que lo tengamos, desmenuzamos el bacalao, rallamos la cebolla y la introducimos junto al ajo picado, perejil, la levadura y la yema de 3 huevos.

Mezclamos muy bien hasta tener una pasta compacta. Ahora sólo nos queda montar las 3 claras sobrantes a punto de nieve, las cuales iremos vertiendo en la masa poco a poco. Una vez esté todo bien mezclado, comenzamos a hacer con esta masa bolitas.

Ponemos una sartén con abundante aceite, para que se bañen bien las bolas. Cuando esté ya muy caliente iremos echando los buñuelos con cuidado para que se vayan friendo.

Cuando estén ya dorados, los sacamos, dejándolos en un plato cubierto con papel de cocina o servilletas de papel. Esto absorberá todo el aceite sobrante.

Solo nos queda servirlas en una bandeja. Un secreto que mejora la receta y la hace más atractiva es decorar los buñuelos con unos hilos de miel de caña. Os encantará a los ojos y al paladar.

Bacalao a la portuguesa

El bacalao es uno de los platos fuertes de la gastronomía del vecino Portugal. Aunque su cocina es mucho más rica y va más allá del bacalao, el pollo y el arroz caldoso que todos conocemos, lo cierto es que es un plato delicioso que vale la pena preparar. Lo más recomendable para este plato es conseguir buenos lomos de auténtico y sabroso bacalao. Recuerda que aunque hay que desalarlo no se debe de hacer en exceso o nos quedará totalmente soso y sin gracia. Si los lomos son muy gruesos deben de estar dos días sumergidos en agua fría que debemos de cambiar a menudo. Un truco para saber si el bacalao está en su punto es pellizcar un pedacito y probarlo. Te sorprenderá descubrir que incluso crudo está bueno.

bacalao
© MIMOHE – Fotolia.com

Ingredientes para cuatro personas

4 trozos grandes de lomo de bacalao 4 patatas grandes 4 cebollas 1 vaso de vino blanco Laurel Pimentón dulce Harina Aceite de oliva

Preparación

Se cortan las patatas en rodajas  y las cebollas a la juliana. En una sartén freímos las patatas con aceite abundante mientras que en otra ponemos las cebollas a pochar a fuego lento. La cebolla tarda aproximadamente media hora en hacerse, con lo que nos dará tiempo de tener las patatas bien doradas y de sellar el bacalao a continuación. Cuándo la cebolla lleve diez o quince minutos al fuego añadimos el vino blanco, el pimentón y el laurel y dejamos que acabe de hacerse. Una vez patatas están listas las ponemos sobre una bandeja de horno en una capa. El bacalao se sella en una sartén con poco aceite tras enharinarlo. Se trata de que esté muy caliente y el pescado quede dorado por fuera, pero sin acabar de hacerse por dentro. Este paso nos permite que al hornea a continuación el bacalao el jugo no se pierda y quede mucho más sabroso y además no se seque. Coloca el pescado sobre las patatas y cubre todo con la cebolla. Es el momento de meterlo al horno que debemos de encender diez minutos antes para que se precaliente a 180 grados. En veinte minutos tendremos listo este fantástico plato que es muy sencillo de hacer y tremendamente sencillo de hacer.

Trucos a tener en cuenta

Cuidado con las cebollas. Si son demasiado ácidas pueden estropear el plato, es preferible escoger cebollas de una variedad dulce que darán mejor gusto a la receta. No cortes las patatas demasiado finas o se romperán o se desharán. Mejor unas rodajas algo gruesas que permitan disfrutar de las mismas en un plato bien presentado.

Truchas a la cazuela

A veces la vida es cruelmente irónica: cuando tenía tiempo de sobras para pasarme la tarde en el río, pescando, era un verdadero incapaz en la cocina. Y ahora que he aprendido la diferencia entre una lavadora y un horno, no puedo sacar un par de horas para irme a pescar.

Por suerte, conservo las amistades de aquellos tiempos (no debo ser un mal tipo del todo). Y a alguna de ellas la enseñé a pescar. Tan bien la enseñé que ha sacado cuatro truchas de buen tamaño que ahora se supone que debo cocinar yo mismo para los cuatro de la pandilla. En fin: si hay que hacerlo, hagámoslo bien. Hoy, truchas a la cazuela.

¡Aaaa la cazuela!

 

Ingredientes:

 

Para empezar, claro, las cuatro truchas, qué ricas, así, fresquitas, que no saben lo que es el pienso. Dispongo también en la mesa un vaso de vino blando (de cuya botella no me resisto a echar un traguito, ya que nadie me ve); una hoja de laurel y una cucharada de perejil picado.

