Bacalao a la vizcaína

Pocos pescados admiten tantas maneras de hacerse como el bacalao: al pil pil, a la plancha,  la llauna, frito, con hongos, a la gallega… Si nos paramos a enumerarlas todas se nos va a echar encima la hora de comer y aún no hemos empezado a cocinar.

Baste decir que con tal variedad de recetas es muy difícil que no encuentres al menos una que te guste. Para este artículo, he decidido que vamos a prepararnos este pescado de una de mis formas favoritas: la vizcaína.

Ajústate el gorro y el mandil, que te vas a sentir como Karlos Arguiñano.

Ingredientes:

Vamos a ver qué necesitas: para empezar, dispón ochocientos gramos de bacalao en lomos desalado, una docena de pimientos choriceros, un kilo de cebollas, dos dientes de ajo, un trozo de guindilla (de mayor o menor tamaño según te guste más fuerte o más suave el sabor), aceite y sal.

Preparación:

¡Vamos allá! Empieza por cortar la cebolla en tiras. Ten cuidado con el dedo, que te harán falta los diez. Una vez cortada, pon la cebolla en unan sartén con aceite a fuego lento y déjala hasta que se quede transparente.

Mientras tanto, limpia los pimientos y escáldalos en agua hirviendo, de modo que se queden blanditos. Ahora te será más fácil, de modo que pélalos e incorpóralos a la sartén en la que tienes la cebolla. Añade también la guindilla y un chorrito –como medio vaso- de agua. Que se quede la mezcla unos quince minutos al fuego.

Tic, tac, tic, tac…

¿Han pasado ya los quince minutos? Pues retira la sartén del fuego y tritura su contenido. Corrígelo de sal y resérvalo. No se puede decir que lo que has ido haciendo hasta ahora sea difícil, ¿verdad?

Ya queda poco: sigue adelante, dorando los ajos en otra sartén. Ten cuidado de no quemarlos. Una vez dorados, baja el fuego y añade el bacalao, que se haga durante diez minutos, poco más o menos.

Para terminar, pasas el bacalao y la salsa a la misma olla y le das a todo un hervor de un par de minutos. Hala: ya lo tienes.

Recuerda:

Ochocientos gramos de bacalao en lomos convenientemente desalado

Doce pimientos choriceros

Un kilo de cebollas

Dos dientes de ajo

Un trozo de guindilla

Aceite

Sal

Ya has visto que se trata de un plato de escasa dificultad (vale: vamos a decir de dificultad media, para que puedas presumir). Lo tendrás listo en una hora.