Canelones rellenos

Los canelones proviene del italiano “cannelloni” y son una pasta ancha de forma rectangular que se emplea en la cocina italiana para hacer platos con carne picada, verdura o incluso pescado en su interior. Suele ir enrollado en forma de cilindro.

Tradicionalmente los canelones están cubiertos de salsa bechamel con queso rallado para gratinarlos en el horno.

Como curiosidad, os diré que no es en Italia donde más se consume esta comida. En Cataluña son típicos debido al intercambio cultural que hubo hace siglos.

Además los canelones son un plato muy popular en Argentina y Uruguay, debido a la inmigración de los italianos.

Existen diversas versiones de estos canelones y nosotros conoceremos algunas de ellas. 

A continuación os explicaré la receta de “Canelones con Queso”.

Ingredientes:

10 placas de canelones

1 pimiento verde

75 g de champiñones

1 ajo

100 g de sobrasada

150 g de mozzarella rallada

Orégano

Aceite de oliva

Sal

 

Preparación:

Primero añadimos abundante agua en una olla. Le añadimos sal y la ponemos al fuego. Cuando el agua empiece a hervir, añadimos las placas de canelones siguiendo las instrucciones del envase. El tiempo aproximado es unos 10 minutos. Una vez las placas ya estén cocinadas, las escurrimos y las metemos en agua fría 45 segundos. Secamos la pasta de los canelones con un paño de cocina.

El siguiente paso consiste en añadir aceite en una sartén. Cuando esté caliente, añadimos un ajo picado y el pimiento verde troceado. También añadimos sal y dejamos cocinar. Pasados 10 minutos, añadimos los champiñones bien troceados.

A continuación, pasamos a rellenar nuestros canelones. Añadimos a cada canelón una cuchara y media de relleno, un poco de sobrasada y queso mozzarella rallado. Enrollamos los canelones en forma tubular y los colocamos en una fuente. Ésta debe tener un poco de aceite en la base para que no se peguen. Precalentamos el horno y sobre los canelones rellenos, añadimos mozzarella y sobrasada. La combinación de estos ingredientes junto con la pasta al horno es espectacular.

Por último, introducimos dejamos los canelones en el horno diez minutos a fuego medio. Los últimos tres minutos, los gratinaremos.

Los canelones se sirven en un plato y podemos decorarlos como queramos, por ejemplo zanahoria y perejil.

 

Ahora veremos cómo se hacen los “Canelones de Pollo con Bechamel”:

Ingredientes para 4 personas:

16 láminas de pasta para canelones

200 g de pechuga de pollo

3 tomates

2 cebollas

4 dientes de ajo

1 pimiento verde

Aceite de oliva

Queso rallado

Mantequilla

Jamón picado

Pimienta molida

Nuez moscada

Albahaca

Sal

Para la bechamel:

2 vasos de leche

3 cucharadas de mantequilla

Queso rallado

Aceite de oliva

1 cucharada de harina

Pimienta blanca

Sal

 

Elaboración:

Primero limpiamos bien el pollo y lo troceamos. Picamos el ajo y la cebolla. Cortamos el pimiento en juliana y picamos también los tomates.

Cocemos la pasta de los canelones en agua con sal y una cucharada de aceite durante 10 minutos. Después refrescamos la pasta en agua fría y las dejamos reposar.

A continuación, calentamos el aceite en una sartén y metemos el pollo. Añadimos el ajo, la cebolla y el pimiento. Después, incorporamos el jamón con albahaca, nuez moscada y pimienta. Añadimos los tomates y cocinamos durante 8 minutos. Finalmente añadimos el queso dejando que se funda. Ya tenemos terminado el relleno de nuestros canelones.

Por otra parte, haremos una salsa bechamel. Para ello batimos la leche, mantequilla, queso rallado, aceite de oliva, harina, pimienta blanca y sal.

Después, untamos mantequilla sobre la base de la fuente y la cubrimos con la mitad de la bechamel. Colocamos los canelones ya rellenos y los bañamos con el resto de la salsa.