¡La sal! ¿Dónde he puesto la sal? ¡Ah! Aquí estaba. Si es que no pierdo la cabeza porque el pegamento que me pusieron en el cuello es del bueno ¿Qué más? Tres dientes de ajo, dos patatas, una cebolla y una pizca de azafrán.

Preparación:

Venga: manos a la obra: comienzo por limpiar y sazonar las truchas. Hecho esto, corto los ajos en láminas y los doro en una sartén. Así, sin que se quemen. Muy bien. Los paso a una cazuela. Acto seguido, corto y frío las patatas en la misma sartén. A la cazuela, a hacerles compañía a los ajos. Que se entiendan entre tubérculos.

Sin cambiar de sartén, frío la cebolla picada, la hoja de laurel y el azafrán… ¿Adivinas? ¡Aaaa la cazuela! Que es a donde van a ir a parar las truchas, ya troceadas y fritas (creo que empiezo a entender por qué se le llama trucha a la cazuela.

Con todos los ingredientes en la cazuela, dejo caer el vaso de vino blanco sobre ellos y permito que hiervan durante cinco minutos. Rectifico de sal, espolvoreo con el perejil y por fin dejo que mis amigos descubran qué es eso que huele tan bien.

Recuerda:

Cuatro truchas

Un vaso de vino blanco

Un chorrito de aceite

Una hoja de laurel

Una cucharada de perejil picado

Una pizca de sal

Tres dientes de ajo

Dos patatas

Una cebolla

Una pizca de azafrán

En poco más de media hora, estará lista esta sencilla receta.

Langostinos dos salsas

Un plato ideal como aperitivo, para festivos o simplemente para darle el gusto un día a familiares, amigos o, por qué no, a ti mismo. Puede hacerse en cualquier época del año siendo una receta  riquísima y muy práctica para hacer en épocas como la navidad, donde los mariscos nunca faltan.  O en épocas como en verano, siendo muy apetecible por ser un aperitivo fresquito y ligero.

Ingredientes para 4 personas:

1 kg de langostinos

½ l de aceite de oliva

2 huevos

1 limón

Sal

Vinagre

1 cebolla

1 cucharada de tomate concentrado

Una copita de brandy

1 copita de jerez

Pimienta negra recién molida

Pimienta verde

1 hoja de laurel

Preparación:

Cocer los langostinos en una olla con abundante agua, la cebolla pelada y cortada en rodajas, el laurel, los granos de pimienta verde, chorrito de vinagre y sal. Dejar enfriar los langostinos en la misma agua donde ya se han cocido.

Una vez que ya tenemos los langostinos cocidos, prepararemos las salsas.

Salsa de mayonesa al jerez: En un recipiente para batidora vertemos el huevo, el zumo de medio limón, un chorrillo de jerez, sal y pimienta al gusto. Iremos añadiendo el aceite mientras removemos hasta montar la mayonesa. Colocaremos en una salsera hasta dejar enfriar en la nevera.

Salsa de mayonesa al brandy: De la misma forma que la anterior pero cambiando el jerez por el brandy y añadiéndole el tomate concentrado. Lo colocaremos en otra salsera y dejaremos enfriar también en el frigorífico espolvoreándole pimienta negra al gusto.

Por último colocaremos lechuga en una bandeja, cortada previamente al estilo juliana. Pondremos encima los langostinos y al lado de la bandeja las dos salseras.

Consejos:

Los langostinos puedes comprarlos ya cocidos y así ahorrar tiempo. O si bien lo prefieres, en vez de ser cocidos también quedan riquísimos a la plancha, en ese caso solo tendrás que echar aceite sobre la plancha y una vez depositados los langostinos sazonarlos con sal o escamas de sal. Primero pasándolos por un lado y después sobre el otro. Se hacen en unos 5 minutos.

Conservación:

Los langostinos cocidos suelen aguantar no más de 2 días en la nevera, en un recipiente térmico bien cerrado.

Las salsas aguantan el mismo número de días que una mayonesa normal. Preferiblemente es preferible consumir en un máximo de 4 días.

Si ya sólo con decir «voy a preparar unos langostinos dos salsas» vasa quedar como un rey, imagínate lo que puede pasar cuando tus invitados prueben este plato.

Albondiguillas de calamares

Hoy os traigo una receta redonda. Una forma rica y original forma de comer calamares como nunca antes lo habías hecho, en forma de albóndigas. Además de sorprender a tu invitados por su sabor, conseguirás con esta receta contentar tanto a invitados vegetarianos como a niños que no suelen comer pescado.

¡Coge papel y boli que empezamos!

Ingredientes para 4 personas:

1 kg de calamares

150 gr de harina

50 gr de cebollas 100 gr de pan rallado

1 pimiento grande

2 huevos

2 tazas de salsa de tomate

2 dl de aceite de oliva

1 copita de jerez

1 hoja de laurel

Perejil

Sal

Preparación:

Para comenzar empezaremos picando la cebollas, si lo preferimos podemos rallarlas para que su presencia sea mucho más suave. Lo que viene bien cuando tenemos a niños, ya que no suelen tolerar muy bien su textura.