Finalmente, repartimos el queso rallado por encima de los canelones con bechamel, y horneamos a 200º durante 15 minutos.

 

Otra receta original que no utiliza pasta es la de “Canelones de jamón cocido, bacon y patata”.

Ingredientes para 5 personas:

5 lonchas de jamón cocido gruesas

500 g de puré de patata

10 lonchas de bacon ahumado

½ cebolla

200 g de champiñones frescos

50 g de jamón ibérico

50 g de pechuga de pavo asada

50 g de queso en dados

1 litro de bechamel

Queso rallado

300 g de tomate frito

 

Preparación:

Hacemos el puré de patata, batiendo las patatas cocidas y añadiendo nata, sal y pimienta. Lo podemos comprar ya elaborado en sobres.

Pochamos la cebolla en la sartén y añadimos los champiñones. Una vez hechos, añadimos el resto de ingredientes, excepto el queso en daditos. Lo salteamos y añadimos al puré de patata. Ahora es el momento de echar los dados de queso.

A continuación, ponemos una loncha de jamón cocido y la cruzamos con 2 lonchas de bacon. Colocamos el puré de patatas en medio, lo abrazamos con el bacon y lo enrollamos con el jamón cocido.

En una cazuela, ponemos una base de tomate casero, añadimos los 5 rollos de jamón cocido y los cubrimos con una bechamel ligera. Esta bechamel la podemos hacer con leche, mantequilla y harina. Le añadimos queso rallado por encima, lo metemos al horno y horneamos a 200º durante 20 minutos.

En esta receta se puede jugar mucho con los ingredientes  y con la salsa base. Podemos combinar nuestros sabores favoritos, de una forma muy original.

 

Aleta rellena

Este plato es de un viejo recetario de mi madre, suele ponerlo en comidas copiosas. Por lo cual es un plato fuerte. Ideal para celebraciones o fiestas varias. Acompañado con varios purés ( de patatas o zanahoria) o salsas. Es un poco elaborado, pero tiene una buena presentación y da para varios comensales. Ideal si quieres ser el anfitrión ideal de tus invitados.

Típica receta que puedes dejarla preparada de un día a otro, de modo que toma nota y, si lo prefieres, tómatelo también con calma..

Ingredientes:

1 kg de aleta

200 gr de carne picada

2 huevos

100 gr de tocino

1 pimiento morrón

50 gr de aceitunas deshuesadas negras

1 cebolla

2 dientes de ajo

1 copita de coñac

Un poco de  sal

Una pizca de pimienta

Preparación:

Pide al carnicero que abra la aleta si no sabes hacerlo tu mismo. Y aprovecha los recortes para el relleno que aquí no se tira nada. Extiende la aleta, salpimiéntala y pon en el centro la carne picada.

Bate con fuerza los dos huevos y prepara una tortilla francesa que quede muy cuajada o seca, que viene a ser lo mismo. Córtala por la mitad en sentido longitudinal y coloca los dos trozos a cada lado de la carne picada.

Añade tocino cortado en tiras. Lo harás mejor si calientas previamente el cuchillo. Incorpora también los pimientos morrones, trocéalos de la misma manera. Si son de lata estrujarlos antes y si son naturales debes pelarlos.

Por ultimo, incorpora las aceitunas. Trocéalas para que el relleno quede más fino y procura que estén bien distribuidas. Si están rellenas de anchoas mucho mejor.

Empieza a enrollar la carne. Apretando fuerte con las manos y cuida que no se desprenda el relleno.

Ata el rollo con hilo de cocina, sujetando bien la pieza para que quede con buena forma.

Pon la carne y la cebolla en una cazuela, 6 cucharadas de aceite; dora los ajos pelados y vierte el conjunto sobre la carne.

Enciende el horno, mete la cazuela, dora la carne y déjala durante 2 horas. A media cocción baña la carne con coñac. No olvides rociarla de vez en cuando con el jugo.

Recuerda:

Te conviene dejar reposar la carne antes de trinchar. Pasa la salsa de la bandeja por el pasapurés o chino. Puedes adornarlo con puré de patatas y/o verduras salteadas.

Cantidad:

Una paleta suele dar para 4 Raciones

Tiempo de preparación:

25 minutos

Tiempo de cocción:

50 minutos

Listo en :

1 hora y 15 minutos

 

 

 

Civet de jabalí

Como alguno tiene pensado pasar las Navidades en la nieve, y como entre quienes lo van a hacer, más de uno se va a escapar al Valle de Arán, hoy vamos a cocinar un plato típico de tales pagos. Y no: no es necesario que vayas allí para conseguir los ingredientes, aunque en algún caso ayudaría. Vamos a ver qué necesitamos:

Ingredientes:

Para empezar, vamos a utilizar de tres a cuatro kilos de carne de jabalí. Si crees que es demasiado, reduce las cantidades en proporción. También necesitaremos vino negro, dos o tres cabezas de ajo y zanahorias.

Intenta conseguir “semolets”, aunque si no das con ellos, pueden valernos unas cebollas. Además, utilizaremos un cuadrado de chocolate negro, una ramita de tomillo, laurel, perejil y un puñadito (remarco el diminutivo) de mojardón, una pequeña seta de sabor y olor bastante intensos.

civet de jabalí
Civet de jabalí

Preparación:

Antes de nada, te diré que lo ideal es que cocines este plato en una cazuela de barro, ya que deja un sabor espectacular a todo y, claro, la carne de caza no iba a ser una excepción. Si no tienes una ni alguien que te la preste… en fin, qué le vamos a hacer. Con lo que tengas, vamos a cocinar.

Empezamos por sofreír la carne de jabalí, pero no demasiado, para que no se nos quede seca ni dura (la carne de caza, al no tener prácticamente grasa, puede presentar este problema). Hecho esto, pon en la cazuela un litro de agua y uno de vino negro y coloca la carne, las zanahorias, las cabezas de ajo, los “semolets” y las hierbas en la olla.

Deja macerar la mezcla un par de días (no pensarías que ibas a comértelo hoy, ¿verdad?). Pasadas las cuarenta y ocho horas, le añadimos a la cazuela el chocolate rallado y la dejamos en el fuego hasta que rompa  hervir.

Una vez que el guiso hierve, lo ideal es ponerle una tapa de estraza con un plato encima, de modo que no salte –en todo caso, si no disponemos de esta tapa, podemos colocar encima la tapa antisalpicaduras de un sartén. No es lo mismo, pero, a falta de pan…-

Reducimos el fuego al mínimo y lo dejamos a fuego leeennnto un mínimo se 4 horas, aunque lo ideal es que sean entre 7 y 8. La sal la añadiremos en el último momento. Según quieras la carne más o menos tierna, así será el tiempo de cocción.

Recuerda:

De tres a cuatro kilos de carne de jabalí

Vino negro

Dos o tres cabezas de ajo

Zanahorias

“Semolets” (cebollas, en su defecto)

Un cuadrado de chocolate negro

Una ramita de tomillo

Laurel

Perejil

Un poco de mojardón

Es cierto que tardarás más de dos días en tener lista esta receta, también es verdad que la elaboración correcta es difícil, pero el resultado es espectacular.

 

Pollo Kentucky

¿Dónde hay que firmar? ¡Pero qué buena pinta! Hoy vamos a comer un pollo al particular estilo de Kentucky. Sí, el mismo que nos sirven en famosa franquicia, pero hecho en casa. Puede que el sabor no sea idéntico al de KFC, pero, si cambia, es para mejor. Compruébalo.

Ingredientes:

Primero, vamos a comprobar que tengas todos los ingredientes: saca del armario cien centilitros de aceite de oliva (es algo menos de medio vaso, de modo que no parece te vayas a arruinar por usar aceite de calidad). Nos van a hacer falta también dos tazas de harina tamizada.

Por otra parte, dispón también dos huevos, trescientos centilitros de leche (un poquito menos de lo que cabe en una lata de refresco), dos cucharadas de mantequilla, que luego vas a fundir, tres kilos de pollo cortado en octavos y un pellizco de sal.

Preparación

¿Lo tienes todo? Pues manos a la obra. Comienza por lavar los trozos de pollo, operación que incluye quitarle restos de plumas y canutillos que se le hayan quedado incrustados en a piel. Así: bien limpio.

Ahora, vas a mezclar en un bol la sal y la harina y a añadirle los huevos ligeramente batidos, la mantequilla fundida y la leche. Remueve-remueve-remueve. En cuanto tengas una pasta homogénea puedes dejar de remover.

Toma ahora cada trozo de pollo y rebózalo en la masa. Una vez bien rebozados, ve friendo los pedazos de pollo poco a poco: no caigas en la tentación de hacerlos todos juntos o puedes acabar estropeando un plato tan bueno.

Cuando los frías, regula el fuego de modo que las tajadas queden bien hechas por dentro, pero sin cocerse: y doradas por fuera, pero sin quemarse. En cuanto tengas las tajadas listas, retíralas, escúrrelas en una servilleta de papel y guárdalas en el horno caliente para que no pierdan temperatura hasta que esté todo el mundo en la mesa y quieras desvelar qué era esa comida tan especial que ibas a preparar.

Recuerda:

Cien cl de aceite de oliva

Dos tazas de harina tamizada

Dos huevos

Trescientos cl de leche

Dos cucharadas de mantequilla, que luego vas a fundir

Tres kilos de pollo, cortado en octavos

Un pellizco de sal  (mayor o menor según tu afición a este condimento)

Ya verás cómo no tiene ninguna complicación hacer este pollo Kentucky, que además habrás terminado de elaborar en apenas cuarenta minutos y que va hacer que quieras repetir la receta muy a menudo.

Estofado de ternera

¡Ay qué nostalgia! ¡Ay qué olores cuando cocinaba la abuela! Ríase usted mucho de los modernos ambientadores y hasta del Channel número 5. Pocos aromas nos hacen sentirnos tan bien como aquello de nuestra niñez.

Y éste, seguro que es uno de ellos: la carne haciéndose en su puchero. Lenta, sin prisas, pues el tiempo era menos importante de lo que es hoy por hoy. La comida de un día gris y frío, que saboreamos ya desde que la noche anterior  nos anuncia el menú. Deja de salivar. Ponte el mandil. Vamos a la cocina.

Estofado de ternera
Estofado de ternera

Ingredientes:

Cuando te recuperes de trance nostálgico, dispón sobre la mesa estos ingredientes, pensados para que coman cuatro personas: 800 gramos de ternera para estofar, un par de patatas medianas, otras tantas zanahorias y una hoja de laurel. Deja de pensar en el pasado y pon laurel, que has cortado dos hojas de eucalipto.

También vas a necesitar harina, una cebolla más bien grande, un cuarto de kilo de tomate natural o dos tomates frescos, eso sí, bien rojos. Que no falte el aceite, la pimienta blanca, 4 dientes de ajo, una copita de cognac del bueno, medio litro de agua (caliente) y sal.

Preparación:

A ver: es muy fácil. Empieza por pasar la carne cortada en filetitos muy finos por la harina, fríela en el aceite –que sea del bueno, ¿eh? Recuerda cómo lo hacía la abuela. Reserva los filetes ya fritos.

Corta la cebolla muy fina y sofríela. Cuando esté bien dorada, añádele el bote de tomate y deja que se cueza la mezcla unos minutos (¿no es relajante ver cómo se forman burbujitas que van explotando, chup, chup?). Añade los ajos, el laurel, la pimienta, la sal, el cognac y, por último, la carne.