Después seguiremos limpiando los calamares. Una vez limpios empezaremos a trocear, para después, con la ayuda de una trituradora o robot de cocina, conseguir hacer una carne picada de este pescado.

Llega el turno de utilizar los huevos. Lo primero que tendremos que hacer es separar las yemas de las claras. Reservando las yemas, que utilizaremos después.

Cogemos el perejil, lo lavamos y empezamos a picar fino para después incorporarlo en el recipiente donde tendremos la carne del calamar picada. Añadimos después las yemas de huevo, el pan rallado y un chorrito de jerez. Sazonamos al gusto y con la ayuda de nuestra mano, mezclamos todo el contenido del recipiente, para que se quede lo más homogéneo posible.

Cuando este bien mezclado, al igual que como cualquier otras albóndigas, vamos extrayendo trozo y amasándolos y haciendo pelotillas con las manos, donde tendremos harina y las iremos enharinando. Vamos reservando estas pelotitas en un plato hasta que acabemos con toda la mezcla.

Usamos una sartén con culo hondo para empezar a freír estas albóndigas. Sacamos antes que se doren demasiado. Y es entonces cuando las pasamos a una cazuela donde las reservaremos para después.

En esa misma sartén comenzaremos a hacer el sofrito de cebolla junto con la salsa de tomate. Espolvoreamos un poco de harina y echamos el resto de jerez que nos quedaba. Cuando el sofrito este casi hecho, lo cambiamos a la cazuela junto las albóndigas.

Removemos para que las albóndigas empapen bien, echamos una hojita de laurel y ponemos el fuego suave, hasta que la salsa espese y las albóndigas queden bien cocidas.

Pizza de anchoas y aceitunas

En esta ocasión quiero deciros esta receta ya que a todos seguro que nos gusta, niños, mayores y más mayores, ¿A quién no le puede gustar una pizza casera?

Sobre la pizza…

La auténtica pizza es una especialidad napolitana. Tradicionalmente, se elabora con masa de pan o masa de pizza, cubierta con una capa de tomate triturado, queso mozzarella y los más variados ingredientes. Esta receta, sin queso puede degustarse perfectamente fría, como si fuera una coca salada.

Para el relleno de la pizza, se puede sustituir el tomate fresco y concentrado por 500 g de cebollas cortadas en rodajas finas y rehogadas con un poco de aceite. Condimentar con ajo y sustituir el orégano por tomillo. Espolvorear con abundante pimienta, para realzar el sabor algo dulzón de las cebollas. Después, continuar como se indica en la receta. 

Ingredientes:

para la masa

250 g de harina

15 g de levadura fresca

1 huevo

1 c de café de sal

10 cl de agua tibia

3 c soperas de aceite de oliva

para el relleno

400 g de tomates pelados

2 c soperas de aceite de oliva

2 dientes de ajo

1 c sopera de orégano fresco

150 g de anchoas en aceite escurridas

100 g de aceitunas negras sin hueso

sal

pimienta

Preparación de la masa

Desmenuzar la levadura y diluirla con 10 cl de agua tibia. Poner la harina tamizada y la sal en un recipiente hondo y formar un pozo en el centro. Añadir el huevo. Mezclar bien con la punta de los dedos.

Incorporar la levadura diluida y el aceite de oliva. Amasar durante 10 min hasta obtener una masa flexible y lisa. Formar una bola con la masa y cubrirla con un trapo húmedo  Dejar descansar la masa 1h 30 minutos en un lugar templado (25º).

Comprobar que la masa haya doblado su volumen.

Amasarla aplastándola y doblándola sobre si misma. Con un rodillo extenderla hasta obtener un gran rectángulo, que se trasladará a la placa del horno, untada con aceite.

Presionar con las manos sobre la masa para ajustarla y eliminarle las burbujas de aire.

Preparación del relleno

Triturar finalmente los tomates pelados, el concentrado de tomate, los ajos picados y el aceite. Añadir la sal, la pimienta y el orégano fresco picado. 

Precalentar el horno a 200 º, termostato 6-7

Cubrir la masa con el preparado de tomate, dejando un borde de 1 cm en todo el alrededor. Colocar las anchoas sobre el tomate, formando rombos.

Colocar las aceitunas en el centro de los rombos. Cocer la pizza de 20 a 25 minutos.

Sacarla del horno y verter un chorrito de aceite sobre toda su superficie.

Cortar la pizza en porciones cuadradas y servirla caliente.

Espero que tanto a vosotros como a vuestra familia y amigos les encante la receta.