Cúbrelo todo con agua caliente y déjalo hacerse. Pasados veinte minutos, más o menos, añade las patatas cortadas en gajos y las zanahorias, que habrás cortado como más te apetezca. Si te gustan los guisantes, echa un puñadito también.

Tapa de nuevo la cazuela y déjala a fuego lento una hora más, removiendo el guiso de vez en cuando con una cuchara… ¿Es cosa mía o se te ha hecho la boca agua?

Recuerda:

800 grs. de ternera para estofado

2 patatas medianas

Harina

Una hoja de laurel

2 zanahorias

Aceite

Una cebolla más bien grande

Un bote de 250 grs. de tomate triturado natural (medio) o dos tomates frescos rojos

Pimienta blanca

Una copita de cognac

4 dientes de ajo

Medio litro de agua caliente

Sal

En hora y media recuperarás esta fácil receta de la abuela.

Entrecot de buey con berenjenas

¡A ver si te atreves, valiente! A ver si haces a ese plato formar parte de un menú, con sus entrantes, primero, el propio entrecot de buey con berenjenas y luego, para rematarlo, te comes el postre.

Lo cierto es que está pensado para ser un plato único, de modo que el reto del primer párrafo es sólo para verdaderos glotones. Las cantidades que aquí te ofrecemos están pensadas para que dos personas queden muy saciadas. So sí¨: es un plato único que vas a tardar en olvidar: ¡está buenísimo!

Entrecot de buey con berenjenas
Entrecot de buey con berenjenas

Ingredientes:

Vamos a ver, una vez ataviado con el gorro y el mandil, o con lo último de Agatha Ruiz de la Prada, lo que prefieras ponerte para cocinar, dispón sobre la mesa un entrecot de buey, una berenjena, tomillo, romero, pimienta verde en grano, aceite de oliva y sal.

Eso es todo. Como ves, un plato sencillito.

Preparación:

Vamos a empezar cortando la berenjena sin pelar en rodajas finitas. Chacachacachach… ¡¡Ay!! ¡El dedo! ¿Quién te mandaba imitar a Arguiñano? En fin, cúratelo mientras termino yo de cortar la berenjena (…) ¿Ya? Pues fríe la lonchas de la hortaliza en aceite de oliva y resérvalas.

En la misma sartén, marca el entrecot (no te quemes: la carne que queremos comernos es la de la res, no la tuya) por ambos lados. Sácalo y límpialo, quitando la grasa y el nervio lateral. Filetéalo. Así, con cuidado de mantener los diez dedos pegados a sus respectivas manos.

(… Nueve y diez…) ¡Bien! Conservas todos los dedos. Para celebrarlo, vamos a seguir cocinando. Prepara a carne en una bandeja, dejando un par de rodajas de berenjena entre cada tajada.

Ahora echa encima una buena cantidad de pimienta verde, rectifica la sal (esto quiere decir que pruebes la receta y le añade la sal que corresponda, no que cambies los granos de sal de lugar). Añádele también unas ramas de romero y tomillo junto con un chorro de aceite de oliva. Ponlo a gratinar hasta que el plato esté hecho.

¡Atención! Truqui

A la hora de presentar este palto, coloca la carne en el centro del pato y añádele un poco (sólo un poco, por favor) de aceite de oliva.

Recuerda:

Un entrecot de buey

1 berenjena

Tomillo

Romero

Pimienta verde en grano

Aceite de oliva

Sal

Es una receta, como ves, de dificultad media y que te levará como cuarenta minutos preparar.

Rollo de carne y champiñones con frutos secos

Hoy vamos a comer fuerte. Pero lo que se entiende por fuerte… fuerte. Eso sí: con una mezcla de sabores y texturas como pocas veces habrás probado: carne, champiñones, pasas y frutos secos. Espectacular.

Ingredientes:

Esta es una receta que lleva una buena cantidad de componentes, de modo que prepárate para dejar la despensa y la nevera bajo mínimos: vas a empezar disponiendo de cinco láminas de pasta filo, medio kilo de carne picada, trescientos gramos de champiñones laminados, dos yemas de huevo ¿Ya estás cansado? Pues espérate, que aún hay más.

También precisas de seis orejones, tres dátiles, cien gramos de uvas pasas, otros tantos de nueces peladas, una cebolla y un puerro pochado, dos cucharadas de mostaza de Dijon, yema de huevo batida y mantequilla derretida –que usarás para pintar-, hojas de escarola y lollo rossa como acompañamiento, agua, aceite de oliva virgen extra, sal, pimienta, perejil picado y vinagreta.

Tiene tela, lo sé.

Preparación

Si tienes todos los ingredientes, ahora viene la parte fácil: empieza por limpiar los champiñones en un bol con agua fría y luego los salteas en un sartén con un chorrito de aceite. Sálalos y échales un poco de perejil picado.

Siguiente paso: pon la carne picada en un bol y agrégale la mostaza, la cebolla y el puerro pochados, las yemas de huevo y las uvas pasas. Añade también las nueces, junto con los orejones y los dátiles, todos ellos picados y deshuesados. Mézclalo todo muy bien.

Llega el momento de estirar dos láminas de pasta filo en una superficie lisa. Las pintas con mantequilla derretida y las espolvoreas con un poquito de pimienta. Repite el proceso con otras dos láminas encima de estas primeras y tápalo todo con una última lámina.

Sigue pintando con la mantequilla y añade en el borde –para envolver más fácilmente- los champiñones. Por encima, la carne picada, estíralo y envuélvelo todo para que te quede en forma de rollo.

Ya sé que te va a entrar complejo de pintor, pero es lo que toca: pinta la superficie del rollo, usando de nuevo la mantequilla derretida y luego sigue pintando, pero con la yema de huevo. Ponlo en la bandeja para el horna cocínalo a 180º durante unos 25 o 30 minutos. Sácalo cuando esté listo y trocéalo.

Para acompañar a la carne, prepara una ensalada con escarola y lollo rossa aderezados con vinagreta y sal gorda. Ahora, cundo te lo comas, me dices si ha valido la pena o no el esfuerzo

Recuerda:

Cinco láminas de pasta filo

Medio kilo de carne picada

Trecientos gramos de champiñones laminados

Dos yemas de huevo

Dos orejones

Tres dátiles

Cien gramos de uvas pasas

Cien gramos de nueces peladas

Un puerro pochado

Una cebolla pochada

Dos cucharadas de mostaza de Dijon

Yema de huevo batida y mantequilla derretida (para pintar)

Hojas de escarola y lollo rossa (para una ensalada de guarnición)

Agua

Aceite de oliva virgen extra

Sal

Pimienta

Perejil picado

Vinagreta

No nos engañemos: es una receta difícil y, además, te ocupará más de una hora en la cocina, pero el resultado es… Bueno. Pruébalo tú mismo.

 

Una comida liviana

En estas fechas navideñas comemos y bebemos en exceso y a la larga puede hacernos ganar unos kilitos, sin mencionar que el estomago podría estar pesado durante varios días.  Aquí te ofrecemos unas pequeñas recetas para que puedas comer algo liviano, de fácil preparación y sin perder mucho tiempo.

Brochetas de Pavo y Manzana

Ingredientes:

500 gr. de pavo deshuesado

4 Manzanas reinetas (o a su elección)

40 gr. de mantequilla

2 Cucharadas de coñac

Hierbabuena o menta

Sal

Preparación:

Limpia el pavo, quitándole toda la piel y córtalo en dados (si prefieres le dices a tu pollero que te lo limpie y corte, que es más rápido, fácil y te ahorras el riesgo de cocinarte también un dedo).  Coge los dados de pavo y debes sumergirlos en el coñac durante 5 minutos más o menos, para que vayan adquiriendo sabor, mientras tanto pela las manzanas, quítales el corazón y córtalos también en dados.

Tinga poblana de pollo

Confecciona los pinchos alternando un dado de carne y otro de manzana y así sucesivamente hasta donde desees pic-pic, pic-pic…  Coge cada pincho ya confeccionado y sálalo a tu gusto, úntales un poco de mantequilla y espolvoréalos con una pizca de hierbabuena o menta.  Pon la parrilla de la barbacoa o si prefieres una sartén para barbacoas y ásalos durante unos 8 minutos por cada lado.  Hay que servir los pichos bien calientes.

Pollo con Naranjas

Ingredientes:

1 ½ Kg. de pollo deshuesado y en rebanadas

4 Naranjas grandes para zumo

1 Cebolla

2 Manzanas (a su elección)

3 Hojas de Menta o hierbabuena trituradas

½ vaso de vino aromático

Aceite

Sal

Preparación:

Exprime 2 naranjas y las otras 2 córtalas en rodajas finas, no se te olvide quitarles las pepitas, reserva.  Coge las manzanas pélalas, quítales el corazón y córtalas en rodajas finas, reserva.

Coge la cebolla límpiala y rállala, reserva.  Pones al fuego una cazuela de fondo amplio y le echas 6 cucharadas soperas de aceite, cuando esté bien caliente echas el pollo para que se vaya dorando, dándole vueltas de vez en cuando para que no se pegue y quede todo doradito.

Cuando ya lo veas dorado agrégale la cebolla durante unos 3 minutos, al pasar este tiempo incorpora la manzana, la naranja cortadas muy finas y el zumo de naranja.  Deja que hierba durante unos 15 minutos a fuego lento, luego añade el vino y la menta o hierbabuena triturada y espera otros 15 o 20 minutos hasta que quede en salsa y añádele la sal antes de apagar.  Servir calentito.

Pavo, pavo

El pavo es la segunda ave más consumida en España, igual que el pollo, es muy versátil ya que todo se aprovecha y, aunque es más seco, hay infinidad de trucos para poder gustar de él sin problema, aquí os ofrecemos algunas recetas que os quedaran para chuparse los dedos.

Pechugas de Pavo rellenas de Espinaca y Queso

Ingredientes:

5 Pechugas de pavo

250 gr. de espinaca congeladas

150 gr. de queso para fundir

1 Latita de espárragos

1 Latita de champiñones

5 cucharadas de aceite

½ litro de caldo

Pimienta y Sal

Preparación:

Pídele a tu pollero que te abra las pechugas de pavo tipo libro. Lava debajo del grifo de agua las pechugas y déjalas escurrir. Cuando ya estén escurridas, salpimentar a tu gusto, reserva.

Coges las espinacas ya descongeladas y escurridas, échales un poco de sal y en una sartén agrega una cucharada de aceite, cuando estén calientes saltéalas durante unos minutos, remueve bien para que no se pegue a la sartén, cuando esté listo, retíralo del fuego y reserva.

Thanksgiving Dinner

Coge cada pechuga y rellénala con la espinaca extendiéndolo bien, parte el queso en tiras y colocas varias de ellas encima de las espinacas. Cuando hayas terminado, coloca encima de este relleno un esparrago en cada pechuga, enróllalas y ciérralas con un mondadientes.

Coloca las pechugas en un recipiente con el aceite sobrante y mételas en el horno a 200º durante unos 20 o 25 minutos, dándoles la vuelta de vez en cuando hasta que se doren por todas partes. Cuando ya las veas doradas, retíralas del horno, échale el caldo y los champiñones y vuelve a meterlas otra vez en el horno hasta que se reduzca un poco el líquido y quede una salsa. ¡Súper rico!

Pechugas de Pavo en su Salsa

Ingredientes:

4 Pechugas de pavo

½ Cebolla

½ Litro de caldo

1 Cucharadita de hierbabuena

4 Cucharadas de aceite

1 Vasito de Whisky

Pimienta y Sal

Preparación:

Pídele a tu pollero que te abra las pechugas de pavo tipo libro. Lávalas debajo del grifo y déjalas escurrir, cuando ya estén escurridas, salpimentar a tu gusto, espolvorea la hierbabuena y agrégale el vasito de whisky, déjalas macerar un buen rato, después escúrrelas y reserva.

En un recipiente un poco hondo agrega el aceite y fríes la cebolla. Cuando está dorada, coloca las pechugas y dóralas por ambos lados. Cuando las veas doradas, agrega el caldo y el macerado y deja consumir hasta que quede en salsa. ¡No te quedarán secas y tendrán una sabor exquisito!

Carré de cordero con costra de hierbas y patatas paja

No te asustes. Es más complicado nombrar este plato que elaborarlo. Cualquiera de los pasos para esta receta va poco más allá de lo básico. Y cualquiera de los ingredientes es muy fácil de encontrar (puedes comprar carne aquí, si quieres asegurarte de que esté bien fresca).

Atrévete con un plato que, sin lugar a dudas, va a hacer las delicias de tus comensales y a ser la envidia de todo aquél que te oiga decir: “Me he preparado un carré de cordero con costra de hierbas y patatas paja”. Total, nada.

Ingredientes:

Veamos qué vas a necesitar para que coman dos personas: para empezar, un carré de cordero (lo que vienen siendo ocho costillas), una  patata, medio diente de ajo, una rebanada de pan tostado, un par de cucharadas de mostaza de Dijon, un vaso de txakolí o, en su defecto, de vino blanco, un poco de aceite oliva virgen extra, sal y pimienta. Ten a mano unas cuantas hierbas aromáticas.

¿Te falta algo? ¿No? Pues, ¡al tajo!

Preparación:

Vas a empezar por separar la carne del carré de los huesos, pero evita hacer dos cosas: una, cortar la carne por completo; dos, y más  importante, hacerte un corte en los dedos. Retira la carne que hay entre las costillas, dejándolas tan limpias como sea posible.

Ahora toca salpimentar y untar el carré con una cucharada de mostaza. Atas la pieza con un hilo de bramante o una cuerda de cocina y la dejas sobre una bandeja específica para el horno, junto con una ramita de orégano en la placa. Mojas la carne con un chorro generoso de txakolí y la horneas durante quince minutos a 220º.

Vamos a ir preparando el majado. Para ello, corta en láminas el ajo y machácalo (májalo) en el mortero junto con unos granitos de sal. Añádele unas hojas de orégano, romero, perejil picado y una pizca de tomillo. Deja caer un chorrito de aceite y pon la rebanada de pan tostado hecha pedacitos. Chac, chac, chac… Májalo todo muy bien.

¡La carne! ¡Que ya ha pasado el cuarto de hora! Retira la cuerda y unta el carré con la mostaza que te ha sobrado. Ahora, la embadurnas bien con el majado (vas a tener que lavarte las manos luego. Vaya peste a ajo).

De vuelta a horno, vas a dejar que se gratine la carne durante un par de minutos, hasta que esté dorada. Ahora, cortas la pieza de modo que se queden en cuatro costillas para cada comensal.

Vamos a preparar la guarnición, las patatas paja. Ayudado por la mandolina, corta la patata en tiras muy, muy finas. La fríes en una sartén con una buena cantidad de aceite caliente y la escurres en papel de cocina, para que suelte esa grasa que no nos hace falta para nada.

Sirve este plato. Escucha. Deja que tu ego de chef se dispare a cotas nunca imaginadas.

Recuerda:

Un carré de cordero (como 8 costillas)

Una patata

Medio diente de ajo

Una rebanada de pan tostado

Dos cucharadas de mostaza de Dijon

Un vaso de txakolí o vino blanco

Aceite de oliva virgen extra

Sal

Pimienta

Hierbas aromáticas, entre las que deben estar el tomillo, orégano, romero y perejil.

Tardarás poco más de media hora en tener listo este plato de dificultad media y sabor superior